Mbappé brilló, aunque algunos no lo vean así

La primera temporada de Kylian Mbappé con el Real Madrid fue indiscutiblemente sobresaliente, aunque algunos se empeñan en cuestionarlo. Para otros, solo fue una oportunidad desperdiciada. Pero, ¿cómo se mide realmente el rendimiento de un jugador de su calibre?

Si nos atenemos a los números, el francés ha sido indiscutiblemente uno de los mejores delanteros de Europa. Con 31 goles en LaLiga, Mbappé se coronó como máximo goleador del campeonato español y, además, conquistó su primera Bota de Oro, superando a figuras como Viktor Gyökeres y Mohamed Salah, tras acumular 43 en toda la temporada.

¿Qué más se le puede pedir?

Mbappé aterrizó en el Real Madrid con una presión enorme sobre los hombros: cargaba con la etiqueta del fichaje más esperado en años, llegaba a un club donde se exige ganar siempre y se encontró con un equipo que aún estaba en plena construcción. Sin embargo, se adaptó al fútbol español con una naturalidad que sorprendió a muchos, conectó rápidamente con Vinicius y Bellingham, y se convirtió en el motor del ataque madridista durante toda la temporada. Sus 31 goles en liga y 7 en Champions fueron vitales para que el Madrid compitiera hasta el final en ambos frentes.

Los títulos colectivos importan, sí. Pero juzgar a Mbappé solo por eso es ignorar el contexto. El Real Madrid tuvo momentos de irregularidad y lesiones clave. Aun así, se quedó a las puertas de la final europea y peleó LaLiga hasta las últimas fechas.

Además, levantó la Supercopa de Europa y la Intercontinental, y aún puede coronarse en el Mundial de Clubes.

Golpe sobre la mesa

Lo de Kylian no fue una simple “buena temporada”. Fue una declaración de jerarquía, de ambición, de estar a la altura del desafío. Y si esto fue solo el comienzo, es lógico pensar que lo mejor está por venir. A veces, la crítica olvida que el fútbol es más que una estadística. Mbappé construye su propia en Madrid, y el primer capítulo es digno de aplaudir. Aunque algunos prefieran mirar a otro lado.

Lo que queda claro es que, con un equipo mejor estructurado, Mbappé puede ser aún más decisivo. La próxima temporada será clave para ver si su impacto trasciende más allá de los números y se traduce en títulos.