La tierna amistad de Reptoria y Jessie, la dragón barbudo que se convirtió en el “bebé” sobreprotegido de una chihuahua

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La relación entre Jessie, unaLa relación entre Jessie, una chihuahua, y Reptoria, un dragón barbudo, cautiva a miles en TikTok por su vínculo afectuoso y protector. (TikTok: @carolyn2216)

En un hogar donde conviven especies poco habituales, Jessie, una perrita chihuahua, y Reptoria, una dragón barbudo, han establecido un vínculo tan afectuoso que ha llamado la atención de miles de personas en TikTok, donde Carolyn, dueña de ambas mascotas, comparte las aventuras de esta peculiar familia.

La mujer, de quien se desconoce el apellido, relató para The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales, que la pequeña Jessie actúa como un guardián personal para Reptoria, cuya diminuta estatura provoca en la chihuahua la necesidad de mantener a todos alejados de su compañera reptil y jamás quitarle un ojo de encima.

“Jessie es súper protectora con Raptoria. Como es tan pequeña, siente la necesidad de protegerla”, explicó Carolyn, quien comparte en la cuenta de TikTok @carolyn2216 la convivencia de sus animales con una audiencia que supera los 13 mil seguidores.

En el mismo hogar residía Zeus, un American Pitbull Terrier que, a pesar de su tamaño imponente, es descrito por su cuidadora como un animal cariñoso y respetuoso. Carolyn relató que la chihuahua reaccionaba especialmente cuando el enorme cánido se aproximaba a Reptoria: “Zeus es el más grande, así que en cuanto se acerca, Jessie se pone muy protectora. Como también es el más cariñoso, él entiende que Jessie solo está cuidando a Raptoria”.

La dinámica entre una perritaLa dinámica entre una perrita y su compañera reptil es compartida por su dueña en redes sociales. (TikTok: @carolyn2216)

La mujer explica en entrevista con The Dodo que la conexión entre ambas fue evidente desde el primer encuentro. Recuerda que, para evitar posibles accidentes, Carolyn introdujo a Reptoria en un contenedor de plástico transparente para presentarla a los perros, no obstante, mientras los demás lomitos mostraron poco interés, Jessie permaneció atenta y vigilante durante horas. “En ese momento, supimos que había algo muy diferente en esa relación”, recordó.

A medida que pasaba el tiempo, la relación se fortaleció. Actualmente, Jessie y Reptoria son inseparables: duermen juntas, juegan y comparten momentos de tranquilidad. “Ahí está tu bebé”, es una expresión recurrente cuando colocan a Reptoria cerca de Jessie.

La chihuahua responde con entusiasmo y atención, reflejando un afecto genuino que trasciende la diferencia de especies. Pero lo más importante es que, según Carolyn, el cariño es mutuo.

Aunque el amable Pitbull falleció recientemente, este trío, en compañía de otros dos chihuahuas similares a Jessie, son un claro ejemplo de que la convivencia pacífica y afectuosa entre animales de distintas especies y tamaños es posible bajo condiciones adecuadas de cuidado y supervisión.

Con una buena guía yCon una buena guía y vigilancia constante, es posible establecer vínculos sólidos entre mascotas de especies diferentes. (TikTok: @carolyn2216)

La convivencia entre mascotas de especies distintas puede parecer poco probable, sin embargo, con una guía adecuada, es factible establecer relaciones positivas entre animales tan distintos. Incluso, de acuerdo con el blog especializado Spot Pet, existen algunas especies de reptiles que presentan un comportamiento más compatible con perros y gatos domésticos.

Los animales más recomendados para este tipo de convivencia son los dragones barbudos, los geckos leopardo y los eslizones de lengua azul, los cuales, gracias a su temperamento tranquilo y predecible, tienen mayor probabilidad de adaptarse a entornos compartidos con otras mascotas.

Es importante destacar que el proceso de socialización entre un reptil y un perro debe ser progresivo y siempre supervisado. Spot Pet recomienda observar las interacciones durante al menos las primeras doce reuniones. “Esto te permitirá estar preparado para intervenir y solucionar la situación si algo sale mal”, señala la publicación. La novedad de un animal de otra especie puede generar confusión en ambas mascotas, por lo que es fundamental prestar atención a sus reacciones.

Incluso si la presentación inicial entre los animales transcurre sin problemas, es recomendable repetir el proceso varias veces y variar ligeramente el entorno en cada ocasión, lo que contribuye a que las mascotas se familiaricen en contextos distintos y aprendan a relacionarse de forma más natural.

Entre los reptiles mencionados, el dragón barbudo destaca como una de las opciones más idóneas para hogares con otras mascotas. Originario de Australia, este lagarto posee un comportamiento dócil, carácter sociable y curiosidad natural. Además, se comunica mediante una variedad de gestos físicos, como el uso de la lengua para explorar su entorno o movimientos específicos como asentir con la cabeza o inflar su barba, la cual puede tornarse negra si se siente amenazado.

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