
En la más reciente edición de Glamour, Jennifer Aniston abrió su corazón y compartió algunos aspectos de su vida personal y profesional que pocas veces admite en público.
La intérprete reconoció que, a pesar de su experiencia frente a las cámaras, hay situaciones que todavía le generan ansiedad.
“Incluso me pongo un poco nerviosa al hablar en público, especialmente después de tantos años en los que tus palabras se retuercen o sacan de contexto”, confesó.

Esa desconfianza la ha llevado a “vigilarse a sí misma” constantemente en entrevistas, un mecanismo que, según ella, es inevitable tras décadas de exposición mediática.
Por si fuera poco, la estrella de Friends recordó cómo el periodismo solía ser más agresivo en el pasado y los medios de comunicación constantemente vigilaban las palabras de los artistas.
“En aquellos años solo buscaban atraparte y encontrar algo que pudieran repetir para siempre”. Sin embargo, asegura que hoy su perspectiva es diferente. “Al final del día, nada de eso importa realmente”, añadió con serenidad.
Asimismo, la artista aseveró que otro de los escenarios que le generan nervios es la alfombra del Met Gala, evento al que rara vez asiste.

“Me abruma. Es todo el proceso de arreglarse, ponerse un vestido, maquillarse, peinarse y luego sentarse en una sala enorme con tus colegas”, explicó.
Aunque disfruta de vestirse de gala de vez en cuando, se define a sí misma como una mujer más cercana a “los jeans, las sandalias y una camiseta”.
Más allá de sus inseguridades, Jennifer Aniston también habló de la alegría que le produce trabajar con Reese Witherspoon, su compañera en The Morning Show.
No es la primera vez que coinciden, ya que Witherspoon interpretó a la hermana menor de Rachel en Friends. Hoy, su relación se ha fortalecido dentro y fuera de los sets.

“Reese es como una abeja trabajadora. Siempre está ocupada. Nos escribimos durante el año, aunque no estemos filmando, solo para saber cómo está la otra. Es como una hermana de otra madre”, reveló.
Esa complicidad también se refleja en la producción y aseguró que no compiten la una con la otra por tener más tiempo en pantalla, por lo que la buena química de trabajo que tienen hace que Jennifer desee que la serie no tenga final.
“La belleza del ego aquí es mínima. Confiamos mucho la una en la otra. Si ella dice: ‘Tú encárgate de esto’, lo hago con confianza, y viceversa. Es un ambiente muy sano, y por eso me entristece pensar en el momento en que llegue a su fin”, confesó.
La actriz, quien también fue pareja de Justin Theroux, aseguró sentirse más segura que nunca de su capacidad como productora y actriz.

“He aprendido que las mujeres somos más que capaces de hacer gran televisión y producir un show con elegancia, gracia y amabilidad. Confiamos unas en otras. Cuando una de nosotras está frente a la cámara, sabemos que las demás levantarán el balón en el otro extremo”, explicó.
Además, destacó cómo The Morning Show le ha permitido explorar nuevas facetas de su talento. “He descubierto lugares en mi creatividad a los que antes no sabía que podía llegar. Ha sido un desafío que me ha empujado a mis límites”, dijo.