Mueren padre e hija misioneros cristianos en un accidente aéreo mientras transportaban ayudas a Jamaica

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Alexander Wurm, fundador de IgniteAlexander Wurm, fundador de Ignite the Fire, transportaba ayuda humanitaria para las víctimas del huracán Melissa en Jamaica. (Ignite the Fire/Facebook)

Un accidente aéreo en Coral Springs, cerca de Fort Lauderdale, en Florida, cobró la vida de Alexander Wurm, fundador y piloto de la organización cristiana Ignite the Fire, y de su hija Serena, ambos en plena misión humanitaria hacia Jamaica. La avioneta que pilotaban cayó cuando transportaban suministros para las víctimas del huracán Melissa, que devastó la isla caribeña el mes pasado.

De acuerdo con informes difundidos por The Wall Street Journal, el siniestro ocurrió el lunes 10 de noviembre, apenas cinco minutos después del despegue desde el Fort Lauderdale Executive Airport.

La aeronave, una Beechcraft King Air, se dirigía hacia el Aeropuerto Internacional Sangster en Montego Bay, Jamaica, cargada con materiales esenciales como generadores, baterías y dispositivos de internet Starlink, destinados a apoyar a comunidades severamente afectadas.

La avioneta perdió altura y se precipitó en un lago de una zona residencial de Coral Springs, a unos 20 kilómetros al noroeste de Fort Lauderdale. “La aeronave no impactó ningún domicilio, pero sí algunos árboles antes de sumergirse en el agua”, detallaron las autoridades. Ninguna persona en tierra resultó herida. Los primeros equipos de emergencia acudieron de inmediato, pero la operación pasó rápidamente de rescate a recuperación de cuerpos.

La NTSB investiga las causasLa NTSB investiga las causas del accidente que cobró la vida de los voluntarios que trasladaban ayuda crítica a las zonas más afectadas de la isla caribeña. (Carline Jean/AP)

La investigación del accidente está a cargo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que busca determinar las causas que provocaron la caída del avión.

El dolor por la pérdida se extendió entre quienes conocían la labor de Wurm y su hija. En un comunicado difundido en redes sociales, Ignite the Fire Ministry subrayó el legado del piloto: “Alexander Wurm fue conocido por su ‘calidez y amabilidad inquebrantables’, y por haber ‘dedicado su vida al servicio de los demás’. A lo largo de su vida, Alex viajó extensamente, alcanzando distintos países y continentes, donde trabajó incansablemente llevando fe, compasión y apoyo”, destacó la organización.

En el mismo mensaje, se describió a Serena Wurm como una joven que “siguiendo los pasos de su padre, fue un faro de empatía y esperanza, inspirando a todos mediante su compromiso con la labor humanitaria”. La familia Wurm queda conformada ahora por Candace, esposa y madre, y dos hijos de la pareja: Christina, de 20 años, y James, de 17.

Organizaciones aliadas, como Crisis International, resaltaron el aporte clave que Wurm realizó en las jornadas posteriores al huracán. Ferin Cole, líder del equipo en Montego Bay, expresó: “hoy estamos recogiendo recursos en el aeropuerto local —un hombre increíble llamado Alexander Wurm y su ministerio Ignite the Fire ha volado desde Islas Caimán en un King Air con todo tipo de suministros: paneles solares, un Starlink, lonas, todo lo que necesitamos de manera urgente. Es enorme”.

El accidente ocurre en plenaEl accidente ocurre en plena emergencia humanitaria por el paso del huracán Melissa, que dejó decenas de muertos y millones de toneladas de escombros en Jamaica. (REUTERS/Raquel Cunha)

Sean Malone, fundador de la organización, sumó: “las asociaciones como la nuestra dependían de vuelos en aviones pequeños por problemas logísticos con aerolíneas comerciales y Alexander había sido ‘increíblemente generoso’, realizando los traslados bajo su propio costo. Hoy no llegó. Supimos que la aeronave cayó en Coral Springs, Florida, y que él y su hija no sobrevivieron. Estamos en total shock”.

La misión de Alexander y Serena formaba parte de un esfuerzo regional que intentaba responder a la emergencia generada por el huracán Melissa, considerado el de mayor fuerza que ha impactado a la isla en su historia reciente.

El ciclón, clasificado como categoría 5, dejó al menos 67 fallecidos —28 de ellos en Jamaica— y daños catastróficos en infraestructura y viviendas. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calculó que persisten 4,8 millones de toneladas de escombros, lo cual dificulta el paso de suministros y retarda la rehabilitación de hospitales, escuelas y otras áreas prioritarias.

En Jamaica, la catástrofe sigue muy vigente. Unas 2.500 personas permanecen en refugios temporales y, en zonas como St. Elizabeth y Westmoreland, alrededor de un 90% de los edificios resultaron destruidos, según la ONU. “La última misión de Alexander y Serena representa una muestra de altruismo y valentía que permanece en quienes recibieron su ayuda”, recalcó la organización.

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