
Los rebeldes hutíes de Yemen informaron este lunes que atacaron con un misil balístico un petrolero de bandera israelí en el norte del mar Rojo, horas después de la confirmación de la muerte de su primer ministro Ahmed al-Rahawi y varios miembros de su gabinete tras un bombardeo israelí en Saná.
El portavoz militar hutí, Yehya Sarea, aseguró mediante un comunicado transmitido por canales de comunicación del movimiento que “el petrolero israelí Scarlet Ray fue alcanzado de manera directa en el norte del mar Rojo”, aunque no precisó la amplitud de los daños sufridos ni si hubo consecuencias medioambientales o víctimas.
Sarea explicó que la acción responde al apoyo del movimiento rebelde a la población palestina en Gaza y representa una reacción directa a “los crímenes de genocidio y hambruna perpetrados por el enemigo sionista contra nuestros hermanos en la Franja”. Además, el vocero militar anunció la intención de llevar a cabo “nuevas operaciones militares contra intereses israelíes en la Palestina ocupada” y advirtió que estos operativos “no cesarán hasta que finalice la agresión contra Gaza y se levante el asedio sobre su población”.
Hasta el momento, el gobierno israelí no emitió comentarios sobre el presunto ataque contra el Scarlet Ray y no se ha difundido información independiente sobre el alcance real de los daños al petrolero. Los hutíes reafirmaron que sus fuerzas “impedirán la navegación israelí o con destino a los puertos de la Palestina ocupada en el mar Rojo y el mar Arábigo”, en una declaración que amenaza con intensificar las dificultades logísticas y comerciales para Israel a través de rutas marítimas estratégicas.
La ofensiva hutí responde al asesinato de figuras clave del movimiento. El grupo confirmó el sábado la muerte de Ahmed Ghaleb al Rahawi, quien ejercía como “primer ministro” del gobierno rebelde en Saná, además del fallecimiento de varios ministros víctimas de un ataque aéreo israelí realizado el jueves contra la capital. “Prometemos a Dios, al querido pueblo yemení y a las familias de los mártires y heridos que nos vengaremos”, declaró Mehdi al Machat, jefe del Consejo Político Supremo hutí, por medio de un video difundido en Telegram. Machat también instó “a todas las empresas extranjeras presentes en la entidad ocupante (Israel) a marcharse antes de que sea muy tarde”.
El ejército israelí, por su parte, reconoció haber atacado un “objetivo militar” en Saná, aunque no detalló el golpe contra la cúpula rebelde yemení. Las represalias hutíes de las últimas semanas han adoptado diversas formas, incluyendo el lanzamiento constante de misiles y drones contra territorio israelí y embarcaciones vinculadas a intereses del Estado, especialmente en aguas del mar Rojo y el mar Arábigo. La mayoría de estos ataques han sido interceptados por el sistema de defensa israelí, pero las acciones continúan y se repiten bajo la consigna de solidaridad con el pueblo palestino.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, los hutíes han alentado ataques coordinados y periódicos. El miércoles, los rebeldes reivindicaron un nuevo lanzamiento de misiles contra Israel que, según las Fuerzas de Defensa israelíes, fue neutralizado sin causar daños. Pese al alto el fuego parcial alcanzado entre los hutíes y Estados Unidos, líder aliado de Israel en la región, las milicias yemeníes han seguido dirigiendo su ofensiva exclusivamente contra intereses israelíes, especialmente a raíz de las operaciones militares recientes que han incluido la destrucción de infraestructuras rebeldes en Yemen.
Los hutíes, respaldados política y militarmente por Irán, controlan extensas áreas del país, incluida la capital Saná, donde han consolidado estructuras estatales paralelas en el marco de una guerra civil que perdura desde 2014. Las declaraciones de su liderazgo indican una estrategia de escalada sostenida y una disposición a intensificar el bloqueo marítimo en rutas clave, lo que implica una amenaza latente para el comercio internacional y la seguridad de la región.
(Con información de EFE)