¿No más presentaciones en EEUU?: Julión Álvarez y otros artistas mexicanos a los que les negaron la visa

Julión Álvarez tuvo que cancelar algunos de sus conciertos en Texas. (EFE/José Méndez/Archivo)

La implementación de nuevas políticas migratorias por parte del gobierno de Estados Unidos ha generado un impacto significativo en la industria musical mexicana, afectando a varios artistas que han visto rechazadas sus solicitudes de visa de trabajo.

Esta situación ha llevado a la cancelación de múltiples presentaciones programadas en territorio estadounidense, afectando principalmente a músicos de géneros como el corrido tumbado y el narcocorrido, los cuales han sido señalados por presunta apología al narcotráfico y al crimen organizado.

Uno de los casos más destacados es el del cantante Julión Álvarez, quien recientemente tuvo que cancelar conciertos en Texas debido a la negativa de su visa de trabajo. En un video publicado en sus redes sociales, el artista expresó su frustración, explicando que la situación estaba fuera de su control.

El grupo musical proyectó imágenes de Nemesio Oseguera Cervantes durante un concierto en Jalisco. (Facebook/Los Alegres del barranco)

Álvarez ya había enfrentado problemas en 2017, cuando el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos lo incluyó en una lista de 22 mexicanos supuestamente vinculados al narcotráfico, tal y como reportó Univision. Aunque el cantante negó las acusaciones y logró retomar su carrera en México y EEUU, las nuevas restricciones migratorias han vuelto a impedir su ingreso al país. Sus canciones habían sido eliminadas de plataformas como YouTube y Spotify.

Otro grupo afectado por estas medidas es Los Alegres del Barranco, quienes fueron de los primeros en ver rechazadas sus visas de trabajo bajo esta nueva política. Como reportó Infobae, el permiso les fue negado tras proyectar imágenes de líderes del crimen organizado durante un concierto en Jalisco, lo que fue considerado apología del delito por las autoridades mexicanas. Este incidente también llevó al Departamento de Estado de EEUU a revocar sus visas de trabajo y de turista, argumentando que el grupo promovía el narcotráfico.

El comediante fue deportado en 2017 por trabajar utilizando una visa de turista. (@carlosbonavidesoficial)

El veterano cantante Lorenzo de Monteclaro, de 86 años, también se ha visto afectado. Según publicó en sus redes sociales, tuvo que cancelar tres presentaciones en Estados Unidos. Aunque no especificó si el rechazo de su visa de trabajo fue la causa, mencionó que estaba a la espera de documentación requerida para su ingreso al país.

“Mi cancelación se debe a situaciones ajenas a mi voluntad, ya que me encuentro en un proceso de espera de la documentación requerida para poderles cumplir en tiempo y forma”, dijo el artista en redes sociales, según declaraciones recogidas por Univisión.

La lista de artistas mexicanos que enfrentan restricciones para ingresar a Estados Unidos continúa creciendo. Entre ellos se encuentra Espinoza Paz, quien supuestamente reveló a la creadora de contenido conocida en redes sociales como “Chamonic3″ que su visa de trabajo había sido rechazada desde hace tres años.

Asimismo, el comediante Carlos Bonavides fue deportado en 2017 cuando, según reportó Dallas News, fue acusado de trabajar en un restaurante de Houston con una visa de turista.

“Tratamos de pasarnos de listos y quisimos pasar a trabajar con visa de turista y en el tiempo en el que se desarrolló ‘el chisme’ todos tratamos de defendernos malamente”, expresó Bonavides.

Según declaraciones recogidas por el medio texano, el comediante admitió que buscaba trabajar con visa de turista y no con la adecuada.

Estas medidas reflejan una postura más estricta del gobierno estadounidense hacia ciertos géneros musicales y artistas, especialmente aquellos asociados con contenidos que podrían interpretarse como glorificación del crimen organizado. La situación no solo afecta a los músicos en términos económicos, al impedirles realizar presentaciones en uno de los mercados más importantes para la música mexicana, sino que también limita su alcance cultural y su conexión con el público latino en Estados Unidos.