
El destino de James Bryant, el hermano menor de Carl Matthew Bryant, permanece sin resolver después de más de medio siglo de preguntas y dolor. Según informó el Departamento de Policía del Condado de Fairfax, existen fuertes sospechas de que James, quien tenía apenas seis meses de edad en junio de 1972, fue asesinado en el mismo periodo que su hermano mayor.
La dramática identificación de Carl Matthew Bryant, lograda utilizando genealogía genética y sólo unos milímetros de cabello que permitieron reconstruir su perfil de ADN, pone fin a una de las incógnitas más largas en la historia policial del condado.
El jefe de policía del Condado de Fairfax, Kevin Davis, elogió abiertamente el esfuerzo de los detectives al declarar: “Seguimos llamando a las puertas, seguimos hablando con familiares, seguimos hablando con posibles testigos”.

Davis enfatizó que la información genética ha otorgado nuevas capacidades al cuerpo policial para resolver homicidios antiguos: “Permite al departamento ‘dar cierre a casos con mucha más frecuencia que nunca’”, según declaraciones recogidas por ABC News.
El caso se remonta al 13 de junio de 1972, cuando el pequeño Carl fue hallado sin vida bajo un puente en Lorton, Virginia. La policía determinó que la causa de muerte fue “traumatismo contundente” y clasificó el caso como homicidio.
Desde entonces, la búsqueda de su identidad y las circunstancias del crimen se mantuvo activa. Finalmente, los detectives lograron conectar el perfil genético obtenido del cabello con un vínculo familiar en Filadelfia, lo que permitió identificar a Vera Bryant como la madre del menor. Vera Bryant, fallecida en 1980, fue exhumada para confirmar su parentesco mediante un análisis de ADN.
Las pesquisas apuntan a que Bryant y su pareja, James Hedgepeth—quien tenía antecedentes por asesinato antes de entablar la relación—, estuvieron implicados en la muerte de ambos niños.
Los dos adultos ya han muerto, lo que limita las posibilidades de enjuiciamiento. Según la reconstrucción policial, en junio de 1972, Bryant y Hedgepeth viajaron desde Filadelfia hasta el condado de Middlesex, Virginia, para visitar a familiares. Durante el viaje, “la pareja no llevaba consigo a sus hijos”, a pesar de que los familiares esperaban ver a los niños.

Meses después, en el Día de Acción de Gracias de 1972 durante una visita a la familia de Vera en Filadelfia, ella aseguró que los pequeños “estaban en Virginia con la familia de Hedgepeth”. La policía destacó que Bryant y su pareja nunca reportaron la desaparición de los menores.
Las autoridades creen que el cuerpo de James Bryant también puede haber sido dejado a lo largo de la ruta de la pareja entre Filadelfia y Virginia en junio de 1972.
“Al ver la gravedad de las lesiones de ese niño y lo que sufrió, me complace estar aquí hoy para anunciar que al menos lo hemos identificado. Podemos recuperar su nombre, devolverle su nombre a su lápida y la familia podrá tener una sensación de cierre o resolución”, declaró la detective Melissa Wallace.
El caso continúa abierto y la Policía del Condado de Fairfax solicita a quienes posean información, comunicarse a la Oficina de Delitos Graves llamando al 703-246-7800, opción 2.
La historia de Carl y James Bryant, marcada por preguntas sin resolver y décadas sin respuestas, representa una de las más impactantes para la región. Las nuevas tecnologías permiten nuevas esperanzas, pero también subrayan el vacío que queda cuando la verdad permanece tanto tiempo oculta.