La atención se vuelca de nuevo con ímpetu hacia la explotación aurífera en Venezuela.
Pero de efectuarse el traspaso apurado de estos activos externos, debido a los efectos de la política arancelaria de EEUU, los bloques del metal venezolano no serían oro monetario ni podrían formar parte de la reserva internacional, advierten economistas, que señalan que solo podrían venderlo en el mercado internacional.
“Para que el oro sea monetario y sea reserva internacional debe tener el certificado Good Delivery que hacen algunos países como Suiza, EEUU, Francia, Alemania y eso no se ha hecho”, afirma el economista José Guerra, profesor y diputado de la Asamblea Nacional de 2016.
En Londres
El domingo pasado, el periódico La Razón informó que la London Bullion Market Association (LBMA), que otorga la certificación Good Delivery que es estándar global clave en el mercado de lingotes de oro, en caso de cumplir con los estándares para su comercialización global, negó la aprobación de los lingotes de Venezuela por no reunir tales estándares.
Para que un lingote de aproximadamente 400 onzas troy obtenga la certificación de “Buena Entrega” por parte de la LBMA, debe cumplir con los requisitos de peso de onza fina, pureza mínima de 995,0 y aspecto físico que incluye marcado y calidad de superficie, según LBMA.
Los lingotes de oro objetados habrían sido refinados por la estatal Corporación Venezolana de Minería (CVM) al mando del general Rodolfo Marco Torres.
Sobre esto, el régimen de Maduro no ha informado hasta la fecha lo que hará en medio de la crisis que se hace más severa. Esta semana denunció los aranceles contra Venezuela en la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Ginebra.
Qué dijo Maduro
Nicolás Maduro, tras anunciar el traspaso del oro, indicó que Venezuela “está haciendo con los cánones internacionales más estrictos los lingotes de oro para su reserva nacional e internacional”.
Mencionó la recuperación de la Planta Caratal para la producción de “alta calidad”, una cualidad que Londres habría puesto en entredicho.
Añadió que se dispone a colaborar con empresas chinas en la “exploración y explotación de las minas” en las que ya trabajan por acuerdos suscritos entre los dos países desde 2016.
“Firmé ocho contratos, documentos, memorándums que fortalecerán la inversión y el trabajo conjunto. Hay que producir todo en Venezuela”, dijo en un acto transmitido por la oficialista VTV y reseñado por los medios.
China, aliado principal del régimen de Maduro y frenada en sus importaciones petroleras por los aranceles de Trump, ha firmado con Venezuela casi 500 acuerdos desde 2007, los cuales establecían préstamos de Pekín de 68 mil millones de dólares, según reportes de Freedom House en 2021.
Desde entonces, los acuerdos habrían crecido en torno a la minería ilegal, como lo hará con sus otros aliados Turquía, Rusia e Irán, para buscar más financiamiento.
¿Renuncias?
Maduro lanzó un mensaje a quien discrepe de la medida oficial.
“Cualquier perturbación que pretendan contra la recuperación de nuestra economía (…) será enfrentada, controlada y superada con unión nacional”. No cesa de citar que el Banco de Inglaterra mantiene retenidas desde 2018 31 toneladas de oro venezolano.
Tras el anuncio, dos altas ejecutivas del Banco Central de Maduro, con más de 15 años en la directiva, renunciaron a sus cargos, pero hay reservas acerca de si esto obedece a desacuerdos con la pretensión oficialista.
“Esto puede deberse otra razón que viene desde hace años y que coincide con un cambio de directiva”, según fuentes consultadas que aseguran que una de las ejecutivas “ha sido cuestionada por las duras políticas de encaje bancario” del Banco Central.
Lingotes, no reserva del BCV
Guerra, quien gerenció la unidad de investigaciones económicas en el Banco Central durante varios años, explicó que “no se puede contabilizar ese oro” y hay una razón adicional. Una de las directivas del ente emisor venezolano eliminó el departamento y los laboratorios donde los lingotes eran sometidos a análisis de rigor.
Luego, eran enviados a Londres o Suiza para su certificación.
“Pero el punto fundamental es que esos lingotes no se puede contabilizar como reserva de oro del BCV y si lo van a usar tendrían que vender esos lingotes para obtener liquidez y poder intervenir en el mercado cambiario”, dijo el economista.
En marzo pasado, Venezuela reportó una caída de las reservas por 21 millones de dólares, con relación a la semana anterior, debido a la vulnerabilidad en el tipo de cambio que no ha podido estabilizar el BCV a pesar de sus intervenciones para calmar la demanda en el mercado cambiario.
La situación se suma a los aranceles de 25% impuestos a los países que comercializan el petróleo de Venezuela.
Como contraparte, el régimen se propuso aumentar este 2025 la explotación de oro ante la merma de ingresos petroleros y se habría fijado la meta de producir 8,900 toneladas de oro, lo que “lo convertiría en el país con mayores reservas de oro del mundo”, según el centro de investigaciones Business & Human Rights, con oficinas en España.
Si bien las reservas de oro cerraron con 52 toneladas en 2024, una caída de 13% en un año, según reportes del BCV, en febrero de 2025 alcanzaron 4.415 millones de dólares, un incremento de 99 millones respecto al mes anterior.
En febrero de 2025, las reservas de oro de Venezuela ascendían a 4.415 millones de dólares. Esto registra un aumento respecto de la cifra anterior de 4.316 millones de dólares para enero de 2025.
Más oro, más daño ambiental
El anuncio de Maduro también que augura un auge de la explotación ilegal de las minas de oro en el Arco Minero, ubicado en el sur de Venezuela, presagia para expertos también un aumento del daño ambiental.
Este se concentraría específicamente en la región de la Amazonía, que va desde el estado Amazonas hasta el Esequibo, en disputa con Guyana.
La explotación ilegal de oro se expande cada vez más en áreas protegidas de Venezuela, alertó la organización SOS Orinoco en fecha reciente.
En su más reciente informe, la ONG advierte que entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, se sumaron 4,000 nuevas hectáreas de minería ilegal en Venezuela.
Y hace énfasis en el impacto en ríos, aguas subterráneas, plantas, animales y comunidades, que seguramente aumentará, según se estima.
“Vemos suelos desnudos y removidos, lagunas producto del lavado de desechos, campamentos mineros y vegetación arrasada”.
Los daños se deben, afirma, a “los severos procesos erosivos, sedimentación de ríos, inutilización de suelos, contaminación de cuerpos de agua, contaminación de peces consumidos por las personas, envenenamiento del entorno en los sitios donde se procesa el mineral aurífero, y en general, por una degradación profunda de los ecosistemas”.
FUENTE: Entrevistas al economista José Guerra, con información del BCV y SOS Orinoco.