“Oeoeoa, La Vinotinto va, Oeoeoa, La Vinotinto va (…) qué emoción, me late el corazón”, esta frase de una canción esperanzadora del año 2002, en una Venezuela que entraba en crisis tras años del gobierno de Hugo Chávez, era recurrente e ilusionaba a todo un país con ver a su selección en el Mundial. Hoy, 23 años después parece ser esa una de las pocas ilusiones que ha logrado mantenerse vigente.
Y es que la selección de fútbol de Venezuela nuevamente ilusiona con la idea de ir al Mundial. Esta vez puede ser diferente. Pero llegó la hora de no fallar. De tener sangre fría y, aunque a algunos no les guste, de cuidar los resultados más que el estilo de juego, para así dejar de ser la única selección de Sudamérica que no ha asistido a la cita máxima.
No ha habido mejor oportunidad que la actual. La ilusión de ir un a un mundial se mantiene intacta, cada jornada clasificatoria acelera el corazón, aunque muchas veces no precisamente de alegría.
Este Mundial, el primero a celebrarse en tres países (EEUU, México y Canadá), contará con 48 selecciones. A la Conmebol le dieron seis puestos de clasificación directa y el repechaje, la opción de Venezuela.
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La Federación Venezolana de Fútbol presenta el nuevo uniforme de la selección Vinotinto con alianza de Adidas
Prensa FVF
Faltan cuatro jornadas, dos de ellas en Venezuela. Probablemente en Maturín, el fortín que ha hecho soñar otra vez. En ese feudo, quizás, se viva una especie de “final” el próximo 4 de junio, cuando se reciba a Bolivia, que está solo un punto por debajo en la tabla de clasificación.
Es hora de no fallar ni decepcionar, como ocurrió cuando se buscaba el boleto para el Mundial de Sudáfrica 2010. En esa ocasión Venezuela finalizó en la octava posición con 22 puntos, quedando a 4 del repechaje.
La ilusión ha estado en cada eliminatoria. Para Brasil 2014 el corazón latió muy fuerte, pero cuando se pensaba en comprar pasajes, se sufrieron dos infartos que acabaron con el sueño mundialista. Venezuela perdió partidos clave contra Uruguay y Chile en la recta final y terminó en el sexto lugar con 20 puntos, a 5 del repechaje.
En la historia de Conmebol, el séptimo lugar se ha logrado con 18 puntos. Aunque el promedio es de 21 unidades. Así que es hora de no fallar. Se le debe ganar a Bolivia en casa y tratar de aruñar puntos en Uruguay y Argentina para que en el último juego como local, contra Colombia, el pueblo pueda gritar y celebrar con sus héroes que La Vinotinto va.