Qué dice la ciencia sobre el uso del jacuzzi para aliviar el estrés y el dolor muscular

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El uso del jacuzzi ayudaEl uso del jacuzzi ayuda a reducir el estrés y mejora el bienestar emocional, según expertos de Cleveland Clinic (Freepik)

Sumergirse en un jacuzzi puede ofrecer mucho más que un simple momento de relajación. Según Cleveland Clinic, esta práctica no solo ayuda a desconectar del estrés cotidiano, sino que también aporta beneficios para la salud física y mental. Sin embargo, disfrutar de un baño de burbujas requiere atención a ciertas precauciones, ya que no todas las personas pueden aprovechar sus ventajas sin riesgos.

Entre los principales beneficios del uso de jacuzzis, la reducción del estrés ocupa un lugar destacado. La Dra. Melissa Young, especialista en medicina funcional de Cleveland Clinic, explica que “usar un jacuzzi puede calmar el sistema nervioso y ayudarte a salir de esa respuesta de lucha o huida que puede resultar tan abrumadora”.

El agua caliente y los chorros contribuyen a crear un entorno relajante, lo que puede aliviar la tensión acumulada y disminuir síntomas asociados a la ansiedad o la depresión. Aunque no se trata de una solución definitiva para problemas de salud mental, un baño en el jacuzzi puede ser un primer paso para mejorar el bienestar emocional. A continuación, se detallan los beneficios más destacados del uso de jacuzzis:

El alivio de dolores musculares es otro de los efectos positivos señalados por Cleveland Clinic. El calor del agua incrementa el flujo sanguíneo, lo que favorece la relajación muscular y la eliminación de desechos metabólicos. Además, la flotabilidad reduce la presión sobre las articulaciones, lo que puede ser útil para quienes sufren de artritis.

La hidroterapia en jacuzzi aliviaLa hidroterapia en jacuzzi alivia el dolor muscular y articular, siendo útil para personas con artritis o molestias físicas (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Dra. Young destaca que “la hidroterapia puede ser una alternativa a los analgésicos de venta libre para el dolor muscular leve a moderado”. Se recomienda limitar el tiempo de inmersión a 15 minutos para evitar hinchazón y rigidez.

El efecto sobre la presión arterial también merece atención. La inmersión en agua caliente dilata los vasos sanguíneos y reduce temporalmente la presión arterial, lo que puede beneficiar a personas con hipertensión. La Dra. Young aclara que “la presión arterial debería volver a la normalidad unos minutos después de salir de la bañera y refrescarse”. Los baños prolongados pueden provocar descensos peligrosos de la presión, con síntomas como mareos o desmayos, especialmente en personas con hipotensión o en tratamiento para la presión alta.

En cuanto a la salud cardiovascular, el uso regular de jacuzzis o baños calientes puede asociarse a una menor probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón, según estudios citados por Cleveland Clinic. Aunque estos baños no sustituyen una dieta equilibrada ni el ejercicio físico, pueden complementar un estilo de vida saludable. Las personas con afecciones cardíacas deben consultar a su médico antes de utilizar jacuzzis, ya que el calor puede suponer una sobrecarga para el corazón.

El uso regular de jacuzzisEl uso regular de jacuzzis se asocia a una menor probabilidad de enfermedades cardiovasculares, aunque no reemplaza hábitos saludables (Imagen Ilustrativa Infobae)

El jacuzzi puede mejorar la calidad del sueño. El proceso de calentamiento corporal seguido de un enfriamiento natural al salir del agua favorece la relajación y ayuda a preparar el cuerpo para dormir. “Este proceso de enfriamiento desencadena una respuesta de relajación y le indica al cuerpo que es hora de dormir”, señala la Dra. Young. Para aprovechar este beneficio, se recomienda salir del jacuzzi entre una y una hora y media antes de acostarse.

A pesar de estos efectos positivos, Cleveland Clinic advierte sobre varios riesgos y precauciones. El uso de jacuzzis no es recomendable para mujeres embarazadas, especialmente durante el primer trimestre, ya que el aumento de la temperatura corporal puede afectar al feto.

El consumo de alcohol u otras sustancias antes de entrar en el jacuzzi incrementa el riesgo de desmayos y dificulta la percepción de los efectos del calor. Las personas propensas a convulsiones, como quienes padecen epilepsia, deben evitar el jacuzzi, sobre todo si están solas, debido al riesgo de episodios desencadenados por el agua caliente.

El consumo de alcohol antesEl consumo de alcohol antes de usar el jacuzzi aumenta el riesgo de desmayos y accidentes en el agua caliente (Reuters)

Quienes tienen la presión arterial baja deben ser especialmente cautelosos, ya que el jacuzzi puede reducirla aún más. Además, las personas con heridas abiertas, piercings recientes o tatuajes corren mayor riesgo de infecciones, ya que la piel actúa como barrera protectora frente a bacterias y productos químicos presentes en el agua. Tras episodios de diarrea, se desaconseja el uso del jacuzzi para evitar la propagación de gérmenes.

En el caso de los niños, Cleveland Clinic recomienda que los menores de 5 años no utilicen jacuzzis y que los mayores limiten su tiempo de exposición. Los niños son más susceptibles al golpe de calor, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal es menor que la de los adultos. Además, el riesgo de ahogamiento aumenta si no hay supervisión constante.

Cleveland Clinic advierte que elCleveland Clinic advierte que el jacuzzi no es recomendable para mujeres embarazadas ni personas con heridas abiertas o tatuajes recientes

Para disfrutar del jacuzzi de manera segura, es importante que el equipo esté limpio y bien mantenido, que la temperatura no supere los 40℃ y que se mantenga una adecuada hidratación. Ante calor excesivo, mareos o dolor de cabeza, es recomendable salir del agua de inmediato. Limitar la inmersión a 15 minutos ayuda a evitar complicaciones. Siempre se deben seguir las recomendaciones de seguridad y considerar las necesidades individuales.

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