Los ejes principales apuntan a impulsar una logística multimodal eficiente que favorezca la bioeconomía, desarrollar infraestructura resiliente con soluciones basadas en la naturaleza y fortalecer el transporte fluvial (Imagen: Shutterstock)Durante la COP30, los países amazónicos lanzaron la Alianza por un Transporte Sostenible, Resiliente e Integrado en la Amazonía, un nuevo marco de cooperación apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (WBG) que busca optimizar la conectividad regional y fortalecer las redes logísticas en territorios históricamente aislados.
El anuncio tuvo lugar en Belém, Brasil, con la presencia de ministros de Transporte de los países de la región y representantes de ambos organismos multilaterales. La iniciativa propone la elaboración de un Plan de Acción Regional 2026–2030, que servirá como hoja de ruta para integrar infraestructura, sostenibilidad y eficiencia operativa en el transporte amazónico.
Los ejes principales apuntan a mejorar el acceso a servicios básicos, impulsar una logística multimodal eficiente que favorezca la bioeconomía, desarrollar infraestructura resiliente con soluciones basadas en la naturaleza y fortalecer el transporte fluvial como columna vertebral del comercio y la movilidad en la Amazonía.
“Conectar comunidades, reducir costos logísticos y promover un transporte bajo en carbono son pasos esenciales para el desarrollo sostenible de la región”, destacaron los representantes del BID durante la presentación.
La Amazonía enfrenta desafíos únicos en materia logística: vastas distancias, baja densidad poblacional y una dependencia histórica del transporte fluvial. Estos factores han limitado la integración comercial entre los países amazónicos y han encarecido el acceso a bienes, servicios y mercados.
El nuevo plan impulsado por la alianza busca potenciar la logística multimodal combinando transporte fluvial, terrestre y aéreo en un marco de sostenibilidad ambiental y eficiencia operativa. La meta es reducir los tiempos y costos de transporte, fortalecer la infraestructura crítica frente a eventos climáticos extremos y crear condiciones para el desarrollo de la bioeconomía regional.
El BID y el Banco Mundial acompañarán el proceso con asistencia técnica, estudios de conectividad transfronteriza y modelos de gobernanza adaptados a la realidad amazónica, donde las rutas naturales —los ríos— constituyen el eje principal del movimiento de mercancías.
Más del 70% de la población amazónica vive en ciudades o zonas periurbanas con déficits en agua, saneamiento, gestión de residuos, energía y transporte, factores que impactan directamente en las cadenas de suministro urbanas y regionales (Foto: Shutterstock)En paralelo, el BID, el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) anunciaron un aporte de US$500 millones al Fondo Nacional sobre Cambio Climático (FNMC).
Este financiamiento se destinará a proyectos de infraestructura y transporte con bajo impacto ambiental, ampliando la capacidad del Fondo para atender la creciente demanda de soluciones logísticas sostenibles.
“El fortalecimiento del Fondo Clima permitirá que los recursos lleguen a quienes impulsan el cambio en el territorio, especialmente a pequeñas y medianas iniciativas locales”, señaló Ilan Goldfajn, presidente del BID.
Desde el BNDES, su titular Aloizio Mercadante remarcó que la unión de esfuerzos entre gobierno y organismos multilaterales coloca a Brasil “a la vanguardia de la transición ecológica regional”.
Estos fondos complementarán las inversiones de la Alianza por un Transporte Resiliente, permitiendo desarrollar infraestructura verde, transporte bajo en carbono y proyectos de movilidad sostenible aplicables a la logística fluvial y terrestre en toda la región.
Los ministros de Hacienda y Planificación de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam firmaron además la creación de la Facilidad Amazonía Siempre para Ciudades e Infraestructura Resiliente, con el objetivo de movilizar más de US$1.000 millones en inversiones destinadas a energía limpia, seguridad hídrica y movilidad urbana.
Esta herramienta, impulsada en el marco del programa Amazonía Siempre del BID, busca cerrar las brechas de infraestructura que afectan la eficiencia logística y la competitividad regional. Más del 70% de la población amazónica vive en ciudades o zonas periurbanas con déficits en agua, saneamiento, gestión de residuos, energía y transporte, factores que impactan directamente en las cadenas de suministro urbanas y regionales.
Entre los principales aportes destacan:
- US$162 millones del Fondo Verde para el Clima (FVC) para proyectos de agua, saneamiento y gestión de residuos sólidos.
- US$215 millones de los Fondos de Inversión Climática (FIC) para ampliar el acceso a energía limpia y soluciones tecnológicas sostenibles.
- 6 millones de euros de la Agencia Española de Cooperación (AECID) destinados al fortalecimiento del saneamiento en la región.
Las tres iniciativas —la Alianza por un Transporte Resiliente, el Fondo Clima y la Facilidad Amazonía Siempre— conforman una hoja de ruta conjunta para transformar la infraestructura logística de la Amazonía en un modelo de desarrollo sostenible.
El objetivo común: construir una red de transporte multimodal eficiente, reducir la huella ambiental del movimiento de mercancías y promover la integración económica entre los países amazónicos, una región que concentra más del 40% de la biodiversidad mundial y un enorme potencial para la bioeconomía y el comercio regional.
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