Cuando Mike Tyson habla de boxeo, el mundo escucha. “Iron Mike”, conocido por su propio estilo implacable y su aura intimidante en el cuadrilátero, ha ofrecido una perspectiva fascinante sobre la agresividad en el deporte.
En una reciente entrevista en el podcast The Big Podcast with Shaq, conducido por Shaquille O’Neal, Tyson no dudó en nombrar a quien, según su criterio, ha sido el boxeador más agresivo y, por ende, el más aterrador que ha visto jamás.
Las palabras de Tyson resuenan con autoridad, dada su propia trayectoria como uno de los pegadores más demoledores de la historia. Para que un hombre con el historial de “Iron Mike” elogie la ferocidad de otro púgil, significa que el nivel de brutalidad y determinación era verdaderamente excepcional.
Sin rodeos, Mike Tyson apuntó a Sonny Liston como el boxeador más agresivo que ha pisado un ring. Liston, un excampeón mundial de peso pesado en la década de 1960, era conocido por su mirada implacable, su poder devastador y su aura de invencibilidad, que intimidaba a sus oponentes incluso antes de que sonara la campana.

“Para mí, el boxeador más agresivo de todos los tiempos es Sonny Liston. Era un tipo que te miraba y te hacía sentir que te iba a matar”, expresó Tyson, pintando un cuadro vívido de la intimidación que Liston proyectaba.
Las palabras de Tyson no solo resaltan la agresividad física de Liston, sino también su impacto psicológico en sus adversarios. La capacidad de un boxeador para infundir miedo antes incluso de lanzar un golpe es una cualidad rara y formidable, una que Tyson mismo perfeccionó en su carrera.
“Iba a una ciudad y la policía le decía que no podía entrar. Les rompía la mandíbula, les quitaba la pistola… era un monstruo”, recordó la leyenda del peso pesado.
La elección de Liston por parte de Tyson no es aleatoria. Ambos compartieron una reputación de ferocidad inquebrantable y una capacidad para terminar peleas de manera brutal.
La admiración de Tyson por Liston habla de un respeto por la pura, despojada y aterradora agresividad que define a los verdaderos depredadores del ring. Para Tyson, la agresividad no es solo un estilo de boxeo, es una mentalidad que convierte a un pugilista en una fuerza imparable.