
Tomar jugo de calabaza en ayunas se ha consolidado como una práctica respaldada por especialistas en nutrición, quienes subrayan sus beneficios para la hidratación, la digestión y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Según la Red Nacional de Investigación en Alimentos Funcionales (REDNAF) y el Manual de Composición de Alimentos de Centroamérica, este hábito matutino permite aprovechar de manera óptima los nutrientes de la calabaza, un alimento de temporada ampliamente consumido en América Latina.
El perfil nutricional del jugo de calabaza lo convierte en una opción saludable para quienes buscan mejorar su alimentación. De acuerdo con la REDNAF, una porción de 100 gramos de calabaza contiene aproximadamente 24 kilocalorías, seis gramos de carbohidratos, menos de un gramo de proteína y cantidades mínimas de grasa.
Su color anaranjado se debe a la presencia de betacarotenos y otros carotenoides, compuestos antioxidantes que, según el Manual de Composición de Alimentos de Centroamérica, se transforman en vitamina A en el organismo. Además, el jugo aporta fibra, vitamina C, vitaminas del complejo B y minerales como potasio, fósforo, calcio y magnesio.

Uno de los principales beneficios de consumir jugo de calabaza en ayunas es la hidratación. La REDNAF señala que el alto contenido de agua de la calabaza ayuda a reponer los líquidos perdidos durante el descanso nocturno, lo que resulta fundamental para iniciar el día con un adecuado equilibrio hídrico.
En relación con la salud digestiva, el Manual de Composición de Alimentos de Centroamérica destaca el aporte de fibra soluble presente en la calabaza. Esta fibra facilita el tránsito intestinal y contribuye al equilibrio de la microbiota, lo que puede prevenir el estreñimiento y favorecer una digestión eficiente.
El refuerzo del sistema inmunológico es otro de los aportes relevantes del jugo de calabaza. Según la REDNAF, la combinación de vitamina C y carotenoides fortalece las defensas naturales del cuerpo, incrementando la capacidad del organismo para enfrentar infecciones y otros agentes externos.

Tanto la REDNAF como el Manual de Composición de Alimentos de Centroamérica coinciden en que la calabaza posee un bajo índice glucémico, lo que la convierte en una alternativa adecuada para personas que buscan controlar sus niveles de glucosa en sangre. Esta característica, sumada a su bajo contenido calórico y su riqueza en nutrientes, la hace compatible con dietas equilibradas y saludables.
Para incorporar el jugo de calabaza en la rutina diaria, se recomienda prepararlo con ingredientes frescos y consumirlo preferentemente en ayunas, aunque puede disfrutarse en cualquier momento del día. Su sabor suave y dulce lo hace apto para toda la familia y su versatilidad permite integrarlo tanto en bebidas frías como calientes, adaptándose a diferentes preferencias y necesidades nutricionales.
El jugo de calabaza destaca por su aporte de agua, fibra, vitaminas y minerales esenciales, así como por su bajo impacto en los niveles de glucosa, lo que lo convierte en una opción valiosa para quienes buscan cuidar su salud a través de la alimentación.