Laura Vargas, una colombiana que lleva varios años viviendo en España, ha contado en su cuenta de TikTok que fue detenida por la Policía cuando se dirigía a una cita con su psicóloga. El control ocurrió en una calle con colegios, supermercados y alto tránsito peatonal. La joven explicó que iba hablando sola, gesticulando y muy emocionada, algo que llamó la atención de los agentes. Según relató, la patrulla le indicó que iba a más velocidad de la permitida y que necesitaban comprobar si conducía bajo los efectos del alcohol.
En el vídeo, que acumula miles de visualizaciones, Vargas narra la escena con ironía. Dice que circulaba a unos 60 km/h en un tramo limitado a 30 o 40 km/h, según le señalaron los agentes. “Yo solo iba motivada, con mi música”, comentó entre risas. El tono humorístico generó comentarios de usuarios que se identificaron con situaciones similares y otros que recordaron la importancia de los límites en zonas escolares.
Los agentes, según su explicación, no observaron síntomas claros de consumo, pero sí un nivel de excitación que les hizo detener el vehículo. Tras pedirle la documentación, le realizaron la prueba de alcoholemia correspondiente. Vargas remarca que el resultado fue negativo y que pudo continuar su trayecto sin sanción, aunque reconoció que no era consciente de la velocidad a la que circulaba.
El vídeo también incluye una reflexión sobre la importancia de concentrarse al volante. La creadora de contenido señaló que la música, en ocasiones, influye en su conducción y se comprometió a prestar más atención al entorno. Varias personas en redes celebraron que compartiera la experiencia en tono ligero, pero otros recordaron que la circulación en áreas con colegios requiere máxima prudencia.
Controles de alcoholemia en la vía públicaLas fuerzas de seguridad pueden detener a cualquier conductor para realizar una prueba de alcoholemia, incluso sin que exista una infracción previa. El objetivo es garantizar la seguridad vial. Las mediciones se efectúan mediante un etilómetro que analiza la concentración de alcohol en aire espirado. El límite general es de 0,25 mg/l, aunque desciende a 0,15 mg/l para conductores noveles y profesionales.
Si el resultado supera el máximo, los agentes deben repetir la prueba tras unos minutos para confirmar la cifra. En caso de dar positivo, la ley puede interponer una sanción administrativa, con multa y pérdida de puntos o, si la tasa es muy alta, un delito penal con una retirada del carné, trabajos comunitarios o incluso pena de prisión.
Los controles se realizan de manera habitual en zonas con tráfico denso, proximidad de centros educativos o presencia de peatones. La velocidad también es un factor clave en calles urbanas. Tramos con colegios suelen estar limitados a 20 o 30 km/h para reducir riesgos en cruces y accesos.
Vargas comenta que entendió la intervención policial. Dice que su expresividad al volante podía haber transmitido una impresión equivocada. También recuerda que atravesaba una zona muy concurrida. Tras la publicación, muchos usuarios destacaron la normalización del control como parte de la seguridad vial.
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