
La candidata presidencial por el correísmo Luisa González denunció públicamente, a través de un video difundido en sus redes sociales, el retiro del equipo militar asignado a su seguridad. Según explicó, esta unidad de las Fuerzas Armadas fue colocada para protegerla tras las amenazas de atentado en su contra, las cuales se encuentran bajo investigación de la Fiscalía: “Hoy he sido informada por el personal de Fuerzas Armadas encargado de mi seguridad que han sido relevados de forma abrupta de sus funciones”, indicó.
González aseguró que la decisión de relevar a sus escoltas representa un grave riesgo para su vida y la de su familia, por lo que exigió que el mismo grupo permanezca con ella al menos hasta que se proclamen los resultados oficiales de las elecciones.
En su mensaje, la postulante de la Revolución Ciudadana responsabilizó directamente al presidente Daniel Noboa, al ministro de Defensa, Giancarlo Lofredo, y al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Jaime Vela, de haber tomado esta decisión que calificó como “irresponsable, temeraria y profundamente peligrosa”. La candidata advirtió que los señala como responsables ante cualquier eventual atentado o hecho que comprometa su seguridad.
González insistió en que el retiro del equipo que le ha acompañado durante los últimos meses incrementa su vulnerabilidad en la etapa más sensible del proceso electoral. “No estamos hablando de un favor, sino de una responsabilidad histórica”, manifestó, apelando a la urgencia de preservar la integridad de los candidatos en contienda, especialmente cuando se han hecho públicas amenazas en su contra.

La candidata agradeció al personal de las Fuerzas Armadas por la protección que le brindaron durante lo que calificó como “meses intensos de recorrido nacional”. No obstante, dirigió un llamado directo al alto mando militar para que no permitan que, según ella, el poder político los utilice como instrumentos del miedo. “El miedo es suyo, señor Noboa. La esperanza es nuestra”, concluyó, en una alusión directa al mandatario en ejercicio.
El video se difundió a tan solo dos días del balotaje presidencial previsto para el domingo 13 de abril, y generó inmediata reacción en redes sociales, donde simpatizantes y críticos de la candidata debatieron sobre la gravedad de la denuncia. Aunque hasta el momento ni el Ministerio de Defensa ni el Ejecutivo se han pronunciado oficialmente sobre el motivo del cambio del equipo asignado a la seguridad de González.
La Ley ecuatoriana contempla que los candidatos presidenciales cuenten con seguridad proporcionada por el Estado, y esta se ha mantenido durante los últimos procesos electorales. No obstante, la normativa no especifica si los equipos asignados deben mantenerse inamovibles hasta el final del proceso o si pueden ser reemplazados por decisión de la institución responsable.

El contexto de seguridad para los líderes políticos ha sido especialmente delicado, después del asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto de 2023, durante un acto de campaña. Desde entonces, el tema de la protección a figuras públicas y candidaturas ha cobrado mayor relevancia y sensibilidad en el debate público.
González no solo centró su denuncia en el cambio del equipo, sino que en su discurso también buscó subrayar el clima político que, según su percepción, se estaría instalando con este tipo de decisiones. Afirmó que no se dejará amedrentar y que continuará su campaña basada en “la unidad, la justicia, la paz y la esperanza”.
Mientras tanto, la ciudadanía se prepara para acudir a las urnas en una jornada electoral decisiva. Las autoridades han informado que se desplegarán operativos especiales de seguridad en todo el país durante el fin de semana electoral. Aunque el Consejo Nacional Electoral no se ha pronunciado de forma específica sobre el reclamo de González, ha reiterado su compromiso de garantizar un proceso pacífico y transparente.
La denuncia de González ocurre en un ambiente polarizado y con múltiples tensiones entre los actores políticos en el que será el balotaje más reñido de la historia ecuatoriana.