El juicio contra Sean “Diddy” Combs vivió una escena inesperada antes de que iniciaran los testimonios este martes, cuando una mujer del público interrumpió el proceso para apoyar al rapero, quien enfrenta acusaciones de tráfico sexual y crimen organizado.
La audiencia, que se llevó a cabo en una corte federal de Manhattan, arrancó con tensas discusiones entre los abogados de Combs y la fiscalía sobre una serie de pruebas. Entre ellas, videos de vigilancia que, según los fiscales, muestran a una exempleada del magnate musical en situaciones comprometedoras, además de llamadas telefónicas de Combs desde prisión, en las que aparentemente habría coordinado celebraciones de su cumpleaños en redes sociales.
En medio de este ambiente, una mujer del público, se puso de pie y rompió el silencio con una serie de gritos dirigidos al acusado.
“¡Esto no es un jodido juego!”, exclamó. “¡Diddy, estos cabrones se están riendo de ti! ¡Vienen por ti!”.
La sala, atónita, presenció cómo la mujer también arremetió contra el sistema judicial, mientras los alguaciles del tribunal le ordenaban guardar silencio antes de escoltarla fuera del recinto.
El juez Arun Subramanian, visiblemente molesto, ordenó su inmediata expulsión.
Por su parte, Combs, ataviado con un suéter marrón sobre una camisa blanca, giró la cabeza para observar cómo la mujer era retirada de la sala.
Aunque las motivaciones de la mujer no están del todo claras, su intervención pone en evidencia la tensión creciente alrededor del caso de “Diddy”, cuya figura pública se ha visto sacudida por múltiples acusaciones y una creciente cobertura mediática.
Poco después del incidente, el juicio continuó con el testimonio de Eddy García, supervisor de seguridad del extinto Hotel InterContinental en Century City, Los Ángeles.
El testigo fue llamado para hablar sobre el contexto del video en el que presuntamente se ve a Combs agrediendo a Cassie Ventura, expareja del artista, en una grabación clave para el caso.
A medida que avanza el juicio, se espera que nuevos testigos y pruebas arrojen más datos sobre los presuntos abusos cometidos por el fundador de Bad Boy Records, cuya carrera y reputación cuelgan ahora de un hilo.
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