
Una pareja había ido con sus gatos a pasear por el Parque Capurro, en un barrio de la costa oeste en Montevideo. Al mismo lugar había ido una madre con su hija, pero en este caso había sacado a pasear a sus perros. Cuando llegaron al área habilitada para mascotas, decidieron liberar al más pequeño de los animales, un bulldog francés. Esta decisión derivó en una agresión a la mascota y en una pelea entre sus dueños, que terminó en un homicidio.
El caso, informado por el diario uruguayo El País, ocurrió el 2 de abril de 2024, pero se define por estos días en la Justicia.
Cuando el bulldog francés fue liberado, la mascota se dirigió hacia donde estaba la pareja con los gatos. Según la declaración de la madre y de la hija, llegó hasta allí con la intención de jugar. Sin embargo, los dueños de los gatos aseguran que mordió a uno de los animales. Tras esa acción del perro, el hombre lo pateó y se generó una discusión entre la pareja y la madre e hija, que habían llegado a disfrutar de la tarde de ese martes.
Hubo reproches e insultos, pero las versiones que han llegado a los tribunales uruguayos tienen varias diferencias, según consignó el diario uruguayo.
El dueño de los gatos empujó, tiró y golpeó a la joven dueña de los perros, de acuerdo a la investigación de la Fiscalía. Pero él, sin embargo, afirmó que fue golpeado por la mujer y que lo único que intentó fue que ella saliera de encima de él.

Fue entonces que la joven llamó a su novio, que estaba en un lugar cercano al parque. Cuando llegó a la zona, comenzó una discusión con el dueño de los gatos. El hombre había llegado “desacatado” –según la versión de testigos– y comenzó una pelea a las piñas entre ambos.
El dueño de los gatos tenía una navaja consigo, que alegó llevar por cualquier imprevisto. Fue entonces que le dio dos puñaladas en el abdomen al novio de la dueña de los perros. De inmediato, el hombre fue llevado hasta un hospital en un auto particular, pero murió por la pérdida de sangre que le causaron las heridas.
El agresor huyó, pero fue seguido por vecinos, quienes le informaron a la Policía cuál era su casa, de acuerdo a la crónica de El País. Cuando los agentes entraron a la vivienda, el hombre se estaba cortando los brazos.
La Fiscalía le solicitó al juez Marcelo Souto que se condene al agresor a nueve años de prisión por los delitos de homicidio y lesiones. El equipo fiscal concluyó que existió “saña, carácter agresivo y sumamente violento” por parte del dueño de los gatos. También señaló su “destreza en el uso del arma blanca” y definió que tuvo una actitud “hostil y cobarde”.

La fiscal Sabrina Flores es la cabeza de la investigación. La primera audiencia del juicio la abrió con una pregunta: “¿A qué nos puede llevar el amor por los animales?”.
Varios testigos formaron parte de la investigación: declararon las dueñas de los perros, la pareja del acusado, el guardaparques y otros vecinos.
La pareja de la víctima dijo haber sido golpeada por el dueño de los gatos cuando lo fue a increpar por haber pateado a su perro.
El acusado, en tanto, manifestó ante el juez que temió por su vida en el momento en el que llegó el novio de la joven. Después de patear al perro, aseguró haber sido víctima de golpes por parte de las mujeres, que le expresaron: “Mugriento, ese perro vale más que tu vida”. También relató haberse sentido hostigado por los presentes. Su defensa intenta probar que hubo “legítima defensa”.
A fin de mes, se sabrá la sentencia definitiva.