La carrera de las finanzas abiertas ya arrancó en América Latina y la Argentina forma parte de ellaLa expansión del Open Finance en América Latina está redefiniendo el panorama financiero de la región, con países como Brasil, Colombia, Chile y Perú avanzando a ritmos distintos pero con un objetivo común: construir un sistema más abierto, interoperable y seguro.
La Argentina también ya está anotada en esa carrera, mediante el Sistema de Finanzas Abiertas creado por un decreto presidencial, que designó al Banco Central como responsable de su implementación. De hecho, tal como dio cuenta Infobae, el BCRA ya mantuvo los primeros contactos en septiembre con bancos y fintech para explicar su plan. El objetivo, según señaló el decreto, es que “las personas humanas y jurídicas, a través de su consentimiento expreso, compartan la información que consideren pertinente con las entidades que forman parte del sistema financiero para el desarrollo del crédito, la competencia y la inclusión financiera”.
La transformación digital no solo impulsa la competencia y la inclusión financiera, sino que también plantea desafíos regulatorios y tecnológicos que cada nación enfrenta desde su propio contexto, según señala un informe de Flux IT, una empresa de soluciones digitales que trabaja en este terreno, en el que se asegura que “el Open Finance en América Latina se encuentra en plena expansión”.
Brasil y Colombia se han consolidado como referentes en la región. En el caso brasileño, el sistema Open Finance ya opera bajo la regulación del Banco Central y avanza hacia funciones más sofisticadas, como la iniciación de pagos. Por su parte, Colombia implementó una Circular en 2024, que “regula el modelo de finanzas abiertas y establece estándares de arquitectura, seguridad y tecnología para el tratamiento seguro y transparente de los datos”.
Yape tiene más de 12,3 millones de usuarios activos al mes. Foto: Ecommerce NewsEn Chile, la Ley Fintech de 2023 y la normativa de 2024 de la Comisión para el Mercado Financiero establecieron principios de interoperabilidad, protección de datos y no discriminación. El calendario de implementación se extiende hasta 2029, lo que otorga tiempo a bancos y fintechs para adaptarse tecnológicamente. Con más de 480 startups activas y una adopción creciente de pagos digitales, el país cuenta con una base sólida, aunque enfrenta retos en costos de integración tecnológica y en la estandarización de APIs.
Perú, en tanto, aún no dispone de un marco normativo consolidado, pero la Superintendencia de Banca y Seguros ha manifestado su interés en avanzar gradualmente hacia el Open Finance. El auge de billeteras móviles como Yape y Plin ha impulsado la digitalización de pagos. Según estudios recientes citados por Flux IT, en 2022 el uso de efectivo cayó al 58% desde el 81% en 2018, mientras que las transferencias en tiempo real crecieron del 3% al 18%.
En Argentina, la formalización del Sistema de Finanzas Abiertas mediante el Decreto N° 353/2025 y la designación del Banco Central como responsable de su implementación marcan un hito en la evolución del sector. A esto se suman iniciativas previas como Transferencias 3.0 o la red de pagos con QR interoperable, que permitieron consolidar un ecosistema digital en expansión.
Santiago Urrizola, CEO de Flux IT, destacó que “la integración de datos financieros promete beneficios como mejores scores crediticios, procesos de onboarding más ágiles y mayor acceso a productos personalizados. Para los usuarios, esto se traduce en ofertas competitivas y experiencias digitales fluidas, siempre que se garantice la seguridad y privacidad en el manejo de los datos”.
La comparación regional que hace el informe revela que, aunque los puntos de partida son diversos, el horizonte es compartido. Argentina capitaliza la infraestructura de pagos inmediatos, Chile avanza con un marco normativo definido y Perú experimenta una fase de innovación impulsada por la masificación de billeteras digitales. El acceso seguro a los datos financieros se perfila como el factor decisivo para transformar la relación entre instituciones y clientes.
Desde Flux IT, subrayaron: “Las oportunidades son claras: mayor competencia, productos financieros personalizados, mejor acceso al crédito para consumidores y PYMEs, y nuevos modelos de negocio para fintech y bancos. Sin embargo, persisten desafíos como la interoperabilidad entre actores, los costos de implementación, la protección de datos y la necesidad de generar confianza en los usuarios para que compartan su información financiera”.
En este contexto, la inteligencia artificial y el análisis de datos emergen como aliados estratégicos. Estas tecnologías permiten transformar la información en experiencias personalizadas, anticipar necesidades y reducir tiempos de respuesta, aunque el reto sigue siendo equilibrar la innovación con una gobernanza de datos sólida que priorice seguridad, transparencia y proporcionalidad.

“Estamos en pleno despegue del Open Finance en Argentina, hay mucha infraestructura implementada, rieles, integraciones y un ecosistema con experiencia real en proyectos de interoperabilidad y datos abiertos. Eso nos da una ventaja competitiva frente a la región y el cambio hacia un modelo donde las personas son dueñas de sus datos y las entidades están más integradas ya empezó; y poco a poco vamos a ver resultados concretos”, puntualizó Urrizola.
También remarcó que “la Argentina tiene un enorme talento financiero y un ecosistema de empresas con mucha experiencia en integraciones y desarrollo de soluciones abiertas. No diría que estamos peor que otros, sino que tenemos características distintas: un nivel de bancarización todavía bajo, pero en rápido crecimiento, y una regulación que está madurando y avanzando hacia la estandarización. Nuestra gran oportunidad está en la inclusión: seguimos con un nivel de crédito menor al promedio regional, pero cada paso en bancarización y en apertura de datos nos acerca a un sistema financiero más accesible y dinámico”.
Finalmente, el CEO de Flux IT señaló que “el desafío es transformar los datos en un activo: que dejen de ser un obstáculo y pasen a ser una herramienta para que las entidades personalicen la oferta de crédito. La transformación radical pasa por la experiencia del usuario: personalizar la oferta, reducir trámites y eliminar fricciones en el journey. Ahí es donde el crédito puede finalmente despegar, más allá de las políticas macro y las normativas”.
hace 4 horas
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