Por qué algunas personas olvidan su lengua materna tras años en el extranjero

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El libro de Putnam yEl libro de Putnam y Natvig ofrece una visión integral sobre la pérdida de competencia idiomática (Imagen Ilustrativa Infobae)

La reciente publicación del libro An Introduction to Language Attrition: Linguistic, Social, and Cognitive Perspectives, de Michael T. Putnam (Penn State University) y David Natvig (Universidad de Stavanger), abre una nueva ventana al estudio de la atrición lingüística, un fenómeno que transforma la manera en que millones de bilingües y multilingües pierden o modifican sus lenguas a lo largo del tiempo.

El libro, editado por Routledge y dirigido a estudiantes avanzados e investigadores en lingüística teórica y aplicada, bilingüismo, lenguas patrimoniales, psicología del lenguaje y educación, ofrece una visión integral y actualizada sobre la pérdida de competencia lingüística, abordando sus dimensiones lingüísticas, sociales y cognitivas.

La atrición lingüística se define como el proceso por el cual un conocimiento ya adquirido se vuelve menos accesible o se modifica a causa de la adquisición y uso de otra lengua, o por el simple desuso.

Factores sociales, cognitivos y deFactores sociales, cognitivos y de uso diario determinan la pérdida de la lengua materna (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este fenómeno puede afectar tanto a la lengua materna como a lenguas adicionales, sin limitarse a situaciones patológicas como la afasia o el daño cerebral, sino que se registra en escenarios cotidianos de contacto de lenguas, migración o cambios en el entorno social. Putnam y Natvig señalan que la atrición no implica necesariamente una pérdida total; puede ocasionar dificultades de acceso o cambios en la facilidad para utilizar ciertos elementos de la lengua.

La atrición lingüística es un proceso multifacético y dinámico. La investigación en el área tradicionalmente se ha desarrollado en campos separados: la sociolingüística analiza el impacto del entorno social y la migración en la pérdida de lengua, la lingüística estructural se centra en la vulnerabilidad de diversos componentes lingüísticos, y la neurociencia cognitiva comienza a desvelar mecanismos cerebrales subyacentes. No obstante, Putnam y Natvig impulsan una perspectiva unificada para una comprensión más profunda de la atrición y sus consecuencias.

Entre los factores principales, destaca la hipótesis de la regresión, según la cual las estructuras lingüísticas adquiridas en primer lugar son las últimas en debilitarse, mientras que las aprendidas más tarde resultan más vulnerables.

Otra propuesta, la hipótesis del umbral de activación, sostiene que la frecuencia y la recencia de uso determinan la vulnerabilidad: menos uso conlleva mayor dificultad para acceder a palabras o estructuras. Se suma la interferencia de la segunda lengua, la tendencia a simplificar estructuras complejas, la pérdida de rasgos considerados marcados y la hipótesis de la lengua dormida, que sugiere que los conocimientos permanecen inactivos y pueden reactivarse con exposición renovada.

La morfología y el léxicoLa morfología y el léxico son los componentes más afectados por la atrición lingüística (Imagen Ilustrativa Infobae)

El entorno social tiene una influencia decisiva en la atrición lingüística. La migración y el cambio de contexto provocan que la lengua materna se vea desplazada en ámbitos como el trabajo, la educación y los medios de comunicación, donde prevalece la lengua mayoritaria. A medida que pasa el tiempo, la segunda lengua gana terreno en la vida diaria.

Factores como la edad de migración, la duración de la residencia, las redes sociales, la identidad y las actitudes hacia la lengua influyen en la rapidez y la magnitud de la atrición.

Pero no todos los aspectos del lenguaje presentan la misma vulnerabilidad frente a la atrición. “Los sistemas de sonidos (fonología) y la estructura de las oraciones (sintaxis) resultan mucho menos susceptibles que la morfología y el léxico”, explicó Putnam.

Esto refleja la naturaleza modular de la representación mental del lenguaje y la dependencia del léxico y la morfología al uso frecuente para mantenerse activos.

Avances experimentales, como el seguimiento ocular y el registro de ondas cerebrales, han evidenciado cambios en el procesamiento del lenguaje en personas que experimentan atrición.

Putnam expuso que, al enfrentar un elemento léxico inesperado, los hablantes nativos presentan variaciones específicas en la intensidad de los picos eléctricos cerebrales, mientras que en quienes atraviesan atrición, esos picos se atenúan. Este proceso ocurre de forma inconsciente y constituye la etapa inicial de la pérdida de acceso fluido al idioma.

El fenómeno impacta la preservaciónEl fenómeno impacta la preservación de lenguas y la identidad de comunidades migrantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de las evidencias sobre la atrición, los autores aclaran que la lengua no se pierde de modo absoluto. Las personas pueden experimentar mayor lentitud o laboriosidad para recuperar la información, o dificultades para evocarla en el momento requerido. Este matiz es clave, ya que implica la posible reversibilidad mediante la exposición y el uso renovado.

Putnam y Natvig proponen que solo la integración de los enfoques sociolingüístico, estructural y cognitivo permitirá una comprensión completa de la atrición, lo que favorece estrategias eficaces en la enseñanza de lenguas, la preservación de lenguas patrimoniales o minoritarias y el diseño de intervenciones para mantener o recuperar competencias lingüísticas en contextos de migración y educación.

Además, Putnam resaltó que, con una mejor comprensión del proceso, sería posible identificar formas más efectivas para que las personas recuperen su competencia idiomática y obtengan mejores resultados de su formación en lenguas.

Este fenómeno impacta directamente la preservación de lenguas en peligro y la identidad de comunidades migrantes, por lo que el marco integrador de la obra facilita herramientas tanto para estudiantes e investigadores como para comunidades que buscan retener y revitalizar sus idiomas, prestando especial atención a los elementos más susceptibles de verse deteriorados.

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