Walter Ortega es gerente de supply chain en la industria de maquinaria (Foto: Movant Connection)Al referirse al rol del supply chain en industrias críticas como la minería, la construcción y el oil & gas, Walter comenta que “el servicio tiene un impacto enorme en la cadena de valor”. En esta entrevista, explora cómo se abastece, almacena y transporta maquinaria pesada en operaciones que requieren precisión, rutas complejas y una respuesta ágil en territorios donde cada minuto cuenta.
La industria de maquinaria pesada trabaja con un universo muy amplio de productos y servicios. Incluye equipos para minería, construcción y oil & gas, además de todos los repuestos y el soporte técnico que permiten que esas máquinas funcionen todos los días. En estos sectores, la eficiencia logística tiene un impacto directo porque muchas veces hay que responder cuando una máquina está parada y cada hora cuenta.
En términos de abastecimiento, gran parte del volumen proviene del exterior, con una participación muy relevante de proveedores de la región y de otros polos industriales del mundo. También existe un aporte federal importante: hay insumos y componentes fabricados localmente que se integran a la operación, lo cual genera empleo y dinamismo en distintas provincias.
El primer desafío es entender la heterogeneidad del inventario: puede haber desde una tuerca hasta una máquina de gran porte. Por eso es clave un buen análisis de demanda, con información de cada industria y de cada operación. Además, se usan modelos estadísticos y de riesgo que permiten definir qué parte del inventario debe estar disponible siempre, qué puede centralizarse y qué conviene ubicar de forma estratégica en bodegas del interior.
También existen categorías de repuestos o componentes que, por su nivel de ocurrencia, se importan contra demanda, ya que no tiene sentido mantenerlos siempre en stock. La clave está en equilibrar disponibilidad, costos y tiempos, porque cualquier decisión afecta el rendimiento diario de máquinas que forman parte de industrias críticas.
Llegar en tiempo y forma es el gran desafío. Tener una buena previsión con cada cliente ayuda, aunque no siempre es posible contar con un pronóstico perfecto. Desde el lado logístico, resulta esencial el desarrollo de proveedores: si cada traslado se resuelve “a último momento”, lo más probable es que el servicio no llegue a tiempo.
En el caso de productos livianos o urgentes, el transporte puede ser más directo. Pero cuando se habla de máquinas de gran escala, la operación cambia completamente. Se necesita una planificación integral, vehículos específicos, evaluaciones de seguridad y un control permanente para que la carga llegue de forma segura, incluso cuando el destino está en zonas de acceso muy complejo.
Muchas veces, cuando alguien queda detrás de un camión a baja velocidad, no sabe qué lleva ni por qué avanza así. Pero ese camión puede estar transportando un equipo que, al llegar, permitirá que una industria regional siga funcionando, que una obra avance o que un servicio esencial esté operativo.
Hay restricciones físicas —dimensiones, peso, estabilidad— que no permiten circular como un vehículo común. Además, existe una ley nacional de transporte que obliga a cumplir normas estrictas. Cada traslado requiere estudiar la ruta, el horario adecuado y las limitaciones de infraestructura. Incluso puede implicar mover un semáforo, elevar cables o coordinar desvíos. Aunque genere demoras, ese viaje tiene un impacto positivo, porque contribuye al desarrollo económico del lugar donde la máquina será utilizada.
Para Walter, "la industria de maquinaria pesada trabaja con un universo muy amplio de productos y servicios. Incluye equipos para minería, construcción y oil & gas" (Foto: Shutterstock)Un ejemplo muy claro está en la industria minera, donde trasladar un camión minero puede requerir tres camiones adicionales solo para mover sus componentes. Es una operación que implica importar el equipo, desmontarlo, trasladarlo por rutas que no siempre están en buenas condiciones y volver a armarlo en altura.
Cuando se completa una operación así, el nivel de satisfacción es enorme. No solo por el desafío técnico, sino porque detrás hay una industria que depende de ese equipo para seguir operando. La logística, en estos casos, es tan crítica como el funcionamiento mismo de la máquina.
Depende del tipo de carga. Para un repuesto tradicional, la coordinación es mínima. Pero para una carga sobredimensionada se necesita un trabajo conjunto con vialidad, municipios, custodias y, a veces, fuerzas de seguridad. Cada actor participa según el tramo y las particularidades del traslado.
Si es necesario mover cables, hacer cortes programados o modificar temporalmente la infraestructura, todo debe planificarse con avisos previos. La clave es entender las características del material y definir el medio de transporte adecuado, asegurando que la operación sea segura de punta a punta.
Las cadenas de suministro de esta industria dependen en gran parte del comercio exterior global. Durante la pandemia, la crisis de contenedores impactó de lleno. A nivel local, hubo momentos críticos en los que las regulaciones generaron demoras muy fuertes: llegó a haber inventario detenido en puerto durante meses, lo que frenó operaciones de muchas industrias.
Hoy el proceso de importaciones es más ágil, y eso beneficia directamente a las economías regionales, especialmente a la minería, que está mostrando perspectivas de crecimiento muy importantes. Cuando la supply chain funciona, toda la cadena productiva lo siente.
hace 2 horas
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