
El papa León XIV visitó este sábado el santuario agustino de la Madonna del Buon Consiglio, (Virgen del Buen Consejo) ubicado en la localidad de Genazzano, a unos 60 kilómetros al sureste de Roma, según informaron medios locales. La visita, que no fue anunciada previamente por la Santa Sede, constituye la primera salida pública del nuevo pontífice desde su elección el pasado jueves como jefe de la Iglesia Católica, tras dos días de cónclave.
La televisión pública italiana RAI difundió imágenes del papa León XIV vestido de blanco a su llegada a la localidad, donde fue recibido por el obispo de la diócesis y otras autoridades locales. La visita al santuario, estrechamente vinculado con la espiritualidad agustiniana, refuerza los vínculos del nuevo papa con la tradición de San Agustín, teólogo cuya influencia es visible también en el lema elegido para su escudo papal.

León XIV se recogió en oración ante la imagen de la Virgen del Buen Consejo, acompañado por los religiosos del lugar y numerosos fieles. Según indicó la Oficina de Prensa del Vaticano, tras ser recibido por varios centenares de personas en la plaza, el Papa ingresó en la iglesia, donde rezó en silencio ante el altar principal y luego ante la imagen mariana, guiando a los presentes en la oración compuesta por Juan Pablo II a la Madre del Buen Consejo. La ceremonia concluyó con el rezo del Ave María y el canto colectivo de la Salve Regina.
A continuación, el pontífice dirigió unas palabras a los fieles congregados tanto dentro como fuera del templo. “He deseado mucho venir aquí en estos primeros días del nuevo ministerio que la Iglesia me ha confiado, para llevar adelante esta misión como Sucesor de Pedro”, afirmó.

Más temprano en la jornada, León XIV mantuvo una reunión en el Vaticano con los cardenales que aún permanecen en Roma, con quienes dialogó sobre los desafíos de la Iglesia abordados previamente en las congregaciones generales previas al cónclave. El encuentro subrayó la intención del pontífice de continuar el diálogo iniciado con el colegio cardenalicio durante la sede vacante.
La primera audiencia del papa León XIV con los cardenales, celebrada este sábado a puerta cerrada en el Vaticano, estuvo marcada por el peso simbólico de la sucesión y por un mensaje de continuidad. “El mundo atraviesa una nueva revolución, esta vez ligada al desarrollo de la inteligencia artificial”, expresó con determinación el papa León XIV durante su intervención.

Por otra parte, la Secretaría de Estado vaticana difundió este sábado a través de la red social X escudo y el lema pontificio de León XIV.
Sobre el escudo papal, León XIV decidió conservar en gran parte desde su ordenación episcopal. El diseño está dividido diagonalmente. En la parte superior, sobre fondo azul, se ve un lirio blanco: símbolo de pureza, obediencia y consagración. En la parte inferior, sobre fondo claro, destaca un corazón rojo atravesado por una flecha, que reposa sobre un libro cerrado.
Este signo central alude directamente a una frase de San Agustín en sus Confesiones: “Vulnerasti cor meum verbo tuo” del latín “Has traspasado mi corazón con tu Palabra”, evocando su proceso de conversión y la experiencia interior de la fe como herida transformadora.

El escudo se completa con los elementos heráldicos tradicionales del papado: la tiara de tres coronas y las llaves cruzadas de San Pedro. En la cinta inferior se inscribe el lema que el Papa ha elegido conservar: “In Illo uno unum”, expresión tomada de la Exposición del Salmo 127 de San Agustín. La frase “en el único, uno” sintetiza el ideal agustiniano de unidad eclesial: muchos cristianos, un solo Cristo.
La elección del lema, así como la primera visita pastoral de su pontificado, evidencian una orientación espiritual marcada por el pensamiento agustiniano, que podría influir en el estilo pastoral y teológico del nuevo papa.