Lanzado en marzo en la biblioteca del prestigioso colegio Gimnasio Moderno de Bogotá, este libro revela datos impactantes sobre el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021, con la presunta implicación de exmilitares colombianos. Tras tres años de investigación exhaustiva, el periodista de Univisión 24/7 busca presentar un relato que desafía las conclusiones precipitadas sobre la participación de los colombianos en el trágico suceso en Puerto Príncipe.
Como se lee en la sinopsis del libro: "El 7 de julio de 2021, un comando de militares colombianos irrumpió en la residencia del entonces presidente de Haití, Jovenel Moïse, y lo asesinó a tiros, hiriendo, de paso, a la esposa del mandatario. El comando había sido contratado por una empresa de seguridad y prácticamente no hubo resistencia por parte de la guardia del presidente.
Los militares fueron capturados y acusados del magnicidio ante la obviedad de su participación en los hechos. Sin embargo, Luis Carlos Vélez, después de años de investigación, ha llegado a la conclusión de que estos hombres no sabían exactamente cuál era su misión cuando fueron contactados y cómo se enteraron de que todo era un plan macabro apenas horas antes de los hechos.
Una crónica periodística que deja en entredicho el supuesto conocimiento que tenían del magnicidio que iban a cometer; embaucados por la promesa de un trabajo rutinario a cambio de una buena remuneración para ayudarles a sus familias. Un relato que parece ficción, pero no es más que la realidad que solo puede ser contada por el periodismo de investigación".
Las fallas de la justicia haitiana
"Al presidente de Haití lo mataron y hoy por hoy no sabemos quiénes fueron los autores materiales e intelectuales. Tenemos algunos indicios, pero la justicia haitiana no funciona", dijo en entrevista Luis Carlos Vélez, conocido por su participación en VIX de lunes a viernes a las 7:00 pm en 'Línea de Fuego', un programa de debate y análisis de los titulares más relevantes del día, y también en su canal de YouTube: LuisCVelez.
Durante la investigación sobre el asesinato del presidente Jovenel Moïse, tres elementos resultaron cruciales para el autor: "Conocer de primera mano el pasado de cada uno de los miembros del comando que participó en la misión en Haití. Saber que son fuerzas especiales que tenían un pasado laureado, que eran bien entrenados, y tácticamente, con formación en Derechos Humanos. Y esto es muy revelador porque uno tiende a pensar que los militares son máquinas de guerra asesinas, o por lo menos así los han pintado en Colombia, y no es así. Dos, el contexto en el cual los militares colombianos quedan después de prestarle servicios al país, en una situación económica paupérrima, después de ser de los mejores entrenados y de ofrecer prácticamente su vida en combate. Y lo que tiene que ver con la investigación del hecho, lo que se conoce después del asesinato del presidente de Haití, las cartas que ellos les enviaron a sus familiares, los mensajes cifrados que les entregaron a sus familiares, y también la investigación forense del cuerpo del presidente".
En el libro, Vélez menciona que muchos colombianos involucrados fueron etiquetados como "mercenarios" y acusados sin pruebas claras, efecto de la narrativa en el manejo del tema en medios de comunicación.
"En Colombia y también en los medios de comunicación internacionales, haber calificado a los colombianos como mercenarios generó toda una aura negativa desde el principio que prácticamente les negó el debido proceso y la oportunidad de defenderse en el marco, de la ley y les negó la presunción de la inocencia. Prácticamente a los dos días del asesinato, la prensa dijo que eran mercenarios, pero nadie investigó quiénes eran, ni siquiera los gobiernos de turno de Haití y Colombia. Entonces ese membrete, esa etiqueta desde el día uno los condenó", zanjó Vélez.
El libro también toca la falta de institucionalidad en Haití, pues el magnicidio reveló problemas más profundos en la política y la seguridad de esa nación:
"Lo que le ha ocurrido a los colombianos es solamente un síntoma del descontrol jurídico judicial e institucional que existe en Haití. Lo que se conoce es bajo la lente de lo que ha determinado la justicia estadounidense". "Lo que le ha ocurrido a los colombianos es solamente un síntoma del descontrol jurídico judicial e institucional que existe en Haití. Lo que se conoce es bajo la lente de lo que ha determinado la justicia estadounidense".
Como afirmó el periodista, "los colombianos que están en Haití no han tenido la oportunidad de defenderse, de declarar ante un juez, de que se contrasten las versiones y sus versiones, y lo más probable, que es la hipótesis del libro, es que los colombianos sean un gancho ciego, que hayan sido utilizados, cuando muy probablemente no todos hubieran sabido para qué iban y qué fue lo que ocurrió".
Portada del libro - Cortesía/Prensa
Portada del libro "Mercenarios. La historia no contada del asesinato del presidente de Haití", de Luis Carlos Vélez.
Cortesía/Prensa
Algunos fragmentos del libro
“El 7 de julio de 2021, como todos los días desde que estoy en la radio, me desperté a las 4.00 a. m. Miré mi celular y estaba lleno de mensajes y llamadas perdidas del equipo de La FM, emisora que dirigí por más de ocho años: 'Mataron al presidente de Haití y parece que fueron unos mercenarios colombianos'. La noticia ya era viral en los principales periódicos y programas radiales del mundo y en las redes sociales en las que la gente disparaba galones de odio a los exmilitares sin permitirse siquiera darles el beneficio de la duda. Se basaban en las declaraciones del Gobierno haitiano, una administración corrupta que incluso después fue señalada de ser cómplice del magnicidio. Los medios se referían a los colombianos como 'mercenarios' y los mostraban esposados, cabizbajos, ensangrentados y con sus camisas negras polvorientas y rasgadas”.
“Las pocas veces que el presidente Petro se ha referido al caso de Haití lo ha hecho para acusar a los colombianos de mercenarios y para pedirle perdón al Gobierno haitiano por un crimen por el que ellos no han recibido una acusación formal. ¿Perdón de qué? ¿Le consta que los colombianos apretaron el gatillo? ¿Dónde están las pruebas? Al contrario, en todo caso es el Gobierno haitiano el que nos debería pedir perdón a Colombia por el trato tan denigrante que les han dado a nuestros connacionales”. “Las pocas veces que el presidente Petro se ha referido al caso de Haití lo ha hecho para acusar a los colombianos de mercenarios y para pedirle perdón al Gobierno haitiano por un crimen por el que ellos no han recibido una acusación formal. ¿Perdón de qué? ¿Le consta que los colombianos apretaron el gatillo? ¿Dónde están las pruebas? Al contrario, en todo caso es el Gobierno haitiano el que nos debería pedir perdón a Colombia por el trato tan denigrante que les han dado a nuestros connacionales”.
“Queda la esperanza de que este Gobierno que se jacta de ser el más humano de todos, le tienda la mano a un grupo de nacionales que necesitan un tanto de humanidad. Sin embargo, así esta administración tuviera la intención de actuar, el problema real es que no hay institucionalidad en Haití. El Gobierno en la isla está tan destruido que los canales diplomáticos son casi inexistentes, los únicos caminos viables sería un acuerdo directo entre presidente y presidente, con el gasto político que eso conlleva para ambas administraciones, o la intervención de un tercero poderoso como Estados Unidos, pero ya sabemos la suerte que corrieron los que colaboraron con la justicia americana. Por lo pronto, no parece haber una salida buena para los colombianos”.
“A tres años del violento episodio no han podido esclarecer quién mató al presidente ni quién ordenó la acción, lo único realmente confirmado es que tras el magnicidio hay una intrincada novela de traiciones, caos, mentiras, violencia, brujería y sangre, mucha sangre".
"La mayoría de los colombianos encarcelados no saben cómo cruzaron la línea y terminaron condenados a vivir un infierno, sin tener claro su pecado. ¿Qué hice yo, Dios?, ¿qué decisión de vida tomé que me trajo hasta acá?, se preguntan una y otra vez en las frías noches en las que el dolor físico y mental los embarga en el olvido entre las cuatro paredes de una cárcel".
"Ninguna condena acusa formalmente a los colombianos como autores materiales e intelectuales del asesinato. El veredicto los señala como co-conspiradores, pero a hoy no hay un señalamiento contundente e inequívoco de quién mató a Jovenel. Sin embargo, la opinión pública los acusa de asesinos. ¿Por qué?, porque lo más fácil es hacer creer que los colombianos somos asesinos, narcotraficantes y malos de nacimiento. Esa es la verdad. Como país ayudamos a construir una imagen negativa e injusta y la fortalecemos cada vez que queremos hacer daño o sacar provecho. Esta historia es un ejemplo de eso”.
El libro está disponible en todas las librerías virtuales como Kindle y Apple Books, y desde el 15 de abril en las principales librerías del sur de Florida. Esta obra ofrece una perspectiva única y esencialmente distinta de los eventos que conmocionaron a Haití.
Más sobre Luis Carlos Vélez
Periodista y economista colombiano-estadounidense. Máster en Administración Pública de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard y economista de la Universidad de los Andes. Con más de 25 años en el periodismo, ha ocupado importantes cargos en medios nacionales e internacionales, como vicepresidente de Noticias de Telemundo Network, director de Noticias de Caracol TV, director de Noticias de La FM de RCN Radio y presentador de CNN en Español y CNN International. Actualmente es presentador de Noticias en Univisión 24/7 y columnista en la revista Semana.