
Miguel Ángel Russo tuvo una destacada carrera en el fútbol profesional. El entrenador, que falleció el miércoles 8 de octubre de 2025 a los 69 años, vistió solamente la camiseta de Estudiantes de La Plata como jugador, pero en su dilatada trayectoria como DT dirigió a 17 clubes distintos, con más de una etapa en Estudiantes, Rosario Central, Boca Juniors, San Lorenzo, Vélez y Lanús. En sus espaldas tuvo 1275 encuentros oficiales con un 49.7% de efectividad y un acumulado de 10 títulos. Sin embargo, hay una historia esquiva con la selección argentina que lo atravesó como futbolista y director técnico en dos situaciones particulares.
Como jugador, Russo vistió la camiseta albiceleste, pero quedó en las puertas de la convocatoria al Mundial de México en 1986 debido a una lesión en su rodilla derecha ocasionada de manera absurda tras una caída en la bañera de su casa. Fue Carlos Salvador Bilardo, su mentor en el Pincha, quien le dio la dura noticia nada menos que el día del cumpleaños de la esposa de Miguel en pleno festejo. “Me dejó afuera del Mundial y me pareció justa su razón. Carlos me dijo que lo iba a odiar y a insultar, pero me avisó: ‘El día que seas técnico te vas a dar cuenta’. Tenía una razón muy grande. Todo lo que me decía, después era la realidad”, confesó luego en una entrevista con ESPN.

La realidad es que Miguel Russo había estado muy cerca de integrar el equipo campeón en México si no fuera por el inconveniente físico mencionado. Los datos lo avalan, ya que disputó 17 partidos con Argentina, incluyendo cinco de los seis encuentros clasificatorios, y anotó un gol ante Venezuela en el estadio Monumental. Hasta apareció en el álbum de figuritas Panini, como preanuncio de que su presencia en la lista mundialista parecía cantada. Tras la evaluación médica, Bilardo confirmó su baja.
Aquel trago amargo para Miguelo se iba a repetir años más tarde, aunque en un contexto distinto. Corría el año 2008 y en octubre Alfio Basile renunciaba a su cargo como entrenador de la Selección tras resultados adversos y un quiebre en la relación con algunos jugadores. Tras la salida del Coco, el presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona, comenzó a perfilar la búsqueda del reemplazante y el candidato natural era Miguel Ángel Russo, quien por ese entonces venía en una racha ganadora: quedó muy cerca del título con San Lorenzo, venía de ser campeón de la Copa Libertadores un año antes con Boca Juniors y en 2005 había logrado su primer título en Primera División con Vélez. La gente, en tanto, prefería a Carlos Bianchi.
Cuando todo parecía encaminarse para la asunción de Russo de cara a las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010, de la noche a la mañana su candidatura se cayó y el puesto de entrenador quedó en manos de Diego Armando Maradona. “Dios sabe por qué no fui entrenador de la Selección. Sí, estuve cerca. Me llamaron una noche y me dijeron: ‘Sos el técnico de la selección’. Y a la mañana siguiente no era más, ja. Pero esto es así y no me hice ningún drama. No me abrí el pecho con un puñal, seguí viviendo a mi forma y manera”, explicó Russo en una entrevista en 2022 para el programa Super Deportivo Radio. “Me dormí siendo el técnico de la Selección y me desperté con que ya no lo era”, agregó en una nota para Clank! con Juan Pablo Varsky.
“Uno conoce el juego, no me hago mucho problema. Me doy media vuelta y duermo. No me vuelvo loco. Hubo muchas cosas que supe, no las he dicho y después no han pasado. Me quedé tranquilo por cómo había procedido y actuado. Este es un mundo muy dinámico en el que cada vez uno va aprendiendo más y el silencio es tu fuerza natural. Me llamó el que me tenía que llamar, no había otro. Hasta fui tapa de un diario muy importante que tenía la misma data. Me llamaban los periodistas y no quise decir nada esa noche. Menos mal, ¿no?“, se explayó Russo con el periodista Emiliano Nunia al contar la extraña situación vivida como ”casi técnico" de la Selección.
La historia del banco argentino post Basile fue la confirmación de Diego Maradona, quien terminó tomando las riendas de la Selección tras una reunión con Grondona y Bilardo. Russo había quedado otra vez en el umbral de poder llegar a un Mundial, aunque esta vez como técnico, y cumplir el sueño de dirigir a Lionel Messi. No obstante, su carrera siguió con éxito y el destino quiso que tuviera un reencuentro en La Bombonera con quien había ocupado “su lugar” en la Albiceleste cuando su Boca salió campeón de la Superliga 2020 con un triunfo ante el Gimnasia de Maradona.