Ucrania reivindicó el domingo dos operaciones de sabotaje contra la red ferroviaria rusa durante el fin de semana que dejaron al menos tres muertos, según informó una fuente del servicio de inteligencia militar ucraniano (GUR).
La fuente anónima del GUR comunicó a la agencia AFP que el servicio de inteligencia, en cooperación con unidades del ejército ucraniano, llevó a cabo el ataque del sábado en la región rusa de Oriol, así como otro operativo el domingo en la región de Leningrado.
El incidente más mortífero ocurrió en la región de Oriol, donde una bomba colocada en las vías férreas causó la muerte de tres efectivos de la Guardia Nacional. Las víctimas estaban inspeccionando las vías cerca de la ciudad de Maloarkhangelsk, a unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania.
En la región de Leningrado, dos trenes descarrilaron el domingo por la mañana en distintas partes de la región occidental rusa. El gobernador Alexander Drozdenko confirmó que una locomotora diésel descarriló cerca de la estación de Semrino, en el distrito de Gatchina, donde el maquinista quedó atrapado en su cabina y falleció posteriormente durante su traslado al hospital.
Un segundo tren de mercancías que transportaba 15 vagones cisterna vacíos también descarriló en un tramo más al sur de la misma región, aunque sin víctimas mortales. Drozdenko indicó que los investigadores están estudiando la posibilidad de sabotaje en ambos incidentes.
La reivindicación ucraniana marca una escalada en la guerra de sabotaje contra la infraestructura rusa. Kiev tradicionalmente no suele reclamar la autoría de estos ataques, pero los aplaude frecuentemente, argumentando que Rusia utiliza su red ferroviaria para transportar tropas y suministros militares a sus fuerzas que combaten en Ucrania. En el pasado, saboteadores ucranianos han colocado explosivos en las vías del tren específicamente para impedir la llegada de refuerzos y provisiones a las tropas rusas desplegadas en el frente.
Paralelamente, las fuerzas ucranianas también atacaron durante la noche del sábado una de las refinerías de petróleo más importantes de Rusia. El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas ucranianas confirmó el ataque contra la refinería de Kirishi, en la región de Leningrado, llevado a cabo por unidades de las Fuerzas de Sistemas No Tripulados y de las Fuerzas de Operaciones Especiales.
La refinería de Kirishi, operada por Surgutneftegas, es una de las tres principales instalaciones de Rusia por producción, con capacidad para procesar entre 17,7 y 20 millones de toneladas métricas al año. La instalación produce cerca de 80 tipos de productos petrolíferos y abastece las necesidades de las Fuerzas Armadas rusas.
El gobernador Drozdenko reportó que tres drones fueron derribados durante el ataque nocturno, y que los restos provocaron un incendio en las instalaciones que posteriormente fue extinguido. No se reportaron heridos en este incidente.
La estrategia ucraniana busca disrumpir las líneas de suministro rusas y golpear la infraestructura energética que alimenta el esfuerzo bélico de Moscú, en momentos en que Rusia enfrenta escasez de combustible en varias regiones debido a la combinación de ataques a refinerías y aumento de la demanda estacional.
El Ministerio de Defensa ruso informó que derribó al menos 80 drones ucranianos durante la noche sobre territorio ruso, la Crimea ocupada y el mar de Azov. Además, las fuerzas rusas atacaron infraestructura ucraniana de drones de largo alcance y derribaron 340 drones ucranianos en las últimas 24 horas, según agencias de noticias rusas.
En el frente terrestre, el Ministerio de Defensa ruso difundió el sábado un video que supuestamente muestra la captura de la aldea de Novomykolaivka en la región ucraniana de Dnipropetrovsk, en el sureste del país.