Muere Felix Baumgartner, el hombre que saltó desde la estratósfera y rompió la barrera del sonido

El mundo del deporte extremo está de luto. Felix Baumgartner, el célebre paracaidista austriaco que en 2012 rompió la barrera del sonido con una caída libre desde 39 kilómetros de altura, ha fallecido a los 56 años en un accidente en la costa este de Italia.

Según informaron los bomberos italianos, Baumgartner impactó con su parapente en una piscina de la ciudad de Porto Sant’Elpidio. La trágica noticia fue confirmada por el alcalde del municipio, Massimiliano Ciarpella, a través de redes sociales:

“Nuestra comunidad está profundamente afectada por la trágica desaparición de Felix Baumgartner, una figura de relevancia global, símbolo de coraje y pasión por el vuelo extremo”.

Felix Baumgartner y un salto que desafió la historia

Conocido como “Fearless Felix”, Baumgartner capturó la atención del mundo el 14 de octubre de 2012, cuando se lanzó desde la estratósfera sobre el desierto de Nuevo México como parte del proyecto Red Bull Stratos.

Durante su descenso de más de 9 minutos, alcanzó una velocidad de 843,6 mph (1.357,6 km/h) —1.25 veces la velocidad del sonido—, convirtiéndose en el primer humano en superar la barrera sónica sin ayuda mecánica. Su hazaña batió varios récords mundiales, incluido el del salto en paracaídas desde la mayor altitud registrada.

“Cuando estás allá arriba, te sientes tan humilde que ya no piensas en récords ni en ciencia. Solo quieres volver con vida”, dijo tras su épico aterrizaje.

Un legado imposible de olvidar

Antes de su salto histórico, Baumgartner ya era una leyenda en el mundo del deporte extremo:

• Voló sobre el Canal de la Mancha en 2003 usando un ala de fibra de carbono.
• Saltó desde rascacielos, puentes y monumentos como el Cristo Redentor en Brasil.
• Participaba recientemente en espectáculos aéreos con el grupo The Flying Bulls como piloto de helicóptero acrobático.

A pesar de que su récord de altitud fue superado en 2014 por Alan Eustace, la imagen de Baumgartner flotando sobre la Tierra, dando un pulgar arriba antes de saltar al vacío, quedó grabada en la memoria de millones.

“A veces, tenemos que llegar muy alto para darnos cuenta de lo pequeños que somos”, reflexionó en su momento.