La vicegobernadora regional de Puno y presidenta del Comité de Salvaguarda de la festividad de la Virgen de la Candelaria, Margot de la Riva, expresó su firme rechazo a las recientes agresiones dirigidas a la cultura altiplánica por parte de un reducido grupo de Bolivia que cuestiona el origen de las danzas tradicionales de la región peruana.
“Hemos estado viendo la agresión hacia nuestra cultura, hacia nuestro patrimonio cultural que es nuestra festividad Virgen de la Candelaria. Queremos decirles a los hermanos de Bolivia, que no son todos, que es un grupo pequeño y que está liderando una persona que mantiene el odio y la discrepancia”, afirmó De la Riva para la prensa local, subrayando que las danzas altiplánicas tienen raíces históricas que anteceden al virreinato y que investigaciones locales respaldan su autenticidad.
La autoridad adelantó que el comité presentará un documento al Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú (Cancillería) para canalizar la respuesta diplomática del Perú ante los agravios y señaló que se evaluarán mecanismos para restringir el ingreso de bandas y vestuarios provenientes de Bolivia durante la festividad de la Candelaria 2026. “Acá en Puno sí hacemos nuestra ropa, tenemos nuestras bandas y nuestra música, con artesanos y músicos locales”, remarcó.
Puno evalúa restringir participación de bandas de Bolivia en la Festividad de la Virgen de la Candelaria 2026 | Foto composición: Infobae PerúCabe mencionar que la principal festividad de Puno generó un impacto económico de S/ 111,6 millones este año, impulsada por la llegada de más de 86.000 visitantes, cifra que supuso un incremento superior al 10% en comparación con 2024. Puno proyecta que los ingresos crecerán aún más para 2026. Este dinamismo económico no solo favorece a la región, sino que también produce beneficios económicos para el sector folclórico boliviano, cuyos integrantes, invitados en respuesta a la alta demanda, aportan mano de obra adicional al lado peruano, tradición que se mantiene desde hace años.
La vicegobernadora cuestionó los intereses políticos y económicos detrás de los ataques y adelantó la posibilidad de declarar persona no grata al principal vocero del grupo boliviano.
“Como nos están maltratando, no podemos permitir tanto maltrato a nuestras danzas, que son antiguísimas, de antes y durante el virreinato del Perú. Invito a nuestros hermanos bolivianos a investigar y conocer cómo era la cultura altiplánica, cómo empezó y cómo éramos solo uno: el Alto Perú y el Bajo Perú”, señaló.
Las declaraciones de Margot de la Riva ocurren tras una campaña de odio en redes sociales contra la Festividad de la Candelaria 2026, la cual se desató tras las denuncias del boliviano Napoleón Gómez, representante de Obdefolk, quien acusó a agrupaciones peruanas de “apropiación cultural” por el uso del personaje ‘Pepino’. Su campaña llegó a trasladarse incluso a la Embajada del Perú en La Paz.
De acuerdo con promotores culturales y autoridades de Puno, este tipo de iniciativas no son nuevas y siguen un patrón impulsado por Gómez, a quien señalan de avivar la confrontación mediante afirmaciones tergiversadas que reaparecen cada vez que se promociona la Candelaria.
Fuentes de Infobae Perú sostienen que Gómez tendría aspiraciones políticas en Bolivia y que busca posicionarse a través de estas controversias, aunque se desconoce con claridad a qué actividad profesional se dedica fuera de organizar manifestaciones que promueven división y discursos de odio hacia el Perú.
En diálogo con este medio, Henry Flores, vicepresidente del Comité de Salvaguardia, indicó que las denuncias carecen de sustento histórico, pues el ‘Pepino’ —al igual que otros personajes carnavalescos del altiplano— proviene del tronco europeo introducido en América en época virreinal, y sus variantes se encuentran tanto en Perú como en Bolivia.
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