
Odín fue un pastor belga que perteneció a la agrupación Manada K9, dedicada al entrenamiento y despliegue de animales de rescate, y que también formó parte de la Protección Civil de Nuevo León.
Su labor se centró en la búsqueda y localización de personas vivas y restos humanos, siendo vital en numerosos operativos de emergencia durante 2020, 2021 y 2022, donde su principal misión fue salvar vidas y apoyar a las autoridades, especialmente durante temporadas de intensas lluvias, inundaciones y deslaves en el norte del país.
A través de un comunicado en Facebook, el organismo estatal dio a conocer que, bajo el liderazgo y cuidado de su entrenador Francisco Liñán, el can se enfrentó con valentía a misiones en zonas de difícil acceso, demostrando siempre su entrega y eficacia.
Sin embargo, el pasado 6 de octubre, la corporación estatal anunció el fallecimiento del canino, quien partió rodeado del amor y cuidado de su familia tras años de servicio ejemplar y compromiso con la comunidad, dejando una profunda huella en todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo y trabajar junto a él.

En cada misión, Odín enfrentó terrenos de difícil acceso y condiciones adversas con valentía, demostrando un instinto impecable para seguir rastros y localizar a personas en peligro atrapadas entre el agua. Gracias a su agudeza y resistencia, el canino se convirtió en un elemento fundamental dentro de los operativos de búsqueda.
El canino trabajó estrechamente con Liñán, formando un equipo de rescate altamente efectivo y comprometido, lo que fue crucial para el éxito de las misiones, ya que combinaban la agudeza sensorial del perro con la experiencia y guía humana.
En un reportaje para Imagen Noticias, el adiestrador comentó: “la labor del perro trascendía la simple búsqueda de víctimas; su presencia se convirtió en un símbolo de fortaleza, compromiso y dedicación tanto para la comunidad de rescatistas como para la sociedad regiomontana”, resaltando la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo en situaciones de peligro.
Sin embargo, Odín no era el único integrante del equipo, ya que la manada K9 de la Protección Civil está compuesta por otros perros altamente capacitados en búsqueda y rescate, que trabajan en conjunto con sus manejadores para atender emergencias.

Odín fue un elemento invaluable para la Protección Civil de Nuevo León, participando en innumerables misiones de búsqueda y rescate bajo condiciones extremas, por lo que la noticia de su fallecimiento no solamente conmocionó a sus compañeros rescatistas, sino también a la comunidad en el norte del país.
“Su entrega incondicional y valentía marcaron la diferencia en cada rescate”, destacó un integrante del equipo a manera de despedida.
“Buen viaje, compañero fiel. Vuela alto y libre. Gracias por tus años de dedicación incansable y compromiso absoluto”, expresó su manejador en un mensaje a través de redes sociales, quien recordó al can como un ejemplo de lealtad y esfuerzo que inspiró a todos a su alrededor, donde su labor y nobleza permanecerán presentes en cada operativo y en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de trabajar junto a él.
Con esta pérdida, la corporación rinde homenaje a un miembro leal y valiente, cuya sensibilidad y entrenamiento ayudaron a llevar esperanza en los momentos más difíciles.
“Su legado será recordado como un símbolo de entrega y amor en situaciones de emergencia”, señaló un vocero de Protección Civil, resaltando el impacto duradero que dejó en la comunidad y el invaluable apoyo que brindó en cada operación, fortaleciendo la respuesta efectiva ante desastres naturales y emergencias.