Los misterios del Mar Muerto: cómo se forman sus impresionantes estructuras de sal

hace 2 meses 10

Un reciente estudio arroja luz sobre la formación de los gigantes de sal que rodean el Mar Muerto. Estos depósitos, compuestos principalmente de halita, un mineral integrado, sobre todo, por cloruro de sodio, se desarrollan a medida que el agua extremadamente salina del lago se evapora. El interés científico en estos montículos radica en que, aunque existen estructuras similares bajo el mar Mediterráneo y en otros lugares, los procesos que las originaron ya no están activos, lo que convierte al Mar Muerto en el único laboratorio natural donde se puede observar este fenómeno en tiempo real.

Eckart Meiburg, ingeniero mecánico de la Universidad de California en Santa Bárbara, hizo un paralelismo geológico: “Siempre hubo cierta entrada de agua del Atlántico Norte al Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar”, explicó. “Pero cuando el movimiento tectónico cerró el Estrecho de Gibraltar, no pudo haber ninguna entrada de agua del Atlántico Norte”. Esta interrupción, ocurrida hace millones de años, provocó que el Mar Mediterráneo casi desapareciera, un fenómeno que guarda similitudes notables con los procesos actuales en el Mar Muerto. Unos pocos millones de años después, el Estrecho de Gibraltar volvió a abrirse y el Mediterráneo se llenó de nuevo, según detalló Meiburg en un estudio publicado en Annual Review of Fluid Mechanics, junto al geólogo Nadav Lensky de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

El equipo de investigación combinó observaciones de campo, experimentos de laboratorio y simulaciones computacionales para desentrañar el mecanismo exacto detrás de la formación de estos depósitos. Uno de los hallazgos más relevantes fue que los depósitos de sal se generan durante todo el año, no solo en los meses de invierno, como se creía anteriormente.

En los meses de verano, la capa superficial del agua sufre evaporación, lo que provoca un enfriamiento y posterior hundimiento. Este proceso da lugar a la formación de cristales de sal en la superficie, que luego caen en forma de nieve salina hasta el fondo del lago, donde se acumulan y contribuyen al crecimiento de los gigantes de sal. La velocidad y el patrón de esta precipitación varían según la temperatura del agua, lo que introduce una dinámica estacional y térmica en la evolución de estos depósitos.

Meiburg destacó la magnitud de estos depósitos: “Estos grandes depósitos en la corteza terrestre pueden tener muchos, muchos kilómetros en dirección horizontal y más de un kilómetro de espesor en dirección vertical”. La singularidad del Mar Muerto, al ser el punto más bajo de la superficie terrestre y poseer una de las mayores concentraciones de sal, permite a los científicos observar procesos que han dejado de ocurrir en otros lugares del planeta.

El estudio también subraya la relevancia de estos hallazgos para comprender la estabilidad y erosión de las costas a nivel global. Los investigadores señalan que el nivel del Mar Muerto disminuye aproximadamente un metro (poco más de 90 cm) cada año, una tendencia que se replica en otros mares y lagos debido al avance del cambio climático. Este descenso progresivo del nivel del agua no solo transforma el paisaje local, sino que también ofrece un modelo para analizar eventos similares ocurridos en el pasado geológico de la Tierra.

En su artículo, los autores afirman: “Todas estas observaciones proporcionan lecciones valiosas para las costas de todo el mundo con respecto a su estabilidad y erosión bajo el cambio del nivel del mar”. El Mar Muerto, por tanto, no solo es un testigo de procesos geológicos excepcionales, sino también una ventana para anticipar los efectos de las presiones ambientales actuales y futuras en otras regiones del planeta.

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