Miles de personas desplazadas por las tormentas en Alaska no podrán volver a sus hogares en 18 meses

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El gobernador de Alaska lamentóEl gobernador de Alaska lamentó que cientos de personas no puedan retornar pronto a sus hogares tras la destrucción por las tormentas. (Alaska National Guard/ Joseph Moon/Handout via REUTERS)

El daño causado por las inundaciones en varias aldeas remotas de Alaska dejó a más de 2.000 personas desplazadas, quienes no podrán regresar a sus hogares por al menos 18 meses, según informó el gobernador Mike Dunleavy en una solicitud presentada a la Casa Blanca para declarar el área como zona de desastre mayor, reportó Associated Press. Un primer balance de situación en Kipnuk estimó que 121 viviendas han sido destruidas, lo que equivale al 90% del total. En la localidad de Kwigillingok, un poco más de un tercio de las casas resultaron inhabitables tras la catástrofe.

El impacto de las inundaciones estuvo vinculado a los remanentes del tifón Halong, que azotó la región con la fuerza de un huracán de categoría 2, generando una marejada que arrasó con las áreas bajas y dejó, según indicó Dunleavy, un muerto y dos personas desaparecidas. Las labores de rescate permitieron extraer a decenas de habitantes cuyas casas fueron arrastradas por el agua. Autoridades locales explicaron que más de 2.000 personas se alojan de emergencia en escuelas, alojamientos temporales en ciudades de mayor tamaño o han sido evacuadas a Anchorage, la ciudad más grande del estado, mediante aeronaves militares.

Las autoridades de Anchorage esperan la llegada de hasta 1.600 evacuados. Hasta el momento, unos 575 han sido trasladados en vuelos de la Guardia Nacional de Alaska y permanecen en un centro deportivo y un recinto de convenciones. Se prevén más vuelos en los próximos días, mientras los funcionarios trabajan en soluciones de alojamiento a corto plazo, incluyendo hoteles, y en alternativas habitacionales más estables para el futuro.

Más de 2.000 personas fueronMás de 2.000 personas fueron desplazadas por el impacto de un tifón que destruyó zonas rurales de Alaska. (Keith C. Horen/ Servicio Geológico y Geofísica de Alaska via AP)

El gobernador Dunleavy advirtió que, debido a las condiciones climáticas, la dificultad de acceso y la extensión geográfica de la zona afectada, numerosos supervivientes no podrán retornar a sus comunidades durante el próximo invierno. Las autoridades estatales están priorizando las reparaciones rápidas, aunque varios pueblos podrían no estar en condiciones de ser habitados durante los meses más fríos.

En su solicitud a la Casa Blanca, Dunleavy señaló que la asistencia federal permitirá financiar trabajos de emergencia y reconstrucción en la región ártica de Estados Unidos, además de ayudar a la población desplazada. Los tres congresistas de Alaska reclamaron mediante una carta al presidente Donald Trump la pronta aprobación de la declaración de desastre.

El impacto del desastre se da en un área poco poblada, fuera de las rutas principales, donde las comunidades solo son accesibles por vía aérea o fluvial en esta época del año. Los habitantes del lugar dependen de la caza y la pesca para su alimentación y la reubicación temporal en las ciudades supone un cambio significativo en su modo de vida.

LaGuardia Nacional rescató a cientosLaGuardia Nacional rescató a cientos de personas en lugares remotos como la aldea Kipnuk, una de las más afectadas por la tormenta. (Alaska National Guard/ Joseph Moon/Handout via REUTERS)

Alexie Stone, residente de Kipnuk, llegó a Anchorage en un jet militar junto a su familia y relató que han recibido ayuda del Cruz Roja con camas, mantas y artículos de higiene personal. Explicó que ahora intentará encontrar empleo y vivienda en la ciudad, ya que estuvo empleado previamente en un supermercado en Bethel. “Es cuestión de buscar un lugar y conseguir trabajo. Estamos comenzando una nueva vida aquí en Anchorage”, declaró Stone.

El gobierno local y empresarial de Anchorage manifestó que trabajará para acoger a los afectados. La alcaldesa Suzanne LaFrance expuso en la Asamblea de la ciudad: “Nuestros vecinos del oeste de Alaska han experimentado una pérdida y devastación tremendas. Haremos todo lo posible aquí en Anchorage para recibir a nuestros vecinos y apoyarlos en estos tiempos difíciles”.

La representante estatal Nellie Unangiq Jimmie, de Toksook Bay, contó a la Asamblea que enfrentó vientos de hasta 161 km/h junto a su hija y sobrina. “No tuvimos opción más que sentarnos en la casa y esperar si la vivienda se desprendía de los cimientos o si los escombros iban a romper nuestras ventanas”, relató Jimmie a Associated Press. Expresó su agradecimiento a Anchorage y remarcó que las personas desplazadas siguen sintiéndose en casa pese a la distancia.

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