
En la jornada del martes 4 de junio, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) llevó a cabo la mayor operación de arrestos migratorios en un solo día desde su creación, con un total superior a las 2.200 personas detenidas en todo el país, según confirmó un vocero de ICE y reportó NBC News.
La acción, que forma parte de una ofensiva nacional impulsada por la administración del presidente Donald Trump, se concentró en personas con estatus migratorio irregular, muchas de las cuales estaban cumpliendo con citas programadas en oficinas migratorias o estaban inscritas en el programa federal de Alternativas a la Detención (ATD), según tres fuentes consultadas por NBC News.
Los arrestos se realizaron en múltiples estados e incluyeron detenciones en instalaciones de monitoreo electrónico, tribunales de inmigración y puntos de presentación obligatoria. Diversos testigos informaron que las personas fueron citadas por mensajes de texto y detenidas al llegar, mientras sus familiares observaban desde el exterior sin información oficial sobre lo que ocurría dentro de las oficinas gubernamentales.
El vocero oficial de ICE indicó a NBC News que todas las personas detenidas tenían órdenes finales de remoción emitidas por jueces de inmigración y que no habían cumplido con dichas decisiones judiciales. Sin embargo, múltiples abogados de inmigración contradijeron esta afirmación, asegurando que varios de sus representados no tenían órdenes definitivas de deportación al momento del arresto.
Uno de los casos documentados por NBC News ocurrió en la ciudad de Nueva York, donde un periodista presenció la detención de siete personas durante sus presentaciones en una oficina local de ICE. Entre ellos, un ciudadano colombiano de 30 años fue arrestado mientras su esposa e hija lo acompañaban. Margaret Cargioli, abogada del Immigrant Defenders Law Center que representa a la familia, afirmó que el detenido había asistido puntualmente a todas sus citas.
En Chicago, activistas y familiares se enfrentaron verbalmente con agentes del Departamento de Seguridad Nacional en las instalaciones de BI Incorporated, una empresa contratada por el gobierno para brindar servicios de monitoreo electrónico. Según imágenes captadas por NBC News, una docena de personas fue arrestada en ese punto específico.

El programa de Alternativas a la Detención permite que personas sin estatus migratorio, consideradas de bajo riesgo, permanezcan en libertad mientras avanza su proceso judicial. ICE supervisa a estos individuos mediante dispositivos electrónicos como grilletes, aplicaciones móviles con geolocalización y citas periódicas.
Según datos oficiales obtenidos por NBC News, más de 20.000 personas estaban inscritas en el programa ATD a fines de mayo de 2025. De ese total, el 98,5% cumplía regularmente con sus presentaciones programadas. Estas cifras han hecho que este grupo sea considerado un objetivo logísticamente accesible para cumplir las metas de arrestos impuestas desde la Casa Blanca.
Jason Houser, ex jefe de gabinete de ICE durante la administración Biden, criticó la operación al indicar que estas personas ya se encuentran bajo supervisión legal. “Estas personas son evaluadas, cumplen con los requisitos y muchas de ellas incluso tienen procesos legales en curso”, dijo a NBC News.
El presidente Trump ha reiterado públicamente su intención de realizar la mayor campaña de deportaciones en la historia del país. Newsweek recordó que en los primeros 100 días del actual mandato ya se habían realizado 66.463 detenciones y 65.682 deportaciones, cifras consideradas récord para ese periodo.
Tom Homan, asesor de inmigración del presidente, ha afirmado que la administración se enfocará en expulsar a “los peores de los peores”. Sin embargo, exfuncionarios del gobierno y defensores de derechos migratorios advierten que, debido al volumen exigido, las detenciones están alcanzando a personas sin antecedentes penales y con solicitudes de asilo en curso.

Aunque ICE ha movilizado más de 5.000 agentes adicionales desde otras agencias federales para aumentar la capacidad de arresto, no todos los casos resultan en deportaciones inmediatas. NBC News explicó que muchos de los detenidos tienen solicitudes de asilo o apelaciones en curso, por lo que deben permanecer en el país hasta que un juez de inmigración emita un fallo final.
Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), advirtió en declaraciones a NBC News que las tácticas actuales están generando temor generalizado en las comunidades migrantes. “Cada vez más personas temen asistir a sus audiencias o citas de control por miedo a ser detenidas sin previo aviso”, señaló.
La directora de incidencia del Detention Watch Network, Setareh Ghandehari, afirmó a Newsweek que el operativo se inscribe en una lógica de estado policial. Según sus declaraciones, la operación conocida como “Operation At Large” duplicará la cuota diaria de detenciones, intensificará la colaboración interinstitucional e incluirá potencialmente hasta 21.000 miembros de la Guardia Nacional.
Newsweek indicó que al menos 1.500 personas con antecedentes penales fueron arrestadas en Massachusetts en un operativo previo, lo que demuestra el alcance interestatal de las acciones de ICE. Además de Nueva York y Chicago, se reportaron detenciones en instalaciones judiciales y centros de presentación en otros estados, aunque ICE no ha publicado la lista completa de ubicaciones.
A corto plazo, los detenidos deberán esperar audiencias ante jueces de inmigración, especialmente aquellos con solicitudes pendientes o apelaciones en trámite. La duración de estos procesos varía dependiendo del estado, la carga judicial y la disponibilidad de abogados.
Aaron Reichlin-Melnick, miembro del American Immigration Council, advirtió a través de la red social X que los arrestos en tribunales migratorios se están volviendo cada vez más frecuentes y arbitrarios.