
Princeton se consolida como la ciudad de más rápido crecimiento en Estados Unidos, según datos recientes del Censo de EE.UU. En tan solo un año, su población aumentó un 30%, pasando de menos de 18.000 habitantes a más de 37.000 al 1 de julio de 2024. Este fenómeno, reportado por The Texas Tribune, sitúa a Princeton a la cabeza de una ola expansiva que está transformando el panorama demográfico y urbano de Texas.
El crecimiento de Princeton no tiene precedentes recientes en el país. De acuerdo con estimaciones del U.S. Census Bureau, la ciudad duplicó su población en pocos años, consolidándose como la localidad de mayor expansión demográfica en Estados Unidos durante el último año. Este ritmo supera al de otras ciudades texanas que también figuran entre las más dinámicas, como Fulshear, Celina, Anna, Fate, Melissa y Hutto. En total, Texas alberga siete de las quince ciudades de más rápido crecimiento a nivel nacional, lo que subraya la magnitud del fenómeno en el estado.
El auge no se limita a pequeñas localidades. Houston, la ciudad más poblada de Texas, sumó 43.217 nuevos residentes y alcanzó casi 2,4 millones de habitantes, solo superada por Nueva York en incremento absoluto de población. San Antonio, con 1,5 millones de habitantes, incorporó cerca de 24.000 personas. Además, Georgetown y San Angelo superaron la barrera de los 100.000 residentes, mientras que Fort Worth rebasó el millón de habitantes en 2024, convirtiendo a Dallas-Fort Worth en la única región urbana del país con dos ciudades que superan el millón de habitantes. Dallas, por su parte, registró un leve aumento y llegó a 1,3 millones de residentes, quedando a 318.000 de Fort Worth.
La principal razón detrás del auge poblacional de Princeton es la asequibilidad de la vivienda. Según explicó el alcalde Eugene Escobar a The Texas Tribune, “es la asequibilidad. Ese es realmente el factor determinante”. El valor promedio de una vivienda en Princeton ronda los 325.000 dólares, de acuerdo con datos de Zillow, una cifra considerablemente menor que los más de 500.000 dólares en la vecina McKinney o los 685.000 dólares en Frisco. El propio Escobar adquirió su casa en 2017 por 240.000 dólares, lo que ilustra la diferencia de precios respecto a otras ciudades del área.
Esta ventaja comparativa ha atraído a miles de nuevos residentes que buscan alternativas más accesibles dentro del área metropolitana de Dallas-Fort Worth. Los anuncios a lo largo de la carretera U.S. 380, la principal vía de Princeton, promocionan viviendas nuevas desde 200.000 dólares, lo que refuerza el atractivo de la ciudad para quienes desean adquirir una propiedad a precios más bajos que en los suburbios circundantes.

El rápido crecimiento ha transformado radicalmente la fisonomía y la vida cotidiana de Princeton. Cuando el alcalde Escobar se mudó a la ciudad en 2013, solo había dos semáforos y el trayecto a McKinney tomaba cinco minutos. En ese entonces, su casa colindaba con tierras de cultivo. Hoy, el viaje a McKinney se ha cuadruplicado en tiempo y detrás de su vivienda se extienden nuevos desarrollos residenciales. "Nadie esperaba que esto fuera Princeton“, reconoció Escobar en declaraciones recogidas por The Texas Tribune.
Entre 2020 y 2023, Princeton sumó el doble de viviendas que en toda la década anterior, según datos del Censo. Han surgido extensos fraccionamientos de casas unifamiliares, edificios de apartamentos y conjuntos de casas adosadas. Actualmente, hay alrededor de 10.000 viviendas en proceso de desarrollo, según informó el alcalde.
La llegada de grandes cadenas comerciales como Walmart y restaurantes de franquicia ha acompañado el crecimiento, aunque las autoridades locales consideran que la ciudad aún necesita más opciones de compras y gastronomía para satisfacer la demanda de sus habitantes.
El vertiginoso aumento de la población y la construcción han puesto a prueba la capacidad de la infraestructura local. Las autoridades de Princeton han manifestado que el ritmo de edificación ha superado la capacidad de los servicios públicos, especialmente en lo relativo al suministro de agua, alcantarillado, protección contra incendios y seguridad policial. Para evitar una sobrecarga mayor, el ayuntamiento decretó el año pasado una moratoria temporal a la construcción de nuevas viviendas.
Según detalló The Texas Tribune, el alcalde Escobar anticipa que el consejo municipal revisará la medida durante el verano y no espera que la moratoria se prolongue mucho más. Mientras tanto, el gobierno local trabaja en planes para adaptar la infraestructura a las nuevas necesidades y garantizar que el crecimiento futuro sea sostenible.

El caso de Princeton se inserta en una tendencia más amplia que afecta a toda la región de Dallas-Fort Worth, donde cinco de las ciudades de mayor crecimiento del país se encuentran en el área. Esta transformación ha convertido a la región en una megaurbe, única en Estados Unidos por contar con dos ciudades de más de un millón de habitantes. El crecimiento demográfico y urbano de Texas no solo se refleja en pequeñas localidades, sino también en grandes metrópolis como Houston y San Antonio, que continúan sumando decenas de miles de nuevos residentes cada año.
Las autoridades de Princeton se enfrentan al reto de gestionar el crecimiento sin perder el carácter de comunidad pequeña que ha definido históricamente a la ciudad. Actualmente, Princeton funciona como una ciudad dormitorio, con muchos residentes que se desplazan a McKinney y Frisco para trabajar y realizar compras. El ayuntamiento, según reportó The Texas Tribune, está enfocado en planificar el desarrollo futuro y en mantener el equilibrio entre la expansión urbana y la calidad de vida local.
El alcalde Escobar expresó su confianza en que la moratoria a la construcción se levantará pronto, una vez que se implementen las mejoras necesarias en la infraestructura. Con miles de viviendas en desarrollo y una demanda sostenida, Princeton se prepara para seguir creciendo, mientras busca preservar su identidad y responder a los desafíos que plantea su nueva realidad demográfica.