Para Eury Pérez en los Marlins, de junio a julio se ha visto un cambio del cielo a la tierra

A su regreso de la lista de lesionados, luego de someterse a las penurias de la cirugía Tommy John, el dominicano Eury Pérez tuvo serios problemas para reencontrar su forma habitual. Después de tanto tiempo sin lanzar, muchos brazos sufren para retomar el ritmo que algún día tuvieron e incluso algunos nunca vuelven a encontrarlo.

En cuatro aperturas durante el mes de junio, Pérez registró una efectividad de 6.19, con una tasa de ponches de 19.4% y una de boletos de 13.9%. En ninguna de dichas salidas logró completar las cinco entradas.

"Creo que era solo una cuestión de que era apenas el comienzo", explicó el derecho recientemente, en declaraciones recogidas por el portal oficial de los Marlins de Miami. "Era el inicio de mi regreso al montículo. No tenía esa confianza con los pitcheos quebrados", añadió.

Pero apenas el calendario cambió hacia julio, las cosas comenzaron a lucir mucho mejor para el otrora prospecto.

El quisqueyano asegura que esa confianza en los envíos quebrados ha regresado en sus cinco apariciones del presente mes, en las que tuvo un registro de 3-1, con una efectividad de 1.29, la más baja para un abridor de los Marlins (con por lo menos dos aperturas) en un mismo mes desde que el mismo Pérez marcara un porcentaje de carreras limpias permitidas de 0.32 en junio de 2023.

Otra historia

Ahora, el serpentinero de los peces es dueño de una efectividad de 3.07 en el presente torneo, junto con unas tasas de ponches y boletos de 31.1% y 4.9%, respectivamente.

"Ha estado en una buena racha", indicó el mánager Clayton McCullough. "En especial en este último mes, en el que ha recolectado algunas aperturas. Seguimos observando que su repertorio es élite, en particular la recta. Y pienso que está consiguiendo más y más confianza en sus pitcheos secundarios. La forma en la que se están acoplando sus envíos quebrados y cómo complementan a la bola rápida".

Para Pérez, todo se trata de hallar la diversión en una profesión que, al final, es un juego.

"Salgo a divertirme, a hacer lo que me gusta hacer. Voy todo el tiempo a competir en ese montículo, a ayudar al equipo a ganar juegos con lo que sea que pueda hacer. Solo a divertirme. Por eso me siento tan confiado", cerró.