
La tormenta tropical Imelda y el huracán Humberto mantienen en alerta a varias regiones del Atlántico y ya dejó un muerto en Cuba. Además provocó evacuaciones masivas en el Caribe mientras amenazan a Bahamas y Bermuda.
En Cuba, las lluvias intensas causaron deslizamientos de tierra en la provincia de Santiago de Cuba, donde, de acuerdo con la televisión estatal, Luis Mario Pérez Coiterio, de 60 años, perdió la vida. El impacto del fenómeno afectó especialmente al oriente del país, donde autoridades distribuyeron alimentos y agua potable a la población.
Alexander Olivares, presidente del Consejo de Defensa de San Antonio del Sur en Guantánamo, afirmo en declaraciones recogidas por NBC News: “estamos trabajando con nuestros colegas de agricultura para proporcionar alimentos a la población, lo cual es esencial”.
La llegada de Imelda llevó a la evacuación de 1.291 personas en varias localidades cubanas, según indicó la misma fuente. De esa cifra, 158 ciudadanos se refugian en albergues temporales. Indira Oliva Bueno, alcaldesa de Santiago de Cuba, expresó en una emisión de la cadena Caribe, que “tras dos días de intensas lluvias, estamos en la fase de salvar vidas humanas y la economía de toda la ciudad”.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami informó que Imelda se ubicaba a unos 55 kilómetros al norte de Great Abaco Island, en el norte de Bahamas, con vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora y desplazamiento hacia el norte. El organismo pronosticó que podría evolucionar a huracán en las próximas horas y desviarse hacia mar abierto, aunque el peligro persiste para varias islas.
En el archipiélago de las Bahamas, aún afectado por el paso de Dorian en 2019, se suspendió la mayoría de las actividades escolares y se ordenó la evacuación en sectores vulnerables ante el temor de inundaciones.
Se reportaron cortes de energía eléctrica y el cierre de oficinas públicas en las áreas bajo advertencia meteorológica. “Las escuelas permanecerán cerradas y las evacuaciones son obligatorias en algunas zonas”, informó una comunicación oficial replicada por NBC News.
La previsión para las siguientes horas contemplaba entre 10 y 20 centímetros de precipitaciones en el noroeste de Bahamas, mientras en Cuba oriental las lluvias alcanzarían entre 5 y 10 centímetros. Este volumen de agua mantiene alto el riesgo de inundaciones y nuevos deslizamientos en ambos países caribeños.

Mientras tanto, en aguas abiertas del Atlántico evoluciona el huracán Humberto como categoría 4, generando preocupación en la región. Alex DaSilva, experto principal en huracanes de la empresa AccuWeather, explicó que la interacción de ambos sistemas responde al fenómeno conocido como efecto Fujiwhara: “cuando dos tormentas circulan cerca, comienzan a rotar sobre sí mismas y a modificar sus trayectorias, algo poco frecuente en la cuenca atlántica”.
Humberto, con vientos de 230 kilómetros por hora, se localizaba a 550 kilómetros al sur-suroeste de Bermuda durante la madrugada del lunes, según reportó el NHC. Se esperaba que la tormenta girara hacia el este-noreste, alejándose de la costa sureste de Estados Unidos.
Aun así, los estados de Carolina del Sur y Carolina del Norte se prepararon ante la posibilidad de lluvias intensas y ráfagas de viento en la franja costera, mientras las autoridades estatales movilizaron equipos de rescate preventivamente.

Josh Stein, gobernador de Carolina del Norte, declaró el estado de emergencia antes de la formación oficial de la tormenta. Además, en la isla de Tybee en Georgia, el gobierno local repartió sacos de arena de forma gratuita como medida preventiva ante inundaciones.
En Bermuda, las autoridades clasificaron el paso de Humberto e Imelda como potencial “doble golpe” para la isla. Michael Weeks, ministro de seguridad nacional, instó a los residentes a mantenerse preparados: “el huracán Humberto es una tormenta peligrosa, y con otro sistema desarrollándose al sur, cada hogar debe estar listo”, declaró en rueda de prensa citada por The Associated Press.
El tráfico aéreo resultó interrumpido en Bahamas debido a las condiciones climáticas, y se prevé que los aeropuertos reabran una vez pase la emergencia.