Las naciones europeas están incrementando la adquisición de armas estadounidenses para enviarlas a Ucrania en el marco de la nueva Lista de Requisitos Priorizados de Ucrania (PURL), según declaraciones del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, en conversación con periodistas de CNN y en una comparecencia junto al secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte.
Hegseth afirmó antes de una reunión ministerial en Bruselas que Ucrania está recibiendo “potencia de fuego” gracias a las compras canalizadas a través del mecanismo PURL, una iniciativa impulsada este verano por la OTAN y Washington. Según palabras recogidas por CNN, subrayó: “los compromisos asumidos por las naciones europeas pronto se convertirán en capacidades” para el país en guerra, añadiendo que “nuestra expectativa hoy es que más países donen aún más, que compren aún más, para proporcionar a Ucrania los medios necesarios para llevar ese conflicto a una conclusión pacífica”.
La iniciativa PURL está diseñada para facilitar que los aliados europeos y Canadá reúnan fondos para adquirir y suministrar equipos militares y municiones seleccionados por el gobierno ucraniano como prioritarios para su defensa. Según explicaron Hegseth y Rutte, hasta el momento se han comprometido USD2.000 millones para equipamiento militar en el marco de este programa, el cual ya está en marcha y prevé nuevos anuncios de compromisos durante la jornada, de acuerdo con las expectativas del secretario general de la OTAN.
Cada paquete bajo PURL tiene un valor aproximado de USD500 millones, y se compone fundamentalmente de materiales prioritarios para Kiev. Parte del atractivo de este sistema es que habilita la transferencia de capacidades que Estados Unidos puede suministrar en mayor volumen que sus socios europeos y canadienses, permitiendo agilidad y volumen en la entrega de material bélico considerado esencial por el Estado Mayor ucraniano.
No obstante, la solicitud ucraniana para acceder a sofisticados misiles Tomahawk de largo alcance a través de PURL no será tratada por los ministros de Defensa en esta ronda de Bruselas. Hegseth detalló, en declaraciones recogidas por CNN, que la posible transferencia de estos misiles es una decisión que recae directamente en manos del presidente estadounidense, Donald Trump, por lo que su inclusión en el paquete de ayuda no figura en la agenda inmediata de la OTAN.
Ucrania ha solicitado reiteradamente la entrega de misiles Tomahawk por considerarlos Armamento Estratégico, dada su precisión y su capacidad de alcanzar objetivos en profundidad detrás de las líneas rusas. Sin embargo, la transferencia de estos misiles requiere autorización directa de la Casa Blanca, un procedimiento más complejo que el abastecimiento de otros equipos convencionales.
Durante la comparecencia junto a Rutte, Hegseth incidió en el carácter urgente y estratégico del aumento en las donaciones y compras concertadas de material militar para Ucrania: “Vamos a ser fuertes para conseguirlo”, según reseñó la agencia EFE. Consideró que el momento representa “una oportunidad histórica” para lograr avances en el conflicto, destacando el papel pacifista que, en su opinión, viene mostrando la actual administración de Washington en el escenario internacional. Recordó las recientes maniobras diplomáticas en Gaza y Oriente Medio como precedentes de una política exterior que busca apoyar a sus aliados para que alcancen soluciones negociadas.
Rutte destacó que, gracias a PURL, “los ucranianos tendrán lo que necesitan de Estados Unidos, pagado por los aliados”, resaltando que el mecanismo permite responder rápidamente a la evolución sobre el terreno y a las necesidades del ejército ucraniano. La dinámica de la iniciativa depende de la participación de los diferentes países miembros de la OTAN, que canalizan sus inversiones para la compra centralizada de armamento estadounidense.
Mientras tanto, España ha optado por mantenerse al margen de este programa colectivo por el momento, al contar con un acuerdo bilateral propio con Ucrania y contribuir mediante mecanismos conjuntos de la Unión Europea (UE).
Para las autoridades estadounidenses el objetivo sigue centrado en reforzar la capacidad defensiva ucraniana con armamento moderno, a la espera de que una decisión presidencial destrabe eventualmente la posibilidad de incluir los ansiados misiles Tomahawk en futuros paquetes de ayuda.