(Jaime Olivos)Muchas personas se piensan que los genes determinan el destino de cada persona y que lo que heredamos en el ADN define quiénes somos y lo que nos pasará en nuestra vida.
Sin embargo, el médico y ensayista Mario Alonso Puig, especialista en cirugía general y del aparato digestivo, ha aclarado a través de sus redes sociales que esta creencia se trata tan solo de un mito.
En un reciente vídeo publicado en su cuenta de Instagram, el doctor ha utilizado un modelo de gen para explicar de forma sencilla cómo funciona realmente nuestro ADN y cómo nuestras decisiones diarias influyen directamente en él.
Mario Alonso Puig“Estoy aquí para decirte que no. No es así. Hay una ciencia que se llama epigenética que muestra claramente que un gen puede expresarse o no expresarse dependiendo de distintas cosas”, explica Mario Alonso Puig en su vídeo.
La epigenética es una rama de la biología que estudia cómo los factores externos , como por ejemplo la alimentación, el ejercicio o las emociones, pueden modificar la actividad de los genes sin alterar su estructura. Es decir, los genes pueden “encenderse” o “apagarse” según el estilo de vida que llevemos.
“Depende, por ejemplo, de si haces ejercicio, del tipo de nutrición, de cómo descansas, de la gente de la que te rodeas y del nivel de quietud y paz que existe en tu vida. Todo esto transforma nuestra biología”, señala el médico.
Dormir bien (Freepik)Según el experto, pequeños gestos cotidianos pueden tener un gran impacto en nuestra salud celular. Hacer ejercicio de forma regular, dormir bien, alimentarse con productos naturales, reducir el estrés y rodearse de personas positivas pueden mejorar el equilibrio del cuerpo y favorecer a la expresión de genes beneficiosos.
Por el contrario, el estrés constante, la mala alimentación o el sedentarismo pueden activar a los genes relacionados con la inflamación, el envejecimiento o las enfermedades crónicas.
De esta manera, nuestros genes no son una sentencia, sino una predisposición que puede cambiar con el entorno que nos rodea y con nuestros hábitos.
Mario Alonso Puig nos invita a reflexionar sobre la enorme influencia que tenemos en nuestra propia biología: “Los genes no determinan nuestra vida, solo nos predisponen. La ciencia de la epigenética nos ha mostrado algo extraordinario: que podemos influir activamente en cómo se expresan.”
Esto significa que nuestro destino no está escrito en el ADN, sino que lo escribimos día a día con cada decisión, cada pensamiento y cada acto de autocuidado que tomamos nosotros mismos.
Un médico conversa con una paciente sobre los resultados de pruebas de ADN (Imagen Ilustrativa Infobae)En definitiva, el mensaje del médico es muy claro y esperanzador: no somos víctimas de nuestra genética, sino que nosotros mismos somos los autores de nuestra salud.
Cuidar el cuerpo, la mente y las emociones no solo mejora el bienestar, sino que también puede transformar literalmente la forma en que funcionan nuestras células.
“Tu destino no está grabado en el ADN; se escribe a diario, con cada gesto de cuidado hacia tu cuerpo y tu alma.”, concluye Mario Alonso Puig.
hace 2 horas
2








English (US) ·
Spanish (ES) ·