Los octavos de final de la Copa Libertadores comenzaron sin goles en el Arena Castelão entre Fortaleza y Vélez en una serie que se resolverá en una semana en el Estadio José Amalfitani. El trámite ocurrido en el estado brasileño de Ceará registró un llamativo momento protagonizado por el siempre polémico Deyverson y el refuerzo del Fortín en este mercado de pases, Lisandro Magallán.
A los 29 minutos de la etapa inicial, el centrodelantero de 34 años fue a buscar una pelota sobre el lado derecho del área y ensayó una chilena poco ortodoxa desde un ángulo cerrado. El futbolista falló en sus cálculos y erró su intento de pirueta. A pesar de levantarse rápido para buscar una segunda oportunidad, Magallán estaba bien ubicado para ponerle el cuerpo, sacarlo de eje y dejarlo sin posibilidad de buscar el balón que se perdió por el fondo para que sea tiro de meta en poder de Tomás Marchiori.
Acto seguido, el atacante con pasado en Levante, Alavés y Palmeiras, entre otros equipos, casi pierde el equilibrio, pero se mantuvo en pie y, en el regreso a su posición, mantuvo su vista fijada en el número de camiseta del zaguero central de Vélez, en un evidente intento de burla para dar a entender que no lo conocía, una situación que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
No es la primera vez que Deyverson tiene un gesto de esta índole porque en octubre pasado provocó a los hinchas de River Plate antes de la entrada en calor en el Estadio Monumental. De camino al campo de juego, extendió su brazo derecho a lo largo de su pecho para realizar una banda horizontal en señal de la franja amarilla alrededor de la casaca de Boca Juniors que posee al azul como color predominante. Más allá de esto, las cámaras también enfocaron en el trayecto al reducto que tenía en el micro una bolsa apoyada sobre la ventana frontal, la cual poseía una camiseta del Xeneize.
*El resumen del empate entre Fortaleza y Vélez
La conexión con el cuadro de la Ribera tuvo su origen por blanquear su deseo de jugar en el club: “Si un día me suena el teléfono y me dicen: ‘Deyverson, vení a jugar a Boca’. Pfff... Me gustaría pasar por Boca porque soy un jugador de ir al frente y veo que Boca tiene mucho de eso. La verdad es que le tengo mucho cariño a la Bombonera por Maradona y todo lo que hizo a nivel mundial. También por todos los jugadores que jugaron ahí: Carlitos Tevez, Cavani, Riquelme… Para mí sería una ilusión jugar en Boca, con Felipe Melo (ex compañero en el Palmeiras). Los dos juntos. Ojalá algún día pueda jugar con Felipe Melo en La Bombonera con los hinchas cantando. Sería una locura”.
Tras perder la final de la Copa Libertadores con Atlético Mineiro ante Botafogo, se marchó a Fortaleza y, en abril pasado, protagonizó una nueva locura en un empate sin goles contra Internacional de Porto Alegre: terminó lesionando a un compañero en medio de una celebración de gol que luego fue anulada por el VAR. Desde su llegada, acumula 25 partidos con su nuevo club, en los cuales anotó cinco goles y brindó una asistencia.
La revancha de la eliminatoria tendrá lugar el próximo martes desde las 19 (hora argentina) en Liniers y solo un nuevo empate enviará la historia a los penales. El ganador de la serie se cruzará con el vencedor de Racing y Peñarol de Uruguay.