Comienza una semana en que se esperan cambios importantes al rumbo económico. Las principales consultoras se centraron en la necesidad de que se profundice la baja de tasas y cambie el esquema de bandas, para no atrasar al dólar. La vuelta de la Argentina al mercado internacional de capitales, con la baja del riesgo país, es otra preocupación.
El equipo de Research de Aldazabal destacó que en el proceso de normalización de tasas el Tesoro superó la primera prueba del mes al refinanciar sus vencimientos con un rollover del 111%; aprovechó así la compresión de rendimientos de las últimas semanas u extendió el perfil de deuda a un plazo promedio de 268 días. “La baja de tasas en la previa de la licitación probablemente contribuyó a este resultado. De cara a las próximas semanas, esperamos que el Gobierno continúe calibrando gradualmente la liquidez. En este contexto, la licitación del 26 de noviembre será clave para evaluar cómo se terminan de acomodar las tasas de interés y la liquidez en el nuevo contexto”, dice el informe.
Para FMyA, de Fernando Marull, “en la hoja de ruta que, estimamos, plantea el Gobierno, en breve deberíamos ver cómo será el préstamo sindicado con bancos; si cubre los vencimientos de 2026 podría ser de USD 8.000 millones, pero no descartamos sea mayor porque tiene que cumplir las metas de reservas con el FMI en diciembre (y le faltan USD 9.00o millones para alcanzarla)”.
Según la consultora, eso impulsaría una baja de Riesgo País “que estimamos podría ser de 450 puntos básicos en el corto plazo. Con riesgo país de 400/450 puntos, bonos como el Global 2035 podrían subir 10% más y el Merval podría ir al máximo de enero de 2025 de USD 2300 millones”.
Entre muchos otros indicadores, el riesgo-país es el más decisivo para la marcha del programa económicoEn los próximos meses “y con nuevo financiamiento -estima el informe- el Gobierno avanzaría en una nueva fase de mayor flexibilidad cambiaria (primer trimestre de 2026). Si bien Milei sostiene que las bandas de 1% seguirán hasta 2027, no descartamos una recalibración sin devaluación que aproveche la vuelta a los mercados. Ya lo dijo el BCRA: necesitan comprar dólares porque faltarán pesos en 2026”.
EconViews la consultora que dirige Miguel Kiguel, asegura que el descenso de las tasas a niveles sostenibles “es el primer gran movimiento de un proceso que debería incluir un giro en la estrategia de acumulación de reservas y consensos políticos para avanzar con las reformas estructurales”.
Más adelante agrega: “el Tesoro liberó pesos y aportó liquidez ayudando a aflojar las tasas. En la misma línea anduvo el BCRA, bajando la tasa que fija para tomar pesos sobrantes del 25% al 22%. Esto debería permitir estirar los plazos de la deuda en pesos, hacerla más sostenible y motorizar una recuperación del crédito y la actividad”.
Según EconViews “en este esquema el rol del Tesoro es clave. Hoy maneja buena parte de la política monetaria a través de las licitaciones quincenales de deuda, ya que libera pesos cuando no renueva la totalidad de los vencimientos. Esta es hoy la única fuente de monetización de la economía”. Los fondos del Tesoro, agrega, “no solamente sirven como colchón para remonetizar la economía, también son la fuente para comprar los dólares necesarios para atender pagos de deuda. Esta semana, sin ir más lejos, hubo un vencimiento con el FMI por unos USD 800 millones, que requirió que el Tesoro use parte de esos pesos para comprar los USD 650 millones que le faltaban. Estimamos que tiene además unos $10 billones en bancos públicos, aunque esos fondos sí están dentro del sistema financiero y no son fuente de monetización”.
“La gran pregunta -concluye- es si el actual esquema de bandas es compatible con esa dinámica. Más allá de la baja reciente, el tipo de cambio se mantiene cerca del techo, que se desliza apenas 1% mensual. Con una inflación cercana al 2%, el techo se aprecia en términos reales mes a mes. Si esta configuración se mantiene, como dice Milei, hasta 2027, el riesgo es terminar con un esquema de tipo de cambio casi fijo, con una apreciación real sostenida y poca capacidad para acumular reservas. Todo indica que la baja de tasas y la acumulación de dólares cerraría mejor con un tipo de cambio más alto. Algo que seguramente también sea beneficioso para el riego país”.
La consultora 1816 señala al respecto: “el interrogante central por delante es si este régimen cambiario con las bandas actuales, es compatible con una acumulación sistemática de reservas. La posibilidad de seguir monetizando la economía vía “Punto Anker” (licitaciones con rollover menores a 100%) está condicionada por los depósitos en pesos del Tesoro en el BCRA, que suman apenas $6 billones, que encima deben usarse para cubrir los vencimientos en dólares al menos mientras no haya acceso al mercado internacional".
Scott Bessent, funcionario clave del gobierno de Trump y muy importante para el de Milei (Reuters)Según 1816, la alternativa mainstream, la que quisieran el mercado y el FMI, sería monetizar comprando dólares, “lo que vuelve al punto de si eso es posible estando tan cerca del techo de la banda. Resuelto el riesgo político y teniendo superávit fiscal, si el Gobierno comprase reservas tendríamos la frutilla del postre que le falta al caso de inversión argentino. Si EEUU ya dolarizó su posición (no lo sabemos, pero sí sabemos que sus pesos ya no están en Letras del BCRA y que subieron los ”otros pasivos” del Central), el trade de Scott Bessent dejaría de ser un condicionante para la política cambiaria. La suba de la soja de último mes equivale a mayores ingresos anuales de exportaciones por USD 1.400 millones”.
En tanto, F2, que dirige Andrés Reschini, señala: “según el FMI, EEUU habría facilitado Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda del FMI) para que Argentina cancele el último vencimiento, lo que incrementa la deuda con la potencia del norte, pero también potencia su compromiso con el soporte a la Argentina”.
De este modo, agrega, “el Gobierno logró traer alivio en el plano monetario con la baja de tasas y esto no trajo consigo una escalada en el tipo de cambio, a su vez, las expectativas de inflación también retrocedieron. De todos modos, aún falta claridad acerca de cómo se logrará de manera sostenible acumular reservas con un esquema cambiario que, aunque fue oxigenado tras las elecciones de medio término, sigue pareciendo inadecuado para este propósito. Bessent se habría llevado deuda y con eso quita algo de presión, al menos de momento, pero en el mercado pide mayor flexibilidad y acumulación de reservas. El mayorista cerró la primera semana de octubre en $1.415 con un descenso semanal del 2%. Los futuros acompañaron a la baja, pero con implícitas al alza. El volumen de operaciones en A3 fue de 1.307.375 contratos siendo este el más elevado de la semana. Siguió el recorte de posiciones principalmente en fin de noviembre y mayo donde los números le cierran a BCRA y esto pudo haberle dado impulso a la curva de implícitas. De modo que la autoridad monetaria puede estar aprovechando el momento para achicar su posición corta en los contratos en los cuales el resultado le favorece”.
Otro dato que alteró al mundo y afectó a la Argentina fueron los temores que vinieron de EEUU por la posible burbuja en las acciones de Inteligencia Artificial y la caída del Bitcoin.
“El mercado cripto cierra la semana con una señal técnica relevante: tras seis jornadas consecutivas de salidas, los ETF de Bitcoin al contado en Estados Unidos registraron ingresos netos por USD 240 millones, encabezados por BlackRock (IBIT) y Fidelity (FBTC). La cifra, aunque moderada frente a los USD 2.050 millones de salidas acumuladas en la semana previa, representa un punto de inflexión en el comportamiento de los inversores institucionales. El repunte en los flujos llega justo cuando Bitcoin defiende la zona de los USD 100.000, un nivel clave que ha actuado como soporte psicológico y técnico en medio de una corrección del 7% en los últimos siete días. Si bien la volatilidad intradiaria sigue siendo elevada, la estabilización del precio y el retorno de capitales a los ETF sugieren un reequilibrio del mercado tras una etapa de toma de ganancias”, dice un informe de Buenbit.
En la semana que pasó, hubo una fuerte caída del valor de las empresas "tech"
REUTERS/Brendan McDermidLa última semana en los mercados de EEUU, agrega, “dejó una sensación inequívoca de que algo se resquebraja en la narrativa que impulsó al S&P 500 y al Nasdaq a máximos históricos durante gran parte del año. La corrección en los principales índices —acentuada por el desplome de las acciones tecnológicas y la inquietud por el mercado laboral— marcó un punto de inflexión en el sentimiento inversor. Lo que hasta hace un mes parecía una consolidación saludable del bull market impulsado por la inteligencia artificial, hoy empieza a leerse como el inicio de una fase de ajuste más profundo”.
Según el informe, “el debate sobre una posible burbuja tecnológica impulsada por la IA volvió a tomar fuerza. Más de la mitad de los gestores encuestados por Bank of America en octubre consideran que el mercado de inteligencia artificial ya opera en terreno de burbuja. Y el movimiento de esta semana parece haber reforzado esa percepción”.
Volviendo al mercado local: hoy puede ser un día clave para bonos y acciones. Los inversores con sus colocaciones demostrarán si los anuncios de un eventual cambio al esquema de bandas y el paso de Javier Milei por EEUU fueron positivos y dejan margen para que siga la tendencia al alza que se debilitó el jueves y el viernes.
Al cierre del acuerdo con China sobre comercio cárnico se suma el trato a firmarse con EEUU no solo para aumentar las exportaciones de carne, sino también mejorar el esquema de aranceles al aluminio y el acero que están en 50 por ciento. Motivos para que sea una buena rueda no faltan.
hace 2 horas
1








English (US) ·
Spanish (ES) ·