Por décadas, pensaron que su escultura de Rodin era falsa: un banquero de EEUU se las compró por USD 1 millón

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La escultura perdida de RodinLa escultura perdida de Rodin se titula "Le Désespoir". (Guillaume Souvant / AFP)

Una subasta reciente ha revelado un inesperado descubrimiento en el mundo del arte, con la venta de una escultura de Auguste Rodin que había sido erróneamente considerada una copia durante décadas. La escultura titulada “Le Désespoir” fue vendida por casi 1 millón de dólares (984.000 dólares) en la casa de subastas Rouillac, según informa CNN. Este evento ocurrió el martes 10 de junio, cuando la obra, que había permanecido casi 120 años fuera de la vista del público, fue adquirida por un joven banquero de la costa oeste de Estados Unidos.

La escultura, que muestra la figura de una mujer sentada sobre una roca con la rodilla abrazada al pecho, era hasta hace poco parte de la colección privada de una familia en el centro de Francia. Esta familia, que ignoraba su verdadero valor, la había mantenido expuesta sobre un piano junto a fotografías familiares, pensando que era una copia sin valor. Fue Aymeric Rouillac, el subastador, quien se aventuró a investigar más a fondo el origen de la escultura, llevándola al Comité Rodin para su evaluación.

El Comité Rodin, al investigar la pieza, confirmó rápidamente su autenticidad. Jérôme Le Blay, cofundador del comité, expresó a CNN que no tenía ninguna duda acerca de la autenticidad de la escultura al verla por primera vez. Según Le Blay, “Le Désespoir” data de una época crucial en la vida de Rodin, cuando se centraba en producir un número limitado de modelos. Además, explicó que la pieza refleja un momento especialmente productivo de la carrera del escultor francés, anterior a un aumento significativo en su producción debido a su creciente fama.

Los dueños de la esculturaLos dueños de la escultura pensaron por décadas que se trataba de una copia sin valor. (Guillaume Souvant / AFP)

La escultura “Le Désespoir”, modelada inicialmente alrededor de 1890 y esculpida en mármol entre 1892 y 1893, fue parte de un proyecto más ambicioso conocido como “Las Puertas del Infierno”. Esta obra, que incluía más de 200 figuras, nunca llegó a realizarse por completo debido a la muerte de Rodin en 1917. La última venta conocida de esta escultura ocurrió en 1906 cuando fue transferida del coleccionista Alexandre Blanc en París a Me Paul Chevallier y su descendencia antes de desaparecer del ojo público.

La obra artística es una escultura significativa en la carrera de Auguste Rodin, destacada por su minuciosa representación anatómica. El mármol mide 28,5 centímetros de altura, 15 centímetros de ancho y 25 centímetros de profundidad. Rouillac, la casa de subastas, destacó la precisión con la que Rodin capturó la musculatura y espina dorsal del modelo, presentando detalles que subrayan la maestría del autor.

El proceso de autenticación y la consiguiente venta en subasta no solo han resaltado el valor artístico de “Le Désespoir” sino también su valor histórico, dado que la mayoría de las esculturas de mármol de Rodin están bajo la propiedad del Musée Rodin o en otras colecciones museísticas importantes alrededor del mundo. Le Blay destacó que las esculturas de mármol en manos privadas son un fenómeno muy raro.

"El pensador" es una de"El pensador" es una de las obras más célebres de Auguste Rodin. (REUTERS/Sarah Meyssonnier)

Auguste Rodin, nacido en París en 1840, fue un innovador en su estilo y técnica. A pesar de los desafíos en su formación, como no ingresar a la École des Beaux-Arts, Rodin desarrolló un enfoque único guiado por su observación detallada de la naturaleza y el cuerpo humano. Este enfoque lo llevó a crear obras que exploraban la emoción humana con un realismo y profundidad sin precedentes. Durante su carrera, creó trabajos que son considerados fundamentales en la historia de la escultura moderna, integrando complejidad psicológica y física en sus figuras.

Rodin, cuyo legado incluye obras como “El Pensador” y “El Beso”, jugó un papel crucial en el resurgimiento de la escultura como arte mayor en el panorama artístico del siglo XIX. Su estilo innovador y su habilidad para representar la expresión humana con gran detalle y realismo lo catapultaron a la fama, aunque también causaron controversia debido a que muchas de sus obras eran finalizadas por asistentes en su taller.

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