Ya sea porque se compran productos en oferta o porque se busca conservar mejor lo fresco, los alimentos congelados son una opción muy práctica. Y aunque el congelador del refrigerador es un aliado para conservarlos, existe un truco para verificar que está funcionando correctamente.
La táctica consiste en un vaso lleno de agua y una moneda, que serán los indicativos para saber si tus congelados se mantuvieron protegidos por la baja tempertura o hubo alguna falla que aumenta el peligro de una intoxicación alimentaria.
El truco del vaso que te puede ahorrar un disgusto
Primero, llena un vaso con agua, colócalo en el congelador y espera a que el agua se congele completamente. Luego, pon una moneda encima del hielo y vuelve a meter el vaso en el congelador.
Este sencillo gesto actúa como una especie de “termómetro casero” que te avisará si, por alguna razón, el congelador dejó de funcionar correctamente y los alimentos perdieron la protección del frío.
Cuando los alimentos se descongelan y vuelven a congelarse, se produce un espacio de tiempo que permite la proliferación de bacterias que aumentan el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
¿Por qué es importante aplicar el método?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los alimentos deben mantenerse a una temperatura segura para evitar la proliferación de bacterias. Una descongelación parcial puede permitir que microorganismos peligrosos se activen, y aunque vuelvan a congelarse, los daños ya podrían estar hechos.
Usar este truco puede ayudarte a evitar intoxicaciones alimentarias y desperdicios innecesarios. Además, es una manera rápida de tomar decisiones con más seguridad frente al estado de tus alimentos congelados.
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