
En una desgarradora tragedia ocurrida en Kissimmee, Florida, Larry Rhodes Jr. fue condenado a cadena perpetua tras asesinar a su hijo de 6 años en julio de 2022. El niño perdió la vida luego de ser golpeado por su padre, tras beber agua del inodoro, en lo que se consideró un castigo desmesurado y cruel. Las autoridades locales confirmaron que el menor sufrió trauma contundente como causa de su muerte. Además, la madre del niño, Bianca Blaise, también fue arrestada y enfrenta cargos de negligencia infantil, tras su implicación en el abuso y su posterior intento de encubrir la tragedia.
El incidente tuvo lugar en un motel en la West Irlo Bronson Memorial Highway, donde la familia se encontraba viviendo. Según la Oficina del Sheriff del Condado de Osceola, la madre del niño, Bianca Blaise, llamó al 911 a las 10:00 a.m. del 5 de julio de 2022, informando que su hijo había caído en el inodoro y se había ahogado. Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, las autoridades descubrieron que lo que inicialmente parecía un accidente se trataba de un asesinato, con la participación activa de ambos padres en la golpiza al menor.
Los médicos que atendieron al niño indicaron que su vida no pudo ser salvada a pesar de los esfuerzos médicos. A lo largo de las investigaciones, se reveló que el niño fue golpeado primero por su madre y luego por su padre, Larry Rhodes, quien repetidamente lo golpeó con puños cerrados en la cabeza y el abdomen. La autopsia confirmó que la causa de su muerte fue el trauma contundente, y no el ahogamiento, como inicialmente había afirmado Blaise en su declaración.

De acuerdo con los informes de la Oficina del Sheriff del Condado de Osceola, en el momento en que las autoridades llegaron al motel, encontraron al niño sin pulso, siendo sujeto a maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) antes de ser trasladado al hospital. Fue entonces cuando se descubrió la magnitud del abuso al que había sido sometido el niño.
Según lo que explicó el sheriff Marcos López en 2022, la madre inicialmente golpeó al niño por intentar beber agua del inodoro, y luego el padre reiteradamente lo golpeó en la cabeza y el estómago. “Tal vez tenía sed, fue al inodoro. Estaba tratando de sobrevivir. Mamá lo encontró y el pobre pagó el precio”, comentó el alguacil.
La investigación también reveló que otros niños se encontraban en la misma habitación en el momento del crimen. Entre ellos había menores de entre 6 años y menos de un año de edad, quienes también eran víctimas de maltrato físico. Testigos de la habitación declararon haber escuchado golpes y gritos durante el ataque.

Tras la investigación, Larry Rhodes fue arrestado y enfrentó varios cargos, incluidos asesinato en primer grado, dos cargos de abuso infantil agravado y cuatro de abuso infantil. Tras ser formalmente acusado, Rhodes fue condenado a cadena perpetua más 35 años adicionales por los cargos de abuso infantil. En cuanto a Bianca Blaise, aunque inicialmente también enfrentó cargos por homicidio, en octubre de 2024 aceptó un acuerdo de culpabilidad por homicidio involuntario y negligencia infantil. Por este acuerdo, se enfrenta a una posible condena de hasta 40 años de prisión.
Blaise, madre del niño asesinado, fue arrestada junto con Rhodes en 2022. Su versión inicial sobre el ahogamiento del niño fue desmentida por las pruebas forenses y los testimonios de testigos. Durante la investigación, la madre admitió haber golpeado al niño, aunque intentó justificar el abuso con explicaciones sobre supuestas travesuras de sus hijos, mencionando que les gustaba simular peleas de lucha libre.