
Un niño de 8 años resultó gravemente herido tras haber sido atacado por un tiburón durante una sesión de snorkel en Key Largo, Florida, el lunes 1 de septiembre. El incidente, que ocurrió frente a la costa en el área conocida como Horseshoe Reef, derivó en una respuesta urgente de los servicios de emergencia y su posterior traslado en helicóptero al Hospital Jackson Memorial de Miami para recibir atención avanzada, según reportes oficiales citados por Local10 y ABC7.
El ataque fue confirmado desde el primer momento por la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe, entidad que informó sobre el hecho mediante una comunicación oficial en redes sociales. De acuerdo con la misma fuente, la víctima sufrió una herida de consideración sobre la rodilla, presentó pérdida considerable de sangre y requirió intervención quirúrgica en las horas posteriores al ingreso hospitalario. Las autoridades de la Guardia Costera de Estados Unidos y la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC) activaron los protocolos de emergencia para asistir en el operativo.
Florida cuenta con un historial de casos de este tipo. De acuerdo con datos estatales, el territorio concentra, desde hace años, más de la mitad de los incidentes reportados en Estados Unidos y una gran proporción a nivel mundial. El reciente incidente renueva el debate sobre las condiciones de seguridad en las zonas recreativas del archipiélago de Cayos de Florida y los procedimientos de prevención existentes, en un contexto donde ya se habían registrado otros ataques con saldo de heridos durante la presente temporada.
La víctima, identificada por las autoridades como un niño de 8 años, practicaba snorkel en el área de Horseshoe Reef, un punto frecuentado por buceadores, aproximadamente a las 15:24 del lunes, según documentación oficial a la que accedió Local10. El ataque sucedió frente a Cayo Largo, en la zona sur de Florida, y fue reportado por testigos a los servicios de emergencia poco después del suceso.
El departamento de emergencias recibió el llamado e inmediatamente se enviaron al lugar unidades de rescate especializadas. Según despachos retransmitidos por 7 News Miami, los socorristas aplicaron dos torniquetes y un vendaje para detener la hemorragia. El paciente fue descrito como “pálido” y con “pérdida significativa de sangre”, lo que generó una rápida coordinación para el traslado aéreo hasta el Hospital Jackson Memorial de Miami, uno de los centros de referencia de la región.
De acuerdo con declaraciones del sheriff Rick Ramsay, recogidas por Miami Herald, el menor fue intervenido quirúrgicamente la misma noche del lunes. Los informes médicos no detallaban pronóstico, pero destacaban la gravedad de las lesiones. La Oficina del Sheriff, la Guardia Costera estadounidense y la FWC se mantuvieron en coordinación durante todo el operativo.

La región de los Cayos de Florida ha registrado previamente incidentes similares. Según estadísticas de la FWC y reportes de ABC7, Florida representó en 2024 más del 50% de los ataques no provocados en Estados Unidos, y cerca del 30% del total mundial en ese año. Solo en los meses previos, casos similares implicaron tanto a residentes locales como a turistas.
En julio de 2025, un hombre de 37 años sobrevivió a una situación análoga tras sufrir múltiples mordidas de un tiburón toro cerca de Key West, a menos de 140 kilómetros del ataque reciente, según informó ABC7. El evento del niño se suma a una serie de episodios que involucran encuentros entre tiburones y bañistas, especialmente durante fines de semana largos y fechas de mayor afluencia turística, como el Labor Day.
Fuentes de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida consultadas por Telemundo49 explicaron que los ataques suelen coincidir con temporadas de mayor presencia humana en el agua y que las condiciones climáticas o la actividad pesquera pueden influir en la conducta de las especies marinas.
La Oficina del Sheriff del Condado de Monroe emitió un comunicado pocas horas después del incidente informando sobre la asistencia al menor, el despliegue de recursos de emergencia y la puesta en marcha de la investigación de los hechos. “La seguridad de los residentes y visitantes es nuestra prioridad, por eso, tras el ataque, se reforzó la vigilancia en la zona”, expresó el departamento del sheriff.
La Guardia Costera de Estados Unidos y la FWC se sumaron a las tareas de apoyo y monitoreo. Se informó a los operadores turísticos y a los clubes de buceo de la necesidad de extremar precauciones. Aunque no se establecieron restricciones para la actividad, sí se reiteraron las recomendaciones en cuanto a la distancia mínima con bancos de peces, uso de vestimenta adecuada y respeto por las zonas señalizadas.

El hecho renueva el foco sobre las normas de seguridad acuática en Florida y la importancia de contar con protocolos de actuación rápida, especialmente para grupos familiares o contingentes turísticos. El hospital Jackson Memorial, donde recibió atención el menor, es uno de los centros mejor equipados para emergencias de este tipo en la Costa Este. La rápida acción de los socorristas fue determinante para estabilizar al paciente antes de la intervención quirúrgica.
Expertos en fauna marina señalan que, si bien los ataques de tiburón a humanos suelen ser poco frecuentes en relación con la cantidad de personas que visitan aguas abiertas cada año, acciones simples como evitar el uso de objetos brillantes, nadar en grupos o mantenerse alejados de zonas de pesca reducen el riesgo. Hasta el cierre de la presente nota, las autoridades continúan investigando el suceso y monitoreando la evolución médica del menor herido, según consta en los reportes oficiales publicados por la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe y recogidos por Local10.
Las autoridades estadounidenses y organismos de conservación como la FWC reiteran que cualquier encuentro con fauna marina debe ser comunicado de inmediato a los servicios de emergencia. Insisten en la necesidad de aplicar estrictamente las recomendaciones ya establecidas para minimizar riesgos durante la práctica de actividades acuáticas recreativas. Los operadores de embarcaciones y clubes de buceo han sido advertidos por la importancia de reportar incidentes en tiempo real y colaborar con el relevamiento de información que facilite la prevención de futuros ataques.
El Departamento de Salud Pública de Miami-Dade sugiere a la población informarse sobre las actualizaciones de acceso a las playas, las restricciones de navegación y los avisos meteorológicos antes de ingresar al mar. Otras agencias resaltan la colaboración institucional entre departamentos de seguridad, hospitales y organizaciones civiles ante incidentes de este tipo, como ha ocurrido en el operativo montado tras el ataque en Key Largo.