En el encuentro correspondiente a la fecha 14 de la Primera Nacional, en la que Atlanta se impuso con autoridad frente a San Martín de Tucumán, se vivió una obra de arte propia para que fuera considerada para el tradicional premio Puskas, que reconoce el talento de los futbolistas que sorprenden con golazos en las diversas canchas del mundo.
El Bohemio logró un triunfo clave para alcanzar al Ciruja en la cima de la Zona A del campeonato de la segunda división del fútbol argentino. Pero todos los flashes fueron para Federico Bisanz, el volante que ingresó en reemplazo de Jorge Valdez para interpretar una conquista espectacular desde su propio campo.
Cuando el duelo estaba 2 a 0 a favor del combinado liderado por Luis García, el mediocampista surgido de las divisiones menores del club de Villa Crespo capitalizó una pésima salida en un tiro libre a favor de su rival y buscó el arco desde más de 50 metros.
La pelota, ambiciosa e impredecible, voló por el cielo porteño hasta colarse en la red a la espalda de Dario Sand, el hermano del legendario delantero que dejó su huella en Lanús que nada pudo hacer ante la pegada de su adversario.
“¡No sé lo que pasó!”, grito de manera espontánea Julián Bricco, quien estaba a cargo de la transmisión oficial en la señal deportiva TyC Sports, mientras que Fernando Lavecchia soltó un análisis amparado en la admiración hacia el héroe de la tarde: “Es un golazo, no se puede decir nada más”...
El choque en el estadio Don León Kolbovski había comenzado con felicidad para el dueño de casa, que logró abrir el marcador a través de la vía aérea. Marcos Echeverría fue el encargado de imponer el delirio del Bohemio a los 19 minutos de la etapa inicial.
En el complemento, José Gómez extendió la diferencia con un violento disparo que dejó sin posibilidades a Sand. El defensor terminó la escena para evitar un contragolpe de San Martín de Tucumán y selló el 2 a 0 para encaminar la victoria.
Sin embargo, Martín Pino aportó una cuota de suspenso cuando marcó el descuento y el temor al empate comenzó a apoderarse en las tribunas. Es que la repartición de puntos no le servía a Atlanta. Y esos miedos desaparecieron cuando Federico Bisanz cerró el compromiso con su impactante grito. “Hay que cerrar el estadio, sólo los genios hacen eso”, dijo alguna vez el Coco Basile cuando le consultaron sobre un golazo de Messi. El experimentado estratega bicampeón de América, no tendría ningún inconveniente para describir la obra del volante que le dio al Bohemio la punta de su grupo.