La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar millones de empleos y aumentar la productividad en España y la UEEuropa se encuentra ante la oportunidad de liderar la revolución de la inteligencia artificial, pero corre el riesgo de quedar rezagada si no transforma su ambición en acción concreta. Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google y Alphabet, sostuvo en Retina Tendencias que la adopción de la IA podría impulsar el PIB de la Unión Europea en 1,2 billones de euros, con España beneficiándose entre 100.000 y 120.000 millones de euros en la próxima década.
Sin embargo, advirtió que “mientras que los competidores internacionales están avanzando rápidamente, los líderes empresariales ya han advertido que Europa corre el riesgo de enredarse en su propia red burocrática”.
Walker ilustró el potencial transformador de la inteligencia artificial con ejemplos concretos: “Imagina una herramienta que pueda analizar un electrocardiograma y descubra las primeras señales de una enfermedad cardíaca antes de que aparezcan los síntomas. También que se permita diseñar tratamientos oncológicos pediátricos personalizados para mejores resultados. No es ciencia ficción, es la realidad de la inteligencia artificial de hoy”. Para el directivo, este futuro está llegando “más rápido de lo que nadie imaginaba”, y la cuestión central es si Europa liderará esta transformación o se dejará llevar por ella.
El análisis de Walker subrayó la brecha creciente entre Europa y sus competidores globales. Puso como ejemplo a China, donde “el Gobierno está invirtiendo miles de millones en centros de datos e integrando la IA en toda su economía”. Según el presidente de Asuntos Globales de Google, “el 83% de sus empresas usan IA generativa, mientras que la adopción en Europa es solo del 14%”. Para Walker, el problema no reside en la falta de visión, sino en la ejecución: “Más del 60% de las empresas europeas consideran la normativa como el mayor obstáculo para la inversión”.
El editorial de Retina Tendencias recogió que desde 2019 se han promulgado más de 100 nuevas normativas de la Unión Europea para la economía digital, lo que genera una “fricción autoimpuesta” agravada por la fragmentación del mercado único. Walker citó al Fondo Monetario Internacional para advertir que esta fragmentación impone un “arancel punitivo” del 45% a los bienes y del 110% a los servicios, un fenómeno que el economista Mario Draghi denominó: “Europa se impone aranceles a sí misma”.
Esta carga regulatoria afecta especialmente a empresas innovadoras como la startup española Idoven, que utiliza la inteligencia artificial para detectar enfermedades cardiacas a partir de electrocardiogramas. Walker explicó que “una compleja red de normativas, fragmentada entre los Estados miembros y poco clara sobre el uso de datos sanitarios para entrenar modelos de IA, crea enormes obstáculos administrativos”. Según el directivo, esto ralentiza la capacidad de expansión de estas empresas, disuade la inversión y retrasa la llegada de herramientas a los médicos y pacientes que podrían beneficiarse de diagnósticos más tempranos.
Para revertir esta situación, Walker propuso una estrategia clara de tres partes: sentar una base más inteligente para la innovación, fomentar la adopción y las competencias, y ampliar la escala capacitando a las personas. En primer lugar, abogó por una “regulación centrada, coherente y equilibrada”. Sostuvo que “en lugar de regular los inputs (el proceso científico), debemos centrarnos en los outputs (los efectos reales de la IA)”. Consideró crucial “rellenar las lagunas legislativas existentes en lugar de imponer nuevas normas generales”, y defendió que la regulación “no sólo prevenga daños, sino que también fomente activamente la innovación”.
En segundo término, Walker instó a “poner estas potentes herramientas en manos de personas y empresas”. En el caso de España, la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar “13,7 millones de puestos de trabajo, aumentando la productividad entre 85.000 y 95.000 millones de euros”. El presidente de Asuntos Globales de Google afirmó que “una regulación que impulse la innovación creará nuevas empresas y empleos adaptados a la era de la IA, al igual que los ordenadores personales, internet y los móviles abrieron nuevas eras”.
Google propone una estrategia basada en regulación equilibrada, formación y ampliación de competencias para impulsar la IA en Europa (Imagen Ilustrativa Infobae)La formación de los trabajadores ocupa un lugar central en la propuesta de Walker. Anunció que Google se compromete a “formar a un millón de personas en España en competencias de IA para finales de 2027, a través de colaboraciones con instituciones como Educa EdTech, Santander Open Academy y Fundae”. Esta iniciativa, según el directivo, abarca estudiantes, pequeñas empresas, grupos minoritarios y también al sector público. Walker consideró que “la industria puede liderar proyectos piloto, pero los gobiernos deben amplificar los más exitosos”.
En la última parte de su argumentación, Walker enfatizó la necesidad de “ampliar la escala” de la inteligencia artificial para resolver grandes desafíos, más allá de los chatbots. Citó ejemplos como AlphaFold en biología, los modelos Gemini en tratamientos personalizados contra el cáncer infantil y la aplicación de la IA en agricultura para optimizar cosechas y reducir emisiones.
Reconoció que “los líderes europeos aciertan al priorizar la IA, pero la ambición no basta”. Para Walker, “es momento de acciones decisivas: eliminar obstáculos para nuestros innovadores, colaborar para acelerar la investigación y poner estas herramientas transformadoras en manos de los españoles”. Concluyó que “el potencial es claro, las herramientas están listas y nos comprometemos a colaborar con España para aprovechar este momento y dar paso a una nueva era de crecimiento e innovación”.
hace 2 horas
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