Todo parece ir de mal en peor para los Dolphins de Miami. Además de los resultados adversos y los duros golpes de las lesiones en lo que va de la presente temporada, el equipo dirigido por Mike McDaniel vivió uno de los momentos más complejos para el combinado en tiempos recientes durante la última jornada de compromisos.
Miami lucía encaminada a obtener su segunda victoria del presente torneo, con una ventaja de hasta 17 puntos sobre los Panthers de Carolina. Sin embargo, la historia estaba escrita de una manera muy distinta y los Dolphins terminaron sucumbiendo por marcador de 27-24 en la continuación de una pesadilla de campaña que todavía tiene mucho por delante.
Con eso en mente, se ofrece un repaso de lo bueno, lo malo y lo horrible que dejó dicho colapso para los muchachos de McDaniel.
Lo bueno
Darren Waller mantuvo su racha de touchdowns.
Waller ha disputado apenas dos juegos para los Dolphins después de perderse cada uno de los primeros tres en el vigente certamen. El domingo ante Carolina, el jugador capturó su tercer touchdown de la zafra.
A sus 33 años de edad, Waller es uno de los pocos puntos positivos de un equipo que ha decepcionado casi por completo en 2026.
Lo malo
La ofensiva se perdió durante una gran parte del juego.
Miami tuvo un sólido inicio contra los Panthers y tomó una ventaja de 17-0 en el marcador. No obstante, los Dolphins no volverían a anotar hasta un pase de touchdown del mariscal de campo Tua Tagovailoa en el último cuarto; es decir, la ofensiva de McDaniel no anotó un solo punto durante 36 minutos y seis segundos del partido.
Lo horrible
La defensa está completamente destruida.
Carolina no tuvo a su mariscal de campo principal Chuba Hubbard en el desafío, pero básicamente nadie se dio cuenta. Los Dolphins les permitieron a los jugadores suplentes de los Panthers tomar el rol de protagonistas.
El desempeño defensivo de los residentes del sur de la Florida contra un conjunto que finalizó la temporada 2024 con récord de 5-12 y que había ganado solo un partido este año antes del domingo podría ser el detonante para que el alto mando del club finalmente decida cortar cabezas en la plantilla.