
El fútbol inglés atraviesa una transformación marcada por la llegada creciente de jugadores japoneses y surcoreanos a la Premier League y el Championship. Esta tendencia responde tanto a factores deportivos como comerciales, situando a Japón y Corea del Sur en el centro de la estrategia de los clubes ingleses.
Recientemente, Tottenham Hotspur fichó al defensor Kota Takai por 5,80 millones de libras procedente de Kawasaki Frontale, con contrato hasta 2030. Por su parte, Newcastle United incorporó al mediocampista surcoreano Park Seung-soo, conocido como “el Mbappé coreano”, quien tras sobresalir en Suwon Samsung Bluewings tuvo su debut en pretemporada y apunta a consolidarse en el primer equipo.
En el Championship, Birmingham City profundizó su perfil asiático con Kyōgo Furuhashi, Tomoki Iwata y Kanya Fujimoto (todos japoneses), además del surcoreano Paik Seung-ho.

Southampton cuenta con el japonés Kuryu Matsuki; Yū Hirakawa (Bristol City) y Yuki Ohashi (Blackburn Rovers) amplían la presencia nipona en la segunda división.
Actualmente, la Premier League cuenta con cinco futbolistas asiáticos (tres japoneses y dos surcoreanos), y el Championship suma siete (seis japoneses y un surcoreano), consolidando a Inglaterra como destino predilecto para el talento proveniente del extremo oriental.
La influencia asiática trasciende lo deportivo y transforma el marketing, el alcance digital y la identidad global de los clubes ingleses. Tanto Son Heung-min (Tottenham) como Kaoru Mitoma (Brighton) son los grandes emblemas del fenómeno.
Según The Washington Post y The Athletic, la llegada de Son disparó la base de seguidores del Tottenham en Asia, duplicó acuerdos comerciales y derechos televisivos, y generó más de 80.000 camisetas vendidas solo en Corea del Sur en 2023.
La transmisión de la Premier League en Japón creció más del 120% en los últimos cinco años, y el canal Spotv de Corea duplicó su base de suscriptores tras el ascenso del jugador.
Brighton, con el arribo de Mitoma, experimentó un salto del 150% en seguidores internacionales en redes sociales, sumó patrocinadores asiáticos y triplicó la venta de camisetas en Japón. Los clubes respondieron inaugurando perfiles digitales oficiales en japonés y coreano, superando los dos millones de seguidores.

La Premier League, por su parte, batió récords en los derechos televisivos para ambas regiones, con contratos superiores a 100 millones de dólares e innovó con sistemas de transmisión adaptados a los fanáticos asiáticos.
La proyección y el magnetismo de estos futbolistas abren nuevas rutas comerciales y consolidan a los clubes ingleses como referentes internacionales en el mapa global.
El proceso cuenta con la valoración positiva de entrenadores y directivos en Inglaterra. The Athletic recoge que Graham Potter, quien dirigió a Kaoru Mitoma en Brighton, considera que “la ética de trabajo y humildad de los japoneses y surcoreanos inspira al resto del plantel y genera un ambiente de crecimiento”.

Eddie Howe, de Newcastle United, afirma que “el enfoque profesional de los futbolistas asiáticos eleva el estándar competitivo y facilita el trabajo grupal”.
Exjugadores como Park Ji-sung, pionero del continente en la Premier League, señalaron a BBC Sport que “ahora la presencia asiática es sinónimo de calidad, disciplina y profesionalismo”.
La expansión no se limita a fichajes: varios clubes ingleses invierten en academias y alianzas en Asia. The Guardian informa que Chelsea y Manchester City tienen escuelas asociadas en Tokio, Seúl y Osaka, con metodologías importadas desde Inglaterra y torneos de captación regional.
Liverpool impulsa clínicas para entrenadores y juveniles, y busca estrechas relaciones con federaciones locales para facilitar el salto de jugadores a Europa.
Estas iniciativas permiten detectar y formar talento asiático desde edades tempranas, creando un vínculo estable con el mercado y consolidando una cantera internacional de primer nivel.

Las reformas post-Brexit fueron determinantes para el auge asiático. The Guardian y The Athletic explican que la flexibilización normativa eliminó trabas y facilitó transferencias directas desde ligas como la japonesa y la surcoreana.
Desde lo económico, The Washington Post y The Athletic resaltan que los salarios de los futbolistas asiáticos siguen por debajo del promedio de la Premier League, volviéndolos accesibles y atractivos para los clubes, que además rentabilizan su presencia con el crecimiento de sponsors orientales.
El punto de inflexión en el fútbol asiático fue el Mundial 2002, cuando Japón y Corea del Sur invirtieron en infraestructura y formación. Desde entonces, ambas federaciones producen talentos que llegan a Europa listos para rendir.

Japón fue la primera selección asiática en clasificar al Mundial 2026 y alcanzó los octavos de final en Qatar 2022. Corea del Sur afianza su política de exportar jóvenes a las grandes ligas.
The Guardian anticipa que la presencia asiática seguirá creciendo. Academias y federaciones de Japón y Corea del Sur profundizan alianzas estratégicas con clubes europeos, mientras los equipos ingleses blindan a sus figuras y profesionalizan los lazos comerciales para maximizar rendimiento e inversión.
La conexión con Asia se consolida como una de las mayores vías de innovación y expansión para el fútbol británico, impactando en el juego, en el mercado internacional y en la proyección de la Premier League como liga verdaderamente global.