
El crucero Navigator of the Seas de Royal Caribbean International registró un brote de enfermedad gastrointestinal durante un viaje realizado entre el 4 y el 11 de julio de 2025. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) confirmó que más de 140 personas, entre pasajeros y tripulantes, informaron síntomas como diarrea, vómitos y calambres abdominales. Se trata de uno de los mayores episodios de este tipo reportados en lo que va del año en la industria de cruceros.
Las autoridades sanitarias calificaron el incidente como un brote de gastroenteritis aguda, una condición que requiere la notificación oficial a las agencias de salud estadounidenses cuando supera ciertos umbrales. El CDC explicó que la detección rápida de los casos y la implementación de medidas de control temprano resultan esenciales para contener la propagación de la enfermedad a bordo. Hasta el momento, la causa exacta del brote permanece sin identificar, aunque el norovirus es el agente más común en estos entornos, según datos históricos de la agencia.
Royal Caribbean International informó que se implementaron procedimientos de limpieza y desinfección superiores a los habituales y que los pasajeros y miembros de la tripulación afectados fueron aislados de inmediato. El CDC monitoreó la evolución del evento, mientras se mantienen en análisis las muestras biológicas recogidas durante el viaje. Este brote se encuentra entre los 18 ocurridos en cruceros de líneas internacionales con base en Estados Unidos durante 2025, cifra que iguala el registro del año anterior.
Durante el itinerario del Navigator of the Seas correspondiente al número de viaje 23491, se reportaron 134 casos de enfermedad gastrointestinal entre los 3.914 pasajeros, junto con 7 casos entre los 1.266 miembros de la tripulación. El CDC detalla que el 3,4% de los pasajeros y el 0,6% de los tripulantes afectados informaron síntomas como vómitos, diarrea y calambres abdominales. Los datos fueron notificados formalmente a la agencia el 11 de julio, al cierre de la travesía por el Pacífico. En total, la cifra de afectados superó las 140 personas a bordo.
El CDC señala que las definiciones clínicas vigentes consideran como brote cualquier episodio donde varios individuos presentan tres o más deposiciones anormales en 24 horas o vómitos con síntomas adicionales como fiebre, calambres o dolor muscular. Estos parámetros permiten a la autoridad sanitaria activar las alertas necesarias para investigar el origen y controlar la expansión del brote a bordo.

Luego de detectarse el brote, Royal Caribbean International comunicó a las autoridades y puso en marcha su plan de respuesta, que incluyó el refuerzo de los procesos de limpieza y desinfección, el aislamiento de personas con síntomas y la consulta permanente al Vessel Sanitation Program del CDC. El equipo médico a bordo recogió muestras de heces para su análisis y reportó los hallazgos en tiempo real para permitir un seguimiento efectivo del evento.
La compañía aseguró que estas acciones forman parte de los procedimientos estándar para brotes de enfermedades infecciosas, mientras el CDC indicó que realizó una supervisión remota de los pasos dados por la tripulación. El monitoreo incluyó revisión de procedimientos de limpieza, informes médicos y aseguramiento del cumplimiento de las obligaciones sanitarias para este tipo de incidentes.
El CDC informó que el agente causal del brote registrado durante julio de 2025 en el Navigator of the Seas no ha sido identificado hasta el momento. Las muestras recogidas de los pasajeros y la tripulación afectados están en análisis. Según la experiencia previa, el norovirus suele ser el responsable de la mayoría de los episodios similares en cruceros, aunque la confirmación definitiva solo es posible a través de análisis de laboratorio especializados.
La agencia sanitaria pidió cautela frente a especulaciones e indicó que los resultados de las pruebas se publicarán una vez concluidos los análisis. Este procedimiento forma parte del proceso de vigilancia epidemiológica que el CDC lleva adelante sistemáticamente con las principales líneas de cruceros.

De acuerdo con el CDC, en 2025 se han reportado 18 brotes de enfermedades gastrointestinales en cruceros con puertos base en Estados Unidos, igualando la cifra total de 2024 y superando los 14 incidentes de 2023. Aunque este tipo de eventos suelen atraer atención mediática, en contexto representan solo el uno por ciento de todos los casos comunicados en territorio estadounidense.
La entidad subrayó que la notificación temprana de los síntomas, tanto por parte de la tripulación como de los pasajeros, es clave para contener la expansión de la enfermedad. Los cruceros están legalmente obligados a reportar a las autoridades todos los episodios que cumplan con los criterios de brote establecidos por las guías norteamericanas.
El CDC supervisa los brotes de enfermedad gastrointestinal en barcos de pasajeros que salen o llegan a puertos de Estados Unidos a través del Vessel Sanitation Program. Este programa exige reportes diarios de síntomas a bordo y establece criterios para la notificación obligatoria de incidentes, con el fin de activar mecanismos de control y evitar la propagación de la enfermedad en espacios cerrados y de alta densidad como los cruceros.
En caso de detectar un brote, las autoridades sanitarias solicitan la recolección de muestras biológicas para su análisis y dictan directrices específicas para el manejo de los enfermos. Entre las recomendaciones figuran el lavado frecuente de manos, la desinfección reforzada de superficies y, en situaciones críticas, la restricción de actividades colectivas para quienes presentan síntomas. El CDC también coordina la vigilancia remota del desarrollo de los incidentes y la revisión de las medidas implementadas por la tripulación.
La agencia recomienda a los viajeros consultar las alertas sanitarias antes de abordar y comunicar cualquier episodio sospechoso de síntomas gastrointestinales al personal médico del barco para que se pueda contener oportunamente el avance de la enfermedad.