
El éxito de Chespirito, y sobre todo de El Chavo del 8, derivó a su vez en los caminos separados de su elenco. Son conocidas las luchas legales públicas entre actores como Carlos Villagrán o María Antonieta de las Nieves por la autoría de sus personajes.
En el caso de Quico, personaje de Villagrán, se mantuvo vigente mediante apariciones especiales como circos o shows en América Latina.
Incluso, llegó a tener un programa televisivo en Argentina, titulado El show de Carlos Villagrán (1980), que fracasó y no logró mantenerse al aire, debido a sus chistes sosos y exceso de comedia física.
Cabe destacar que, en más de una ocasión, el actor mexicano defendió haber participado en la creación del papel, sin embargo, su trabajo posterior a El Chavo del 8 no logró estar a la altura de lo que fue la televisión del comediante Roberto Gómez Bolaños.

Su protagónico en este piloto, que reunía diversos sketches, estaba identificado como "El niño“, nombre que se utilizaba para identificar a Quico fuera del universo de Chespirito por derechos de autor.
Aunque el programa parece haber sido olvidado por el público argentino, el material de archivo original fue subido a YouTube en noviembre de 2024 por la Televisión Pública Argentina.
La producción con el sello de ATC. fue guionizada por Jorge Maestro y Sergio Vainman. Además, el actor argentino Eduardo Rudy fue encargado de dar la introducción a Quico.
“Así, el personaje va recorriendo, con su humor y su gracia, diferentes escenarios: un supermercado, donde hace travesuras con las clientas y el dueño del negocio; un bar, donde almuerza y enloquece a otro comensal (Ricardo Castro Ríos); y el laboratorio del malvado profesor Maléficus, donde se enfrenta a este villano para rescatar a la chica de sus sueños”, indica la descripción del video.

Curiosamente, el episodio de 50 minutos cuenta con ciertas referencias a las disputas entre Roberto Gómez Bolaños y Carlos Villagrán, debido a que se refiere al Chapulín Colorado de forma despectiva.
“No me vayas a decir que el que te puede salvar es un bicho colorado que anda por ahí, porque me retiro inmediatamente”, se le escucha decir cuando su co-estrella, una niña atrapada por el profesor Maléficus, se pregunta si alguien podría salvarla.
En esa misma línea, es posible que la canción “Mamá”, interpretada por Villagrán junto a un maniquí, simbolice la “muerte” de Doña Florinda, interpretada originalmente por Florinda Meza, esposa de Gómez Bolaños y quien buscó proteger su legado.
Si bien Carlos Villagrán no volvió más a la televisión argentina, tampoco se mantuvo vigente en las pantallas de su país de origen ante la imposibilidad de continuar usando el nombre de “Quico” y la ausencia de un guion que pudiera equipararse a la pluma de Chespirito.

En una reveladora entrevista en el programa La divina noche de Dante Gebel, Carlos Villagrán, conocido mundialmente por su papel de Quico en El Chavo del 8, compartió detalles sobre las tensiones y desafíos que enfrentó tras su salida del icónico programa.
El artista de 81 años habló abiertamente sobre su complicada relación con Roberto Gómez Bolaños y Florinda Meza, así como sobre el impacto que su personaje tuvo en su vida profesional y personal.
Durante la conversación, Villagrán recordó un homenaje a Gómez Bolaños, donde, a pesar de ser invitado por Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito, fue relegado a un rincón durante el evento.
“Me escondieron en una oficina, no sé por qué... y cuando finalmente me llevaron, me pusieron en un rincón”, relató Villagrán.

La relación con el guionista fue un tema recurrente en la entrevista. Aclaró que nunca hubo demandas legales entre ellos, pero sí una prohibición de usar el nombre de Quico, lo que lo llevó a modificarlo a Kiko para evitar problemas legales.
“Se le fue en popularidad Quico”, admitió al recordar un episodio en Chile donde el público coreaba su nombre, lo que generó tensiones con el creador del programa.
Asimismo, se refirió al vínculo sentimental entre Gómez Bolaños y Meza, describiéndolo como una unión donde el amor y la fama se entrelazaron de manera compleja.
“Roberto se enamoró de ella, estaba muy enamorado, y ella se le pegó porque él era el famoso”, comentó.

El actor también compartió el momento más oscuro de su carrera, cuando Emilio Azcárraga, magnate de la televisión mexicana, le cerró las puertas laborales tras su salida del programa.
“Mandó fax a todos los lugares donde se transmitía El Chavo para decirles que no me dieran trabajo o dejaba de darles El Chavo y las series mexicanas”, explicó Villagrán, quien llegó a perder su casa en ese periodo.
Carlos Villagrán reflexionó sobre su vida con una mezcla de arrepentimiento y serenidad. “Me arrepiento de que se me haya subido la fama en algún momento, pero por suerte volví a la realidad”, confesó.
Ahora, su deseo es envejecer con dignidad y mantener su independencia hasta el final. “No le tengo miedo al dolor, pero sí quiero morir en paz”, concluyó.