
Cinco países europeos han bajado el IVA que grava las obras de arte, pero en el resto de países este impuesto presenta distintos tipos y excepciones, y es objeto de reclamaciones del sector.
Tras la directiva 2022/542 para el impuesto aplicable a las obras de arte, que entró en vigor el 31 de diciembre de 2024, Francia ha bajado del 20% al 5,5%; Alemania, de 19% al 7%; Luxemburgo del 17% al 8%, e Italia, del 2 % al 5%,el último en sumarse a este club tras una larga negociación del Ministerio de Cultura dentro del Gobierno de Giorgia Meloni.
A continuación, algunos ejemplos de la situación en otros países y de las reclamaciones de los profesionales:
- En Países Bajos, el IVA para obras de arte vendidas por intermediarios (como una galería) es del 21%. El próximo 1 de enero de 2026 se elevará el tipo aplicable a las obras vendidas directamente por el artista, que hasta ahora se beneficiaban de un IVA reducido del 9%, pero quedarán entonces sujetas al tipo general del 21%. Holanda acoge la feria europea más importante del sector, TEFAF Maastricht.
- En Reino Unido, se aplica un tipo reducido de IVA del 5% sobre las importaciones de obras de arte, siempre que cumplan con la definición legal establecida en la ley sobre el IVA del año 1994, que reconoce como tales a esculturas de varios tipos, dibujos, pinturas, cerámicas o fotografías siempre que sean originales.

En el mercado interno británico, las ventas de obras de arte realizadas por artistas, galerías o comerciantes registrados están sujetas al tipo estándar del 20% cuando el volumen de ventas supera las 90.000 libras anuales (103.563,45 euros), umbral a partir del cual el registro en el sistema de IVA es obligatorio.
Existen, no obstante, algunas exenciones específicas aplicables a instituciones benéficas, museos o galerías públicas que venden obras en determinados contextos no comerciales y que les permiten quedar fuera del ámbito del IVA, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la autoridad fiscal británica.
- En Bélgica se aplica un tipo reducido del 6% a las obras de arte adquiridas directamente del artista o sus herederos. Para las compradas a una galería, desde este año se aplica un 21% al precio completo de la obra (y no solo al margen de ganancia, como hasta ahora).
- Austria aplica desde 2022 un tipo reducido del 13% tanto a la importación como a la entrega de obras de arte. El sector considera que ese tipo supone una desventaja competitiva respecto a otros países del entorno, como Alemania (7%) o Suiza (8,1%).

Durante las negociaciones para formar el nuevo gobierno, que tomó posesión el pasado marzo, se acordó examinar una posible reducción del IVA para el sector artístico y la venta de obras de arte, con el objetivo justo de evitar esa desventaja. El pasado día 15 la patronal del sector reclamó de nuevo esa reducción.
- Portugal es uno de los países europeos con el IVA más alto para las obras de arte, que asciende al 23% en el caso de las galerías (desde el pasado mes de marzo). Cuando el autor vende directamente sin intermediarios, las obras están sujetas a un 6%.
Los galeristas portugueses demandan una reducción de la carga fiscal que la iguale a sus vecinos europeos y al resto de bienes culturales como los libros o el cine, sujetos a un 6% en el país ibérico, explicó Vera Cortês, presidenta de la Asociación Lusa de Galeristas.
“Yo creo que la Península Ibérica debería unirse” y tener la misma tributación, explica Cortês, que alerta de que, de no ser así, las galerías acabarán por irse a países como Francia o Italia, comprometiendo el negocio del arte contemporáneo y de todas las familias que dependen de él.
Fuente: EFE
[Fotos: Visuales Infobae]