Madelaine Petsch compartió las inseguridades de su infancia: “Pasé años creyendo que no era suficiente para que me quisieran”

hace 2 horas 1
Luego de su paso por Riverdale, la intérprete enfrenta nuevos desafíos profesionales y se reinventa en la producción audiovisual (The CW)

“Pasé años creyendo que no era suficiente para que me quisieran. Mucho de lo que viví de niña sigue doliendo, pero hoy ya no me define”, confesó Madelaine Petsch en una entrevista en el pódcast Call Her Daddy —presentado por Alexandra Cooper—. Fue así que la actriz estadounidense reveló cómo su infancia, marcada por la complejidad familiar, modeló su desarrollo personal y su vida profesional en el entretenimiento.

Nacida en el estado de Washington, de padres sudafricanos, creció atravesada por la diferencia. Su familia, instalada en una pequeña localidad de Estados Unidos, se mantuvo alejada tanto de tradiciones religiosas como de hábitos alimenticios predominantes.

A esto se sumó su cabello rojo y la ausencia de referencias cristianas, factores que la hacían verse distinta y muchas veces aislada. “Sentía que no encajaba, que no pertenecía”, relató, recordando aquellos primeros años.

De ascendencia sudafricana y criadaDe ascendencia sudafricana y criada fuera de las tradiciones locales, la actriz señaló que siempre se sintió diferente desde pequeña (Call Her Daddy)

La convivencia doméstica estuvo marcada por la inestabilidad emocional del padre, quien transitaba cambios de humor extremos. La madre asumió el rol de protectora y mediadora, intentando preservar la paz y proteger a los hijos del impacto del comportamiento paterno. “Mi relación con mi padre fue muy complicada porque tenía problemas de comportamiento, con altibajos extremos”, recordó.

Uno de los momentos más emblemáticos de su infancia ocurrió a los 8 años, cuando, tras una fuerte discusión, su padre se marchó tras decirle que no la amaba, dejándola sola durante horas. Este episodio resultó clave en su percepción sobre sí misma y el amor.

Desde entonces, Petsch asumió un papel de mediadora en la familia, fenómeno conocido en psicología como “parentificación”, donde el hijo adopta responsabilidades emocionales propias de adultos. Con respecto a ello, explicó: “Me convertí en la llave para desbloquear el buen humor de mi padre”.

Aquella carga generó cierto resentimiento y una relación tensa con su hermano, quien no podía cumplir el mismo rol. Para aliviarse, buscó refugio en las actividades artísticas y extracurriculares, evitando pasar tiempo en casa.

El vínculo con su padre,El vínculo con su padre, marcado por la inestabilidad emocional y episodios de rechazo, dejó huellas profundas en su percepción del amor (Riverdale)

El proceso de sanación comenzó cuando Petsch decidió iniciar terapia, motivada por patrones emocionales dañinos que identificó en sus relaciones de pareja. “Mi relación de pareja reflejaba cosas muy similares a lo que viví con mi padre”, señaló.

Desde entonces, mantuvo un vínculo de 9 años con la misma terapeuta, a quien considera una pieza clave en su transformación personal. Los primeros años de tratamiento estuvieron centrados en entender y procesar la sensación de no ser amada que arrastraba desde la infancia. Ante esto, contó: “El mayor avance en terapia fue dejar de buscar parejas que repitieran el patrón de mi padre”.

Con el tiempo, estas experiencias familiares también marcaron sus relaciones amorosas. Por años, asoció el amor con la permanencia incondicional, una idea aprendida al observar el ejemplo materno. Esto la llevó a sostener vínculos insatisfactorios y a buscar seguridad en dinámicas emocionales nocivas.

“Durante años pensé que el amor era quedarse pase lo que pase, como vi en mi madre”, recordó. La ayuda profesional le permitió romper con estos patrones y establecer límites más saludables, tanto con su familia como en sus relaciones sentimentales.

En la charla con AlexandraEn la charla con Alexandra Cooper, la actriz contó cómo encontró refugio en el arte y las actividades extracurriculares para sobrellevar la carga familiar (Call Her Daddy)

Uno de los cambios más significativos para la actriz fue su perspectiva sobre la maternidad. Por años, descartó la idea de criar hijos, influida por temores personales y la presión social sobre el rol femenino. Debido a esto, planteó: “Me negaba a criar a un hijo en un hogar disfuncional”.

Pero hace unos ocho meses, ese pensamiento cambió tras una conversación en terapia, donde descubrió que podía construir su propio camino. “Ahora sé que puedo cambiar mi historia y decidir cómo quiero vivir la maternidad”, admitió.

La decisión de iniciar terapiaLa decisión de iniciar terapia fue clave para comprender los patrones heredados y sanar viejas heridas (REUTERS)

En su charla con Call Her Daddy, la intérprete subrayó el valor de establecer límites claros con su familia. Actualmente, decide cuándo y cómo comunicarse con sus padres, lo que permitió vínculos más estables y menos dolorosos.

También considera esencial la honestidad y la validación de las experiencias vividas para avanzar hacia una mayor sanación. Reconocer su propia historia, y buscar confirmación emocional, fueron pasos sustanciales en ese camino.

En el plano profesional, abordó su recorrido en Riverdale y la relación con sus compañeros de elenco, poniendo fin a rumores sobre supuestos romances en el set. La actriz recalcó el valor de la amistad y el apoyo entre colegas durante los intensos años de rodaje.

Ahora, además de actuar, explora el ámbito de la producción audiovisual y encara nuevos proyectos cinematográficos, considerando esta faceta como una evolución natural después de su paso por la exitosa serie.

El arte se transformó enEl arte se transformó en un espacio seguro donde Petsch ejerce autonomía y reconstruye su historia personal (Call Her Daddy)

A través de su trabajo actoral, Madelaine Petsch encontró una manera de conectar con su infancia y darse hoy el cuidado y la alegría que necesitó en el pasado.

Su carrera se transformó en un espacio donde cada día puede elegir cómo construir su propia historia y desafiar los límites de lo heredado. “Mucho de lo que viví sigue doliendo, pero hoy ya no me define”, concluyó, sobre su decisión de apostar por la sanación personal.

Leer artículo completo