
La miniserie de Hulu Good American Family tuvo su episodio final el pasado miércoles 30 de abril, el cual dejó a la audiencia reflexionando sobre los prejuicios sociales, las fallas del sistema judicial y la resiliencia de una joven en busca de justicia.
Basada en la controvertida historia real de Natalia Grace, una niña ucraniana con enanismo adoptada por Kristine y Michael Barnett, la serie narra cómo sus padres adoptivos la acusaron de ser una adulta que fingía ser menor de edad.
La trama se divide en dos partes: primero desde la perspectiva de los Barnett y luego desde la de Natalia, lo que obliga al espectador a cuestionar sus propias suposiciones.

A pesar del veredicto, la serie ofrece un cierre esperanzador: Natalia recibe apoyo en línea y una disculpa de Jacob, el hijo de los Barnett, lo que simboliza una forma de justicia emocional.
La creadora Katie Robbins estructuró la serie para desafiar las percepciones del público y destacar cómo los prejuicios pueden influir en la interpretación de los hechos.
En el episodio final, se presentan pruebas que muestran mensajes abusivos entre los Barnett, pero una decisión judicial impide que se mencione la edad de Natalia en el tribunal, debilitando su caso. Obligada a mentir sobre su edad bajo juramento, Natalia pierde el juicio, lo que resalta las deficiencias del sistema legal.

Aunque la serie termina con Natalia encontrando cierta paz, la historia real continúa. Después de vivir con la familia Mans, Natalia se mudó con la familia DePaul en Nueva York, donde actualmente reside y busca independencia.
En 2010 Kristine y Michael Barnett adoptaron a la niña ucraniana Natalia Grace, que en aquel entonces tenía seis años, pero con el tiempo afirmaron que era una adulta que se hacía pasar por una infante cuando la acogieron.
En el juicio, alegaron que Natalia intentó hacerles daño a ellos y a sus hijos biológicos durante los dos años que vivió con su familia adoptiva.
Una de las acusaciones más impactantes de los Barnett fue que Michael vio a Natalia “de pie a los pies de la cama con un cuchillo en la mano”, según afirmó durante el tráiler de la docuserie El curioso caso de Natalia Grace.

Además, la pareja afirmó que Natalia supuestamente intentó envenenar el café de Kristine y arrastrarla hacia una cerca eléctrica, según Michael.
Sin embargo, el matrimonio enfrentó cargos por negligencia hacia una persona dependiente tras abandonarla en un apartamento en Indiana y mudarse a Canadá con sus hijos biológicos.
En 2012, los Barnett solicitaron y obtuvieron que un tribunal de Indiana cambiara la fecha de nacimiento de Natalia de 2003 a 1989, alegando que ella no era una niña, sino una adulta que fingía ser menor de edad.

Este cambio legal complicó la posibilidad de procesarlos por abandono infantil, ya que, según los registros oficiales, Natalia era legalmente una adulta en ese momento. Por ello, la pareja no fue enviada a prisión.
Aunque, en septiembre de 2019 ambos fueron acusados de múltiples cargos por negligencia, entre los cuales se incluyeron negligencia de un dependiente con resultado de lesiones corporales graves y conspiración para descuidar a un dependiente.
Pero, los cargos contra Michael Barnett fueron desestimado en febrero de 2022 y en octubre de ese mismo año fue declarado no culpable. Mientras que los cargos contra Kristine fueron desestimados antes de comenzar su propio juicio en marzo de 2023, debido a la falta de pruebas suficientes.

Posteriormente, una prueba de ADN realizada en 2023 indicó que Natalia tenía aproximadamente nueve años al momento de su adopción en 2010, lo que contradice la afirmación de los Barnett de que era una adulta.
Actualmente, Natalia Grace vive en Nueva York con Nicole y Vince DePaul, una pareja que quiso adoptarla en 2009, pero fueron descartados del proceso.